Afronta 15 años de cárcel por violar a su hijastra desde los 11 a los 17 en Gijón

El acusado vivía con ella en el domicilio de su pareja, pero la iba a buscar al colegio para llevársela a un propio piso y consumar las agresiones

Juzgados de Gijón.

Juzgados de Gijón.

Pablo Palomo

Pablo Palomo

Desde que tenía solo once años. Un hombre de 44 se enfrenta a 15 de cárcel por presuntamente haber violado a su hijastra desde que era una niña y hasta que cumplió los 17. La víctima es la hija de la pareja del investigado. Los tres vivían en el domicilio de la madre, en Gijón, donde también residía el hermano de la agredida. Este hecho, el de tener acceso a la menor en su propia casa, es una de las claves del caso. Sin embargo, tal y como figura en el relato de los hechos realizados por el Ministerio Fiscal en un documento al que ha tenido acceso a LA NUEVA ESPAÑA, casi todas las agresiones se produjeron en un piso propiedad del acusado. Los hechos sucedieron entre marzo del 2015 y noviembre del 2021. El investigado se mostró agresivo con la víctima para impedir que esta contara nada a su entorno más cercano y también poder seguir manteniendo su rutina de agresiones.

El caso se juzgará esta semana en la Audiencia Provincial. Según el Fiscal, el investigado convivía en el mismo piso con su pareja, la víctima y su hermano. Fruto de ello era capaz de quedarse solo en casa con ella. Esta circunstancia la aprovechó para comenzar a realizarle tocamientos en los genitales "con el deliberado designio de obtener una satisfacción sexual", expresa el Ministerio Público. El primer episodio sucedió cuando la víctima tenía solo once años. La pequeña estaba durmiendo en su cama cuando el supuesto agresor se acercó a ella para llevarla hasta un sofá en el domicilio familiar. Allí le bajó los pantalones y la ropa interior para hacerle tocamientos. Según dice el Fiscal, ya en ese primer momento el investigado trató de consumar las relaciones. En ese momento no lo consiguió, pero sí que lo haría en el futuro. Señala la Fiscalía que tras ese primer episodio fue "intensificando paulatinamente sus acciones" para "satisfacer" sus deseos.

El grueso de las violaciones se produjeron en un piso propiedad del acusado. El Fiscal relata que la iba a buscar al colegio y que se la llevaba a esta vivienda donde se quedaba a solas con ella para realizarle más tocamientos en la zona genital. Las primeras relaciones sexuales completas se produjeron un año después cuando la niña contaba doce años. Esta práctica se produjo en muchas más ocasiones, al menos una vez a la semana. La situación fue a peor, relata el Ministerio Público, a medida que la niña iba cumpliendo años. Se aprovechaba de las relaciones familiares de convivencia que tenía con ella para proseguir con toda esta dinámica. Esto determinó que entre los años 2017 y 2018 se produjeran muchas más ocasiones en las que la obligó a mantener relaciones sexuales completas en la citada vivienda, que era exclusivamente suya. Cuando la víctima cumplió los 14 años, comenzó a negarse a ir al piso y mostraba oposición a las relaciones, tal y como relata el escrito de la Fiscalía.

No le sirvió de nada porque el procesado comenzó entonces a mostrarse más agresivo con ella. La amenazaba para obligarle a seguir manteniendo relaciones sexuales. Según el Fiscal, esta actitud solo paraba si la menor cedía en su resistencia. "La menor se veía abocada a seguir soportando y padeciendo en silencio dichos comportamientos ante el temor de que el procesado desplegase comportamientos más violentos contra ella y le hiciera daño", puntualiza el escrito. La situación anteriormente descrita se produjo entre los años 2019 y 2020. Especifica el Fiscal que, cuando la menor había cumplido los 15 años, comenzó a obligarle a hacerle felaciones. También trató de mantener relaciones sexuales por vía anal, "sin llegar a conseguirlo". La última agresión fue en noviembre de 2021 y antes de que terminara ese mes la menor acudió a la comisaría de la Policía Nacional a denunciar los hechos.

El Fiscal entiende que se trata de un delito continuado de agresión sexual en su modalidad comisiva de violación. Le pide 15 años de cárcel y la inhabilitación para tratar con menores otros 20. Además, no podrá acercarse a la menor a menos de doscientos metros ni comunicarse con ella durante 16 años. Deberá, en el caso de ser condenado, de indemnizarla con 25.000 euros. La víctima, especifica el documento, no sufrió daños físicos, pero sí psicológicos. El acusado se encuentra, por ahora, en libertad provisional.

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