Entrevista | Miriam Llano Empresaria, recibe hoy la Insignia de Oro de la Facultad Jovellanos

Miriam Llano, empresaria: "Querría que todos mis teletrabajadores estuviesen en Asturias, pero falta nivel de inglés"

"En Dubái he encontrado más igualdad de la que esperaba, creo que en Europa tenemos una visión distorsionada de Oriente Medio"

Miriam Llano.

Miriam Llano. / A. de la Fuente

De una pequeña aldea de Cangas del Narcea a Dubái. Ese ha sido hasta ahora el recorrido vital y profesional de la empresaria Miriam Llano (Cangas del Narcea, 1992). Por su brillante trayectoria, la Facultad de Comercio, Turismo y Ciencias Sociales Jovellanos, de la que fue alumna, le impondrá hoy su Insignia de Oro, un reconocimiento que recibe "con mucho orgullo y agradecimiento".

–¿Da vértigo comenzar a recibir este tipo de reconocimientos tan joven?

–Lo recibo, más que como un premio a mi trayectoria, como una banderilla verde que me dice que estoy en el camino correcto y que soy un ejemplo para otros, una forma de motivar al resto y de decirles que, vengas de donde vengas, todo es posible.

–Usted viene de una aldea de Cangas del Narcea y ha acabado en Dubái. ¿Cómo ha sido ese camino?

–Soy de Castañedo, un pueblito que tendrá entre 15 y 20 vecinos. Estudié en una escuela rural. Muy joven, con 12 años, hice un viaje a Inglaterra. Fue mi primera experiencia en el extranjero, pero ahí se plantó esa semillita de querer explorar el mundo.

–Después pasó por la Facultad Jovellanos, Madrid....

–Cuando estuve en la Facultad Jovellanos, estudiando el grado en Comercio y Marketing, tuve una experiencia en Canadá. Luego fui a Madrid a estudiar un MBA (Máster en Administración y Dirección de Empresas en sus siglas en inglés) y de ahí me fui a Londres, que fue donde empecé mi carrera laboral.

–¿Fue una de las emigrantes que dejó el país por falta de oportunidades?

–No. En aquel momento había muchas oportunidades en Madrid, pero siempre he tenido ese interés especial por vivir el entorno internacional, y tenía claro, cuando acabé el MBA, entendí que era mi momento y que me iba a ir fuera de España.

–Desde allí dio el salto a Oriente Medio.

–Comencé a trabajar en el grupo Cosentino. Tras un año y poco en Londres me dieron la oportunidad de moverme al mercado de Oriente Medio, a Dubái, para gestionar el departamento de Marketing de la empresa para aquella zona. Ascendí a Regional Marketing Director, y ahí ya llevaba muchos países, desde Israel hasta Sudáfrica. Tras siete años decidí emprender mi negocio, Amphora, una consultora de marketing especializada en la industria de la arquitectura y el diseño.

–¿Siempre tuvo claro que quería emprender?

–No. Cuando empecé mi carrera profesional soñaba con un alto cargo dentro de una gran empresa, pero a medida que fui avanzando en mi carrera, me fueron llamando mucho la atención partes de la consultoría, y de esta industria en particular, que no había ninguna compañía que me pudiera ofrecer.

–¿Es más difícil emprender para una mujer en Oriente Medio?

–Para mí ser mujer nunca ha sido un problema en Dubái.

Creo que en Europa tenemos una imagen muy distorsionada de lo que es Oriente Medio. Aquí me he encontrado con mucha más igualdad de lo que me esperaba. Me he sentido muy bien tratada como mujer en todo momento. Es cierto que también que Oriente Medio es muy variopinto. No es lo mismo Emiratos Árabes Unidos que Arabia Saudí, donde estuve hace siete u o cho años, y era más complicado para las mujeres. No obstante, me consta que allí la situación también ha evolucionado.

–¿Tenía claro entonces que iba a emprender desde allí?

–Sí, también porque es donde está mi casa, donde he desarrollado mi carrera profesional, tengo mis contactos... Pero no descarto la expansión geográfica, donde sin duda España, uno de los países junto a Portugal y los Emiratos Árabes Unidos en los que tenemos presencia, es clave.

–¿Y Asturias?

–Uno de mis sueños es que todo aquel que pueda trabajar para Amphora en remoto fuese asturiano y lo hiciese desde Asturias. Es algo que he intentado, que he tratado de llevar a cabo estando en contacto con instituciones, con la Universidad... pero siempre me he encontrado con una traba gigante.

–¿Cuál?

–El manejo del inglés. Asturias tiene que enfocar la educación hacia el manejo del inglés. Eso es algo que, por ejemplo, encuentras en Portugal, pero que en Asturias no lo hay. Es algo que se debería analizar.

–¿Qué consejo daría a los jóvenes que mañana van a ver cómo le imponen la Insignia de Oro y que aspiran a convertirse en alguien como usted?

–Inglés, inglés, inglés. Pero no inglés chapurreado. Un inglés perfecto. Que se sienten en una entrevista de trabajo y tengan el nivel y la confianza suficiente como para mantener una conversación. Con eso, yo creo que puedes llegar hasta donde quieras.

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