Las labores para plantar 15.000 árboles arrancan en Moreda y la Calzada
El proyecto "Gijón ecorresiliente" también incluye espacios de Viesques para los minibosques
M. C.
Las obras para el desarrollo de las infraestructuras verdes del proyecto "Gijón ecorresiliente" comenzaron esta semana con la adecuación y acondicionamiento del terreno para la plantación de un primer minibosque en el entorno de la piscina de Moreda y frente a la comisaría de Policía, además de en el entorno de la torre Horizón en La Calzada. Se trata de la primera de una serie de actuaciones que se desarrollarán a lo largo de 15 meses, que incluyen otras similares en más zonas de Moreda y en dos zonas del Parque Fluvial en Viesques.
El concejal de Medio Ambiente, el poplar Rodrigo Pintueles, señaló ayer que "se han iniciado con unos primeros movimientos de tierra, y si la meteorología lo permite, está previsto la plantación de minibosques, con la colaboración de los vecinos y alumnos de diez centros educativos de las zonas de intervención".
Con el proyecto "Gijón ecorresiliente" la concejalía de Medio Ambiente espera superar la plantación de al menos 15.000 ejemplares arbóreos y arbustivos en esos minibosques, repartidos por La Calzada, Moreda y Viesques. "Se generarán así nuevos espacios naturales que serán refugio de biodiversidad urbana y servirán de apoyo al desarrollo de corredores ambientales, otra de las acciones del proyecto ‘Gijón ecorresiliente’", abundó el edil.
Rodrigo Pintueles añadió que el objetivo final del proyecto "es mejorar la sensibilización hacia la naturaleza, mediante la colaboración ciudadana, a la vez que se mejora la calidad de vida y el bienestar de los vecinos de Gijón, combatiendo el cambio climático al aumentar en poco tiempo la posibilidad de absorber CO2, disminuyendo la contaminación atmosférica y acústica y regulando la temperatura".
Los alrededor de 15.000 árboles que se plantarán en estos minibosques incluyen alisos, avellanos, saúcos, tilos, sauces, espinos albares, olmos, acebos, laureles, fresnos, robles y arces, todas ellas especies de la región atlántica con presencia en Asturias.
En el proyecto se utiliza el método ideado por Akira Miyawaki, un método de restauración ecológica que se basa en especies autóctonas de cada zona, en base a la teoría de la vegetación natural potencial, esto es, que cualquier terreno que sea fértil y sin intervención humana puede desarrollar un bosque frondoso y sostenible a lo largo de 100 años, y lo que se hace con este método es acelerar ese proceso. El método incluye la selección de una amplia variedad de especies y la plantación aleatoria de las mismas.
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