La Fundación Alpe lanza en Gijón una campaña europea por la "decencia" en el trato a la acondroplasia

"Se nos mercantiliza; aún vemos anuncios de ‘alquiler de enanos’", lamenta la entidad, que defiende la lucha de otros colectivos vulnerables

Por la izquierda, Félix Baragaño, Carmen Alonso, Ángeles Fernández-Ahúja, Susana Noval y Ángel del Río, ayer, en el Palacio de Congresos del recinto ferial. | Marcos León

Por la izquierda, Félix Baragaño, Carmen Alonso, Ángeles Fernández-Ahúja, Susana Noval y Ángel del Río, ayer, en el Palacio de Congresos del recinto ferial. | Marcos León / S. F. Lombardía

Una pensionista se sienta para darle de comer a las palomas en un banco demasiado alto para ella. Un novio, en medio de una sesión fotográfica para su boda, se ve obligado a subirse a un taburete para igualar en altura a su prometida. Una cantante es expulsada en una audición al ver los organizadores que apenas pasa del metro y medio. Un señor no llega a la última balda de una estantería del supermercado y nadie lo ayuda. Una joven con acondroplasia mira a cámara y dice: "Si a ti no te hace gracia, imagínate a nosotros". Así luce, a grandes rasgos, el nuevo spot publicitario que la Fundación Alpe presentó ayer en el recinto ferial "Luis Adaro" como primer paso para una inminente campaña de sensibilización que quiere expandirse por toda Europa. El acto reunió decenas de familias en el Palacio de Congreso y la participación de más de una decena de ponentes, todos ellos representantes de otros colectivos vulnerables, para debatir sobre el propio título de la campaña, "¿Somos una sociedad decente?", y sobre cómo la discriminación, muchas veces, se perpetúa por las agresiones "sutiles" y no intencionadas.

Parte del público asistente al acto. | Marcos León

Parte del público asistente al acto. | Marcos León / S. F. Lombardía

Susana Noval, directora de la fundación, lanzó su propia definición de este concepto durante la inauguración. "Ser decente para mí es actuar correctamente con los demás sin necesidad de temer una amenaza, buscar una recompensa ni sentir pena", explicó. La directora abrió institucionalmente el acto junto con Ángel del Río, secretario de la fundación, y Ángeles Fernández-Ahúja, edil de Servicios Sociales. Estuvieron arropados por Félix Baragaño, presidente de la Cámara de Comercio, y Carmen Alonso, antecesora de Noval y gran impulsora de la entidad. "Es un tipo de discapacidad muy visible, pero lamentablemente aún queda mucho por hacer", aseguró la edil popular.

Antes de dar a conocer el anuncio que, se espera, ayude a cambiar conciencias, el anfiteatro del Palacio de Congreso subió a su escenario a representantes de múltiples colectivos: Felipe Orviz y Josep María Alaña (Alpe), Aladino Pandiella (Asociación Cosa Nuesa), Elisabet Motos (Secretariado Gitano), Francisco Menéndez (Unión de Jubilados y Pensionistas), Almudena Cueto (experta en igualdad de género) y Marina Picallo y Yolanda Fidalgo (Accem). Todas sus experiencias de discriminación, aunque particulares de su colectivo, parten de una misma premisa: el sentimiento de "humillación" que provocan actos discriminatorios. "Parece que en cuanto cumples 65 años el abuelo se vuelve tonto y necesita ayuda. Te llaman ‘viejo’ y muchas veces no te atreves a contestar", se lamentó Menéndez. "Quizás el problema es que a veces ni siquiera sabes que te están humillando. Una joven sabe que no está segura volviendo a casa sola por la noche, pero no siempre sabe muy bien por qué", completó Cueto.

Más ejemplos. "Me quedé en silla de ruedas hace 30 años y a veces no llegaba a bajarme del coche para ir al cajero porque veía a grupos de gente esperando a ver cómo me posaba en la silla", añadió Pandiella. "Los gitanos son el colectivo históricamente más rechazado de la historia y esa imagen negativa aún persiste, así que se normaliza", aseveró Motos. "No nos hace falta remontarnos muy atrás para ver cómo la salud mental se veía como algo que quitaba la propia condición de persona a quien la sufría", concretó Fidalgo, que es experta en el asesoramiento por este tipo de patologías. "Muchos jóvenes no son conscientes de que no pueden ser apartados de oportunidades por ser extranjero o profesar otra cultura", añadió Picallo. La realidad de las personas con acondroplasia, por su parte, es una mezcla de todo lo anterior. "Es difícil ser niño y saber que tus amigos han quedado entre ellos y con chicas y que no te han llamado, pero también creo que hay que darle a la gente una oportunidad para que te vea y asimile tu aspecto sin que eso afecte a nuestro derecho a ser quienes somos", razonó Alaña. "El activismo y el compromiso es el único camino posible. Eso es lo que está logrando que dejen de hacerse espectáculos a nuestra costa", señaló Orviz en referencia a los espectáculos de "bombero torero" y similares. "Aún hoy se nos mercantiliza; vemos anuncios de ‘alquiler de enanos’. Si fuese ‘alquiler de enanos transexuales’, sin embargo, ya no estaría permitido. Falta aún camino", añadió.