La Empresa de Aguas cubre con sus reservas sus 1,5 millones de déficit

La dirección de la EMA defiende el polémico despido de un trabajador que parte de la oposición tilda de represalia sindical

R.V.

Los consejeros de la Empresa Municipal de Aguas (EMA) cumplieron ayer con el trámite de formular las cuentas de 2023. Aunque en esta ocasión el cierre contable de la «joya de la corona» incluyó un histórico cierre en negativo de 1,5 millones, el déficit, que se cubre con reservas de la empresa, se justifica desde la presidencia de Jesús Martínez Salvador con dos argumentos: tener que hacer frente a una tasa municipal de 2020 de la que nada se sabía y el coste para la empresa de obras que le encarga el Ayuntamiento sin su correspondiente financiación.

Tanto desde la EMA como desde la concejalía de Hacienda ya se trabaja en buscar la alternativa que elimina el pago de esa tasa, que le supone un coste anual de un millón a las arcas de la empresa.

Más allá de las cuentas, y en un consejo extraordinario solicitado por la oposición y que se realizó justo después del ordinario, la dirección de la EMA dio explicaciones sobre el polémico despido de un trabajador, delegado sindical. Para parte de la oposición, sobre todo desde Podemos, se achaca al despido a una represalia. Algo que niega la empresa. Igual que defendió que el procedimiento ha sido correcto y legal.

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