Los 1.400 contenedores de basura orgánica tendrán una boca para la bolsa

Emulsa incluye el cambio de sistema de acceso, que no elimina el uso de la tarjeta, en un contrato de más de 300.000 euros

Nuevo modelo de contenedor para la recogida de basura orgánica.

Nuevo modelo de contenedor para la recogida de basura orgánica. / LNE

La instalación de unas bocas por las que introducir la bolsa con los residuos en los 1.400 contenedores de recogida de materia orgánica que hay distribuidos por toda la ciudad es el eje fundamental del contrato de más de 333.000 euros (IVA aparte) que hoy se presenta al consejo de administración de la Empresa Municipal de Servicios de Medio Ambiente para que sus miembros le den el visto bueno. Además, el contrato conlleva también la renovación de las bocas de vertido de 100 contenedores para el reciclaje de vidrio, otros 100 de papel y cartón y 75 de envases ligeros.

En todo caso, la actuación fundamental es en los contenedores marrones y tiene como antecedente las quejas de muchos usuarios, Unos ante la dificultad que supone tener que levantar la tapa del contenedor a mano para poder soltar dentro la bolsa con la complicación de movimientos y llevando peso. Otros por ese contacto directo que hay que hacer con la mano en la tapa de un depósito que suele estar sucio. Y en muchos casos, por ambas razones. El nuevo modelo cambia la solución tradicional por una boca de vertido con tapeta que facilita poder depositar la bolsa de residuos sin tocar nada.

El cambio de modelo no conlleva un cambio en el sistema de uso. Para acceder a estos contenedores seguirá siendo obligatorio usar la tarjeta ciudadana como llave de entrada. La justificación de esa restricción por parte de Emulsa es la necesidad de minimizar la presencia de otro tipo de basuras en el contenedor de fracción orgánica ya que ello impediría su reciclaje. De hecho, se hizo recientemente un estudio en varios contenedores que tenían la cerradura rota y se compró que esos residuos impropios estaban por encima de los valores aceptables para garantizar su reciclado.

Por otro lado, al consejo va información sobre la auditoría externo que avala el buen uso de las reservas de la empresa –tras la polémica que acabó con una denuncia del exgerente ante el Tribunal de Cuentas que fue archivada– y sobre la negociación del convenio colectivo. Ayer mismo hubo una asamblea de trabajadores en la Casa Sindical para analizar las discrepancias que aseguran hay sobre la aplicación del descanso semanal entre lo negociado con la empresa y lo que ahora la empresa lleva a firmar.

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