Entrevista | Rosa Valle Álvarez Escritora, acaba de publicar la novela «Cocos de luz»

"En mis obras siempre hay pasajes reflexivos, mucho amor, erotismo y naturaleza"

"En ‘Cocos de luz’ reivindico lo importante que es la memoria colectiva"

Rosa Valle Álvarez.

Rosa Valle Álvarez. / Lne

La escritora y periodista Rosa Valle Álvarez (Gijón, 1974) acaba de lanzar este mes de abril "Cocos de luz", su tercera novela.

–¿Sobre qué trata su reciente lanzamiento?

–Es una novela corta que está contextualizada en el ámbito de la sociedad vaqueira de alzada del occidente de Asturias. Berta Feito, que es la protagonista, es una editora que vive en Gijón y lleva una vida que la va alejando de sí misma. Rompe con varios frentes de su vida y va a buscar el refugio a su aldea con su abuela, Refugio Verdasco. Allí va a encontrarse a ella misma. Es una novela a caballo entre la introspección, la reflexión, la búsqueda y el autoconocimiento.

–¿Qué buscaba reivindicar con esta nueva obra?

–Siempre ficciono desde lo real. En esta se puede encontrar la injusticia de la falsa amnistía que se hizo en el franquismo cuando se represalió a cualquiera de forma arbitraria. Reivindico lo importante que es la memoria colectiva, el no olvidar. También hay denuncia a través de un hombre narcisista, la antigua pareja de Berta. Ahí visibilizo cómo una mujer brillante se puede ver colonizada y asfixiada y cómo le cuesta romper para recuperar su libertad.

–¿Cómo está siendo la acogida por parte del público?

–Estoy muy contenta. Me está llegando muy buen "feedback" porque es una novela con la que tienes que conectar. No es una novela de entretenimiento, aunque hay misterio, amor y sexo. Siempre trato de meter todos los ingredientes porque hay que enganchar. Soy lectora antes que escritora, y sé que hay que hacerlo. Por esos ingredientes es una obra de gran sensibilidad, difícilmente clasificable. Es muy directa y a la vez muy envolvente porque tiene prosa poética.

–¿Cuáles son las principales diferencias respecto a sus anteriores novelas?

–Es la primera vez que hago una obra en primera persona. Mi voz narrativa va por aquí. Tengo dos novelas negras por el contenido y la trama criminal, pero en la forma en la que escribo siempre hay pasajes muy reflexivos, mucho amor, erotismo y naturaleza. Por lo tanto, aquí mi manera de escribir se identifica, pero sí hay una evolución hacia un tipo de novela más intimista e intencionadamente más lírica, en la que me interesa mucho la interioridad del personaje y lo que es el ser y la conciencia.

–¿De qué forma valora participar en eventos como la Feria del Libro de Gijón, la Semana Negra o el Poex?

–Lo que diga de orgullo y satisfacción es poco. Tenemos la suerte de estar en una ciudad con una vida cultural muy rica. Muchos escritores de otras latitudes de España nos envidian. Tenemos eventos muy bien llevados.

–¿Qué significa la literatura en su vida?

–Es mi refugio. Mi primer tatuaje fueron unos libros con la palabra refugio en latín. Es ese espacio al que desde niña siempre fui. La literatura siempre me salvó cuando tuve problemas importantes en la vida. Aprendí en la facultad de periodismo que la forma de escribir bien es leer buena literatura. El que lee buena literatura se expresa mejor, escribe mejor y es mejor persona.

–Ha escrito novela y poesía. ¿Podría decantarse por una de ellas o resulta imposible?

–Resulta imposible. Van unidas. Es cierto que es difícil vender libros de poesía, pero la poesía soy yo. Es una extensión natural de mí en el día a día y un juego, un salir y un soltar.

Suscríbete para seguir leyendo