"De facto", "No esperes demasiado del fin del mundo" y "Los restos del pasar" triunfan en la 61.ª edición del FICX

De una cruda mirada a los crímenes de guerra más cruentos a una ligera comedia sobre un spot de seguridad laboral. El palmarés del FICX de esta 61.ª edición es un reflejo de su esencia: la de «un cine de autor que cubre un espectro amplio y demuestra que estamos lejos de ser un festival elitista». Son palabras de su director, Alejandro Díaz Castaño, después de que en la sección oficial se erigiesen «De Facto», «No esperes demasiado del fin del mundo» y «Los restos del pasar» como los mejores largometrajes, respectivamente, en las competiciones «Retueyos», «Albar» y «Tierres en trance». 

«Abarcan todo el espectro. Hay películas que son un reto para el espectador como ‘De Facto’, mientras que ‘No esperes demasiado del fin del mundo’ y ‘Los restos del pasar’ han sido recibidas con risas y sonrisas desde las butacas», valoró Díaz Castaño, quien calificó la edición como «histórica». «Estamos muy contentos con la respuesta del público. Ha sido masiva. Es un apoyo a que sigamos siendo un festival independiente. Ir a presentar películas con las salas llenas hace que las emociones se disparen. Hemos conseguido volver a cifras anteriores a la pandemia», celebró el director del certamen que, a falta de datos oficiales, ha superado la cifra récord de 55.469 espectadores alcanzada en 2019. 

La principal ganadora, la cinta de Selma Doborac, se llevó el gato al agua por ser una propuesta «muy radical» que, a pesar de que «al jurado nos gusta muchísimo ‘Blackbird Blackbird Blackberry’, pensamos que esta película es más adecuada para la sensibilidad del publico español para acercarlo a la barbarie», explicó el actor Ugo Broussot, miembro del jurado que ensalzó que «el festival de Gijón es un festival muy valiente que corre riesgos». La ganadora de la competición «Retueyos» es un documental de la cineasta bosnia Selma Doborac, que aborda los crímenes de guerra a través del punto de vista de sus ejecutores en un denso diálogo entre dos hombres. En las otras tres distinciones de esta categoría arrasa «Blackbird Blackbird Blackberry» con el reconocimiento a la mejor distribución, mejor actriz para Eka Chavleishvili y mejor actor para Temiko Chinchinadze. El jurado lo completan Pilar Palomero y Ana Pfaff.

Los reconocimientos cambian completamente de registro con «No esperes demasiado del fin del mundo», del director rumano Radu Jude, se llevó la palma en la competición «Albar». Una comedia que cuenta la historia de una ayudante de producción que conduce por Rumanía para cumplir una misión de una multinacional: buscar testimonios para un spot de seguridad laboral. Los jurados Marián Álvarez, Kieron Corless y Elena Martín también reconocieron la distribución de «Eureka», de Lisandro Alonso, y otorgaron el premio especial a «El último verano», de Catherine Breillat. 

En cuanto a la competición «Tierres en Trance», recayó en «Los restos del pasar», de Luis Soto Muñoz y Alfredo Picazo, el premio FIPRESCI al mejor largometraje. Se trata de una curiosa aproximación al retrato de las tradiciones de Semana Santa vividas por sus autores, con la memoria como esencia narrativa del relato. Y el premio de la Asociación «Acción!», para María Aparicio por «Las cosas indefinidas». El jurado estuvo compuesto por Barbara Lorey, Shahla Nahid y Manu Yáñez. «Blow!», de Neus Ballús, fue elegido mejor cortometraje, categoría con mención especial a «Gregoria», de Celia Viada. Este sábado los aplausos en forma de premio fueron infinitos para reivindicar la amplia propuesta de un FICX que late con fuerza.

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