Entrevista | Alejandro Díaz Castaño Director del Festival Internacional de Cine de Xixón (FICX)

"El respaldo del público es impagable y especialmente significativo este año"

"La evolución del FICX debe pasar por aumentar la calidad y la riqueza de presencias, y no por amontonar películas en un programa inabarcable"

Alejandro Díaz Castaño.

Alejandro Díaz Castaño. / Luisma Murias

Pablo Antuña

Pablo Antuña

Empieza a ser habitual que Alejandro Díaz Castaño (Bimenes, 1979) deje posar todas las emociones acumuladas en el Festival Internacional de Cine de Gijón y, pasados unos días de la clausura, se aviene a hacer un primer análisis con más tranquilidad sobre todo lo sucedido. Con la 61.º edición del FICX concluida el sábado, el director del certamen desde 2017 tiene en el paladar el sabroso regusto del respaldo del público –algo que pudieron certificar cuando solo iban por la mitad del festival–, la buena acogida de muchas de sus propuestas cinéfilas y que la apuesta por lo local y regional parece más un revulsivo que otra cosa.

–Ha sido un FICX de récord, superando en solo el primer fin de semana toda la recaudación de la edición del año anterior. ¿Balance inmejorable?

–Aún tenemos que recopilar todos los datos para hacer balance, pero obviamente ya sabemos que va a ser muy positivo, lo cual es un gustazo.

–En una edición que venía marcada por la polémica en torno a Vox, en la que ha insistido en desligar el FICX de cualquier ideología o partido político. ¿Agrada aún más ese respaldo del público?

–El respaldo del público supone una recompensa impagable al esfuerzo y la excelencia de todo el equipo y creo que es especialmente significativo tras lo sucedido, en efecto.

–¿Cuáles considera que son las claves de éxito de esta 61.ª edición?

–Aún es pronto, pero creo que, entre otras cosas, hemos sabido elaborar un programa equilibrado con cine de calidad para todos los públicos y acompañado de figuras muy destacadas del cine contemporáneo.

–Si tuviera que elegir un momento especial (autor, proyección, encuentro…). ¿Con cuál se quedaría?

–Difícil decidir porque han sido muchos, pero me quedaría con la proyección de las que para siempre serán las últimas piezas de los desaparecidos Jean-Luc Godard y Paul Vecchiali. Dos gigantes ayudándonos a entender el mundo presente desde el más allá...

–En las previas del certamen seleccionó para los lectores de LA NUEVA ESPAÑA doce cineastas en quien fijarse, seis de ellos emergentes. Pasado el FICX, ¿quién considera que ha sido el gran descubrimiento?

–Creo que corresponde al público y a la crítica decidir quiénes son sus grandes descubrimientos del 61.º FICX. Para mi todas las personas que cité, y otras que no pude citar por falta de espacio, son igual de grandes...

–¿Qué resalta de los premios?

–Resaltaría la gran cantidad de menciones especiales que han otorgado los jurados, señal de que había películas que les costaba dejar fuera de los premios, lo cual indica a su vez que la alta calidad de la programación dificultó su elección.

–Colas, sesiones en las que se han agotado las entradas. ¿Se plantean aumentar aforos e incorporar nuevos espacios?

–De entrada esperamos recuperar en 2024 la sala del Centro Pumarín Gijón-Sur, una sede municipal que no ha podido utilizarse por estar en obras y que nos ayudará a que el FICX siga expandiéndose por toda la ciudad.

–¿Se podrá cumplir en 2024 el sueño de realizar actividades en Tabacalera?

–Ojalá podamos contar con los medios humanos y presupuestarios para que ello sea posible.

–El cine español y asturiano han sido más protagonistas que nunca, con 25 películas más que la edición anterior. ¿Continuarán manteniendo ese peso en próximas ediciones?

–Es pronto aún para saber cómo será la cosecha de 2024, pero nuestra predisposición a apoyar el cine español y asturiano es total.

–¿Se plantean algún cambio en la estructura de secciones o por dónde cree que debe evolucionar el FICX?

–Es factible que le demos una nueva vuelta de tuerca a la estructura del programa de cara a 2024, sí. En cuanto a la evolución, creo que ha de pasar por aumentar la calidad de las películas y la riqueza de las presencias, y no por amontonar películas en un programa inabarcable.

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