Opinión

Asturias, perdiendo trenes y oportunidades

Ni una buena noticia para afianzar el futuro de la región

Últimamente, en España, corrupción y amnistía son noticia diaria, y mientras tanto Asturias no acapara ni una buena noticia para afianzar su futuro.

Las comunicaciones siempre tuvieron protagonismo en nuestra región, pero lamentablemente siguen sin resolverse, sin las soluciones que requieren los tiempos que vivimos. Vayamos por partes.

El pasado 29 de noviembre hubo un viaje inaugural, pero no se inauguró el AVE en Asturias. Sus características, sus prestaciones y sus tiempos y frecuencias nos separan de los AVES que llevan funcionando un buen número de años en otros lugares de nuestro país. Se compromete por el ministro de Transportes la puesta en funcionamiento de los trenes Avril para el 1 de marzo, y se supone que con conocimiento y elementos de juicio realiza dicho compromiso. Pues de lo dicho nada de nada… y ahora se piden billetes baratos para trayectos que no son AVE. Un engaño que tiene muy mal nombre.

Como tuvo muy mal nombre la historia de los trenes de ancho métrico que resulta que no entraban por los túneles. A los asturianos nos robaron tiempo y oportunidades, y se amasaron ocultaciones y mentiras. Y el socialismo se atreve todavía a hablar con desparpajo del Plan de Cercanías. Hay que tener un poco de seriedad.

La autopista del Mar sigue sin tener impulso ni compromiso por parte de los socialistas, como tampoco acaba de arrancar el denominado plan de vías de Gijón, cuando en mayo de 2019 existía, y existe, un convenio entre todas las administraciones implicadas en la integración del ferrocarril en Gijón.

Se establecía un diseño pormenorizado de actuaciones, y lo que es más importante, un cuadro de financiación. ¿Y qué se hizo? Algo insólito: se sustituyó por un protocolo, sin ninguna fuerza de obligar y sin capacidad alguna para derogar un convenio publicado en el BOE.

Los convenios son acuerdos con efectos jurídicos, los protocolos son meras declaraciones de intenciones. En definitiva: un papelín o un papelón.

Es cierto que un convenio se sustituye por otro, o bien se procede a una modificación parcial, pero no es el caso de Gijón. Todo es una chapuza y se toman decisiones sin anclaje jurídico.

Si queremos detenernos en los accesos de Gijón al puerto de El Musel, la historia es arcaica y los discursos verdes, inconsistentes. La ciudad soporta altos niveles de contaminación en su zona oeste, y amparándose en dificultades técnicas (¿?), los años se suceden y las obras no llegan.

Eso sí, quitar quitaron la Comandancia de la Guardia Civil en Gijón con celeridad pese a tener que sortear una adversa sentencia del Tribunal Supremo. Sabemos que los cierres y las eliminaciones se impulsan con rapidez desde la izquierda, pero hacer lo que se dice hacer, nada de nada.

También podemos fijar nuestra atención en el eterno soterramiento de Langreo. Fechas y fechas de finalización se suceden en las hemerotecas, pero el fin nunca llega.

No nos vamos a detener hoy en las actuaciones alternativas al cierre de las térmicas y lo que yo denomino transición "injusta". Como sin solución sigue el futuro de Arcelor en Asturias, sin impulso y sin suficiente compromiso político.

Asturias no puede seguir perdiendo trenes porque supone quedar atrás y perder protagonismo en el conjunto de nuestro país. Las mentiras hilvanadas, una tras otra, deben tener su fin, y lo tendrán.

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