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Las asturianas “ocultas” de los años treinta

La obra del fotógrafo Benjamín Membiela, reivindicada por el Pueblo de Asturias, retrata el papel fundamental de las madres y las hijas como pilar silenciado de aquella sociedad

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Las asturianas "ocultas" de los años treinta

Durante más de treinta años, entre 1906 y 1940, Benjamín R. Membiela trabajó como fotógrafo en Corias (Cangas del Narcea). A lo largo de todo ese tiempo, miles de cangueses pasaron delante de su objetivo. Unas veces llegaban a su estudio y otras era él quien se desplazaba en bicicleta –y después en moto– a los pueblos del concejo para inmortalizar a los campesinos. En esas tres décadas tejió un fabuloso retrato colectivo del suroccidente asturiano que ahora atesora el Muséu del Pueblu d’Asturies en una colección compuesta por 2.650 fotografías. A partir este magnífico legado, el Muséu y la Sociedad Canguesa de Amantes del País “Tous pa Tous” están preparando una exposición que pone el foco en una parte sustancial de esa sociedad: las mujeres. Las imágenes que ilustran estas dos páginas son una selección de todas las que se mostrarán.

La exposición será virtual, integrada por 200 fotografías, y se presentará en la primera quincena de septiembre en la web de la asociación “Tous pa Tous” (www.touspatous.es). También podrán verse en la plataforma digital “fondos.gijón.es”. Será una buena oportunidad no solo para admirar el trabajo de Membiela, sino también para volver la mirada sobre el papel de las mujeres en la sociedad, aunque en aquellos años estuvieran aún totalmente sometidas a los hombres. “La mujer, a pesar de ser el pilar de la familia en la sociedad rural y urbana de aquel tiempo, vivía en la sombra y el anonimato de la vida pública, como escribe el antropólogo Adolfo García Martínez”, subraya Juaco López, el cangués que dirige el Muséu del Pueblu d’Asturies y quien ha seleccionado entre las miles de imágenes de Membiela cedidas aquellas en las que las mujeres aparecen desempeñando en sus distintas facetas aquel papel fundamental, pero totalmente ensombrecido: como madres, como esposas, como novias, como hijas, como hermanas... “Mostraremos una amplia galería, que constituye la imagen de las mujeres de aquel tiempo en Cangas del Narcea, pero que podría ser la de la mujer en cualquier concejo asturiano en el primer tercio del siglo XX”, añade Juaco López. Será un viaje al pasado a través de las miradas, poses y vestimentas de estas mujeres, que revelan también su interior ante el objetivo de Membiela: “Las campesinas están más hieráticas, serias y nerviosas; las vecinas de la villa aparecen más distendidas, sonríen y posan más desenfadadas”, apunta López.

La mayoría están sacadas de su contexto cotidiano pues en estas fotos de estudio Membiela utilizaba distintos telones: liso, con una escalinata o arquitecturas dibujadas... Membiela retrató a miles de convecinos en sus 68 años de vida, a lo largo de la cual tuvo once hijos con Sofía Montoto, a quien conoció en Corias cuando llegó de Llamas del Mouro a iniciar sus estudios en el monasterio (hoy parador nacional) que entonces regentaban los Dominicos y con la intención de entrar en la orden de predicadores. Emigró a Cuba, donde estuvo un año, pero allí aprendió el oficio de relojero y el de fotógrafo. También reunió el dinero para hacerse una casa en Corias, que terminaría en 1909. Allí instalaría su taller de relojero y su estudio de fotografía.

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