La afición que libera al luarqués Raúl García de la ansiedad: esta es la historia del fotógrafo autodidacta más querido de Valdés

"La fotografía es un vía de escape para afrontar la angustia", apunta el valdesano, famoso en el concejo por retratar todas las actividades y a millares de personas

Raúl Suárez, con su cámara.

Raúl Suárez, con su cámara. / A. M. S.

Ana M. Serrano

Ana M. Serrano

El luarqués Raúl García Suárez, tiene 54 años, es ingeniero técnico informático y no esconde que tiene que luchar contra la ansiedad y tampoco que la fotografía se ha convertido en su vía de escape. Este vecino de Luarca se desplaza por todo el concejo para retratar lo que pasa. Lo hace por capricho. Es autodidacta y con el paso del tiempo se ha ganado el cariño y apoyo de todos los vecinos. Pocos de aquellos valdesanos que participan en las actividades destacadas del municipio no saben del hacer del querido Raúl. 

Siempre está en medio de los actos, siempre parece preparado para disparar con su cámara réflex. Todas sus fotografías son, además, son públicas. Él las vuelca tras tratarlas debidamente en sus redes sociales. Queriendo o sin querer, con el paso del tiempo está haciendo un fiel retrato del concejo valdesano: de su paisaje y de su paisanaje. 

Su camino no fue fácil. Cuenta Raúl Suárez que con 19 años le diagnosticaron una enfermedad mental grave que prefiera no nombrar. «Fue un lastre para toda mi vida», dice. Eso sí, supo sobreponerse y tras seis años «de calvario» inició su carrera universitaria, esa que acabó con éxito. «Hoy en día todo está controlado, pero no me gusta hablar en público, por ejemplo», dice. 

Sus inicios en la fotografía los cuenta así: «En plan un poco más serio, aunque siempre de manera altruista y como aficionado, empecé el año 2018 cuando compré mi primera cámara de marca Olympus». Desde 2013 está diagnosticado de un trastorno ansioso-depresivo. «La fotografía me ayuda a salir de ese bucle de hermetismo y negación en el que nos sumergimos las personas con estos problemas y me hace estar en otro mundo más bonito, mi mundo de la foto», confiesa. 

A esta idea clave para poder convivir con la ansiedad se suma su esfuerzo. No fue a ninguna academia, no tuvo un amigo o profesional de la fotografía que le enseñara a hacer lo que hace. «Es más, debido a la ansiedad, no me gusta ver videotutoriales de 'YouTube' porque me echo para atrás, ya que me generan ansiedad al no ir al grano en lo que busco aprender. Yo aprendí de este mundo viendo fotos de otros fotógrafos y buscando ideas apropiadas a esas fotos que yo luego ponía en práctica varias veces hasta que conseguía lo que quería», detalla. 

La avilesina Marta, su mujer, es pieza fundamental en todo ello. Su ayuda en todo este tiempo «fue indispensable». «Marta es el motor; la persona que siempre me anima as salir», resume Raúl Suárez.  

Estos días tiene más mensajes en su buzón de lo habitual porque ha retratado fielmente la Semana Santa de Luarca, pero Raúl García ya atesora otros premios. Ganó uno especial (el certamen "Mi Rincón Favorito") por fotografiar y componer la misma Vía Láctea. ¿Cómo hizo? Dice que necesitó paciencia: para encontrar el lugar idóneo y para empezar a fotografiar. La imagen son, en realidad, 21 fotos verticales «que luego uní en la panorámica». 

Fotografía con 21 imágenes reunidas de la Vía Láctea, de Raúl Suárez.

Fotografía con 21 imágenes reunidas de la Vía Láctea, de Raúl Suárez. / Raúl Suárez

Raúl Suárez apunta que le gusta fotografiar «de todo». Empezó con paisajes. Ahora sabe que mirar al cielo es su debilidad. «Cuando conseguir aprender por mi cuenta a fotografiar estrellas, este tema me apasionó y en la actualidad es el que más me gusta. Empecé haciendo fotos de circumpolares o rastros de estrellas, y posteriormente me compré un objetivo bueno para estos temas y empecé a hacer fotos de la Vía Láctea y el Centro Galáctico», relata. Huye de bodas y otros eventos con gente porque, aunque no lo parezca, «me cuesta sociabilizar», algo que achaca a su ansiedad. Cree que la fotografía «avanza hacia lo artificial». «Las fotos analógicas también eran menos artísticas porque había medios digitales para retocarlas y darles ese toque de arte que siempre viene bien», apunta. El avance de los aparatos también he hecho lo suyo: «Con los poderosos objetivos que hay en el mercado, se pueden hacer fotos espectaculares, lo único que hace falta es motivación, y a veces arriesgar el pellejo para encontrar el encuadre más bonito para la fotografía». Él seguirá poniendo su nota de color ala historia valdesana Sus imágenes se pueden ver en el grupo de Facebook ‘Adictos a Luarca y Asturias.