Tapia celebra el Día Internacional del Pueblo Gitano con una llamada a acabar con el racismo

"Somos personas normales, igual que los demás", señaló el patriarca tapiego, Florencio Pérez en el salón de plenos del consistorio

Foto de familia de los asistentes al acto de Tapia con el patriarca, Florencio Pérez, el regidor tapiego Pedro Fernández, la docente Violeta Álvarez y Jose Pérez sujetando la bandera gitana.

Foto de familia de los asistentes al acto de Tapia con el patriarca, Florencio Pérez, el regidor tapiego Pedro Fernández, la docente Violeta Álvarez y Jose Pérez sujetando la bandera gitana. / T. Cascudo

José Pérez Gabarres entrena desde hace dos temporadas a los benjamines del Real Tapia que, por cierto, van primeros de su categoría. Pero es que José es gitano y que un club deportivo contara con alguien de su etnia para tal labor "sería algo impensable hace años". Sabe que es un claro síntoma de que los tiempos avanzan, pero también sostiene que queda mucho por hacer para lograr una convivencia en total igualdad. De ahí que actos como el celebrado ayer en Tapia para conmemorar el Día Internacional del Pueblo Gitano, sean de vital importancia para esta comunidad que lleva más de medio siglo afincada en el concejo tapiego.

"Es un día para reflexionar sobre la lucha contra la discriminación y promover la igualdad de derechos para todos", señaló Pérez Gabarres, promotor de esta iniciativa por segundo año consecutivo. Pidió respeto hacia la rica cultura de la comunidad gitana, pero también compromiso para luchar contra la discriminación y la exclusión social que aún padecen. "Nosotros los gitanos hemos sido y somos víctimas de estereotipos y prejuicios que nos han limitado nuestras oportunidades y han obstaculizado nuestro pleno desarrollo como individuos y comunidad. Es hora de trabajar codo con codo para eliminar todo esto de nuestra sociedad", señaló Pérez Gabarres, que reivindicó "programas y políticas sociales contando con mi pueblo".

Florencio Pérez y José Pérez posan juntos antes del inicio del acto.

Florencio Pérez y José Pérez posan juntos antes del inicio del acto. / T. Cascudo

Al tapiego no le gusta la palabra integración porque entiende que no tiene que integrarse en una sociedad de la que forma parte. Por eso aboga por defender la convivencia: "Convivir juntos cada uno con su cultura, tradición e identidad y siempre respetándonos". Aprovechó su discurso para recordar a los antepasdos "que tanto sufrieron toda esta discriminación y racismo" y en términos similares se expresó su tío, el patriarca de los gitanos tapiegos, Florencio Pérez. Él y su hermano Faustino pasaron buena parte de su juventud en Luarca, de la que guardan buenos recuerdos, antes de establecerse en Tapia, donde los gitanos cuentan una historia de más de medio siglo y suman alrededor de un centenar de vecinos.

"Hemos sufrido mucho racismo. La gente blanca se ha creído siempre superior, pero nos cortamos y sangramos igual que ellos", señaló el patriarca, antes de recordar la "persecución" que históricamente ha sufrido su pueblo. "Los gitanos somos personas normales, igual que los demás, pero nos tienen como ladrones, maleantes como lo peor y siempre están sobre nosotros. Pedimos que se acabe el racismo, porque todos somos iguales y todos somos hijos de Dios", señaló ante un abarrotado salón de plenos.

Asistentes al acto celebrado en Tapia.

Asistentes al acto celebrado en Tapia. / T. Cascudo

Por su parte, el Alcalde de Tapia, Pedro Fernández, defendió la voluntad "plural e integradora" del pueblo tapiego, pero también los avances del pueblo pueblo gitano en la lucha contra su discriminación. "Desde el Ayuntamiento de Tapia y ante las situaciones de segregación y rechazo, queremos manifestar nuestro compromiso con los principios de igualdad del pueblo gitano y nuestro rechazo a todo tipo de discriminación", señaló, antes de reivindicar el derecho del pueblo gitano a una vivienda digna, el acceso a la sanidad, la educación y el empleo.

En el acto intervino también Violeta Álvarez autora del estudio "La situación de la infancia gitana en Asturias". Señaló que el pueblo gitano "ha venido a Tapia para quedarse" y son "tan tapiegos como los que tienen más de ocho apellidos del concejo". Reivindicó la diversidad como algo que enriquece a las sociedades y pidió acabar con ideas "preconcebidas y distorsionadas" respecto al colectivo gitano. Cerró el acto la concejala Salomé Sánchez, que defendió que Tapia ha sido y es un ejemplo de convivencia con el pueblo gitano.