En defensa del aprovechamiento de los recursos minerales

Ante la festividad de Santa Bárbara

Juan José Fernández Díaz

Juan José Fernández Díaz

Los mineros esperamos cada año la llegada de las fiestas de Santa Bárbara, no solo para honrar a nuestra patrona sino también para juntarnos los compañeros y amigos de profesión y reflexionar sobre el mundo en que vivimos.

Después de un año difícil por los efectos derivados de la pandemia que sufrimos, cuando parecía que empezábamos a tener una cierta mejoría, las cosas se vuelven a complicar con la guerra de Ucrania y los efectos que está provocando, con una crisis energética, sobre todo, en la Unión europea, tan dependiente de las importaciones de combustibles de terceros países, entre ellos, Rusia.

Por eso necesitamos reforzar la apuesta por las energías renovables, por la electrificación del transporte, la mejora de la eficiencia y el empleo de nuevos materiales para llegar a una sociedad más sostenible. Pero nada de ello será posible sin el aprovechamiento de los recursos minerales.

Los recursos minerales son imprescindibles para el funcionamiento de una sociedad desarrollada y no se deberían poner en duda. Empezando por nuestra propia vivienda, las infraestructuras y los medios de transporte, los equipamientos de los centros de salud, los teléfonos móviles, los ordenadores, los equipos de conectividad, tan valorada en estos tiempos, y un sinfín de aplicaciones, llevan decenas de componentes que se han de fabricar con productos de la minería.

La Unión Europea, consciente de la necesidad de contar con materias primas, ha puesto en marcha un plan de acción con el objetivo de generar resiliencia y reducir la dependencia exterior en estas materias. En España tenemos reservas de alguna de ellas, por lo que habría que prestarles especial atención y favorecer su aprovechamiento.

Cabría preguntarse, entonces, ¿por qué parece que va en aumento el rechazo de la sociedad a la actividad minera y a la industria de transformación asociada? La respuesta seguramente se podría explicar con una palabra: desinformación y si queremos añadir unas pocas más: información sesgada o interesada, cuando no falsa.

Los ingenieros de minas creemos que se debe conciliar la existencia de las explotaciones mineras con el resto de los intereses de la sociedad, pero conciliar no es prohibir. Entendemos que el objetivo del Desarrollo Sostenible consiste en alcanzar la sostenibilidad del planeta y de la sociedad en su conjunto, fomentando que el uso de los recursos y los estilos de vida sean sostenibles.

Y para fomentar el uso de los recursos es imprescindible que extraigamos solamente los necesarios y que reaprovechemos todos aquellos que ya están en nuestra actividad económica. Alargar la vida de los productos, utilizarlos el mayor tiempo posible, facilitar su reparación y reciclarlos cuando ya no se puedan utilizar más, forma parte de la mentalidad de economía circular que practicamos.

Por tanto, los ingenieros de minas defendemos que pocas actividades son tan garantistas de la protección del medio ambiente y han generado tanta actividad y riqueza en España como la minería y la industria de transformación asociada.

La magnitud del desafío requiere de la colaboración de territorios, empresas y administraciones para alinear sus estrategias y buscar compromisos colectivos. Es preciso concienciar a los gestores en todos los niveles de la administración y también a la sociedad en general, para que la tramitación no bloquee la ejecución de los proyectos y conseguir así una Transición Justa.

A Santa Bárbara le tocó vivir una época complicada, allá por el siglo III-IV, tuvo que defender su posición, incluso con su vida. Si alguna virtud la ha caracterizado han sido su tenacidad y su perseverancia para seguir adelante.

Fieles a las virtudes de nuestra patrona, los ingenieros de minas queremos dejar claro que las materias primas deben verse como una oportunidad y no como un problema porque suponen una ventaja competitiva, desde el punto de vista social y económico, para el país que las posea, pero sólo si se explotan en el momento que se necesitan. Si dejamos pasar el tiempo, habremos perdido una gran oportunidad y otros se aprovecharán de ello.

¡Feliz Día de Santa Bárbara!

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