Más jabalíes en la aldea gala

Francisco García

Francisco García

En la aldea de irreductibles galos venidos a menos tienen un problema: hay más jabalíes que guerreros, los cuales incluso han perdido tono muscular por la ausencia de escaramuzas y tras habituarse a los subsidios de Roma, que no paga a traidores pero compra voluntades a golpe de sextercio, ya sea en subvenciones al herrero o en la nómina de las jubilaciones de la tropa, que envejece y ha envainado la espada en el baúl de los recuerdos, en conocida canción de la musa Karinátrix, versionada por la talentosa artista local Marisavallerósum, de la primera declinación del latín. Desde que se esfumó la lira del bardo Carlosrubiérix, tal vez embarcado a Cuba en una goleta o un galeón, no hay alegría en el chigre donde se bebe la pócima mágica a culines.

Tanto han envejecido los paisanos de la aldea que Edadepiédrix parece un mocín gayasperu. Pero no es la entrada en años de los paisanos sino la proliferación de jabalíes lo que preocupa a las mentes pensantes de la aldea. Así lo certifica el druida Arangoeconómix, pensador de hábil manejo de la estadística según el cual en algunos de los poblados de la Galia antaño borracha y dinamitera se contabilizan más suidos por kilómetro cuadrado que habitantes. Y el problema no es matarlos: el drama es no dar abasto para comerlos. En las jornadas gastronómicas de la aldea hay más platos de guiso de gochu salvaje con patatines que comensales. Y a los que se sientan a la mesa apenas les quedan dientes con qué roer.

El consejo de ancianos ha encomendado a un joven talentoso llegado del occidente la tarea de enmendar el declive poblacional. Se trata de Marcosinfántix, nuevo director general del Reto Demográfico con cara de niño cuya melena plateada recuerda ciertamente a Astérix. Ciclópea tarea la que le cae al exalcalde de los Oscos, que llega con las bendiciones de Santa Eulalia. Lo tiene crudo: ya le ha dicho el tendero Ordenalfabétix que en esta aldea está todo el pescado vendido.

Suscríbete para seguir leyendo