Opinión

Del "Todo por la patria" a todo por la tierra

No nos defiendan tanto, que ya nos defendemos nosotros. Hanno Pevkur, ministro de Defensa estonio hizo público: "Estaría dispuesto a defender a España".

De momento, los soldados y los F-18 y C-16 los ponemos nosotros desde hace veinte años en Lituania.

No es lo mismo añorar un invierno en Canarias que ir a sobrevolar el Báltico disuadiendo al invasor.

Esto se podía replicar a quienes justifican la incorporación a filas intimidando al prójimo como a sí mismo. Desde Alemania, donde suenan encuestas con mayorías simples llamando a la conscripción, reclutamiento germano, hasta Letonia y Estonia, que nos ponen el macuto al hombro.

Nuestras autoridades, nacionales, internacionales y mundiales deberían cambiar el lema "Todo por la patria".

¿Qué patria? De momento, en España, vamos por la de Bildu y la de Puigdemont.

Cuánto mejor estaba aquello de "Muchacho, la Marina te llama". Ya tú, si eso, pues vas o no.

Francia, sin ir más lejos, llama a sus quintos un mes, como mucho.

¿Qué hacer en 30 días?

La solución es fácil. Sin conciencias que objetar, cambiar el lema "Todo por la Tierra" por "Todo por la Tierra".

Si se empeñan, en un mes de servicio social cobras el mismo sueldo del empleo o estudios que dejas por defender la Tierra: desde reforestar; manejar cañones-monitor de agua; lanzallamas para contrafuegos de extinción; un curso intensivo de primeros auxilios; recogida de plásticos en las playas; hasta compartir la vida con las abuelas de geriátricos.

Mientras haya ejemplos como las maniobras militares de Cerro Muriano, Córdoba, o intereses espurios de instancias fantasmas propiciando guerras, mejor ser activistas por la paz ayudando al prójimo.

Lo que toda la vida fue la Defensa Civil, hoy Protección Civil, para contener a quienes nos meten el miedo desdibujando la democracia y sobre todo la libertad, ese bien preciado.

Si tanta guerra se prevé, eleven la profesionalidad castrense al nivel técnico y curricular obligado, empoderen a la población civil para auto organizarse, sin miedos, con la solidaridad de pensar y creer que la Tierra está por encima de la ambición humana. Así de fácil.

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