"Abareque" (el chigre de La Talamera), localizado en la villa marinera de Ribadesella, cerca de la lonja, acaba de emitir esta misma mañana un comunicado sobre la incertidumbre de la pandemia del Covid-19, dirigido a sus clientes y amigos. "Tras someter a la totalidad de nuestra plantilla a pruebas PCR y detectarse un positivo asintomático en uno de nuestros compañeros, que ya está en cuarentena, decidimos, como medida preventiva y hasta que Vigilancia Epidemiológica se ponga en contacto con nosotros para estudiar nuestro caso, cerrar las puertas del Abareque. Esperamos estar con vosotros de nuevo a la mayor brevedad. Cuidémonos y seamos ética y socialmente responsables con nuestra salud y la de nuestros clientes".

El brote de Ribadesella

El brote de Ribadesella

En Ribadesella, donde todos los clientes que acudieron al camping de Sebreñu o a la Taberna de El Escribanu entre los días 1 y 15 de agosto están convocados a pedir una PCR, funciona desde ayer un autocovid instalado por Transinsa en el polígono de Guadamía, por el que ya han pasado los primeros 111 casos sospechosos.

El brote vinculado al camping y a la taberna ya citada suma, por el momento, 7 casos, y todavía está por ver cómo se gestionará la cuarentena en el caso de que algunos usuarios del camping convocados a la prueba no tengan una alternativa habitacional. Salud ya estudia formas de garantizar una cuarentena "segura" en el recinto, aunque se intuye que muchos afectados podrán buscarse otro recurso. Incluso si su PCR sale negativa, todos los citados a la prueba deben limitar al máximo su vida social durante dos semanas, algo que se antoja complicado en un espacio de acampada. Hasta ahora, no se había registrado ningún brote en un emplazamiento de este tipo, así que las medidas se están estudiando sobre la marcha.

En cuanto a los dos contagiados del hospital del Oriente, varias fuentes aclaran que los afectados son una técnico auxiliar en cuidados de enfermería y una facultativa del servicio de Ginecología del hospital, aunque ninguno de los dos casos parece preocupar en cuanto a su pronóstico. Lo que inquieta más es dónde y cómo se gestaron estos contagios. El entorno sindical, de hecho, ya tiene previsto pedir una explicación tras averiguar que la técnico auxiliar había notificado el contagio sin que a la médico se la hubiese considerado contacto estrecho, pese a que ambas habían pasado consulta juntas recientemente, por lo que la facultativa trabajó durante un par de días antes de que se conociera el positivo.

El consejero Pablo Fernández, que visitó ayer el hospital, explicó que "todavía no se podía hablar de brote", al haber solo dos positivos (y no tres), y aseguró que se está actuando "con contundencia" para detectar a tiempo otros posibles casos. El foco, no obstante, obligó a "blindar" el recinto, que aplazará toda la actividad demorable hasta nuevo aviso -tanto consultas como cirugías- y analizará a toda su plantilla de forma escalonada. Según aclaró la directora gerente del Sespa, Concepción Saavedra, también se estudia realizar pruebas a algunos pacientes que se hayan podido ver afectados. Los contactos estrechos de ambas afectadas ya están identificados y en cuarentena.