Dos centenares de personas se concentran en el colegio concertado de Ribadesella contra el cierre de una de sus aulas

La dirección considera "inviable" una financiación exclusivamente privada por su elevado coste para las familias

La concentración en el patio del  colegio.

La concentración en el patio del colegio. / J.Quince

J.Quince

Alrededor de 200 personas se concentraron este jueves en el patio del Colegio de Nuestra Señora del Rosario de Ribadesella para respaldar al centro en su lucha por mantener abiertas todas sus aulas de Secundaria. Organizada por la Asociación de Madres y Padres(AMPA), la protesta adoptó la forma de un "encierro simbólico y pacífico" en respuesta a la resolución provisional de la Consejería de Educación que busca suprimir para el curso 2024 - 2025 el concierto de Primero de la ESO con el argumento de que no hay alumnos suficientes.

A las dos y media de la tarde, el portón del colegio, ubicado en la calle Gran Vía, se abrió para dar paso a profesores, estudiantes, familiares, antiguos alumnos, vecinos o representantes del PP y Foro, así como al párroco riosellano, José Ramón Fernández Abad. Durante una hora, los asistentes compartieron momentos de confraternización y unidad en torno a la causa en favor de un centro que tiene 116 años de historia.

La iniciativa pretendía aumentar la presión tras la campaña de recogida de más de tres mil firmas, presentadas por la comunidad educativa junto con las alegaciones en contra de la decisión de la Consejería. Un intento más de preservar el único colegio de la comarca del Oriente de Asturias que dispone de este régimen de educación concertada.

Entre las principales preocupaciones expuestas en las alegaciones se encuentran dos fundamentales. Por un lado, la continuidad del centro, que solo ofrece el primer ciclo de Secundaria, lo que antiguamente eran séptimo y octavo. Por otro, el criterio sobre la ratio. Por parte del colegio se lamenta que se haya puesto el foco en la ratio del curso actual, cuando las expectativas para los próximos años son mayores. "Dicen que debe ser de veinte alumnos y ahora mismo contamos con dieciséis. Pero para el año que viene ya tenemos 24 alumnos y, para el siguiente hay 19 matriculados con dos posibles admisiones. Por lo tanto. esa ratio sí se cumpliría", explica el director del centro, Manuel Tirador.

También se argumenta desde la comunidad educativa otros inconvenientes que tienen que ver con la pérdida de empleo de los docentes que ejercen su profesión en el centro, así como con el derecho de elección de las familias. Así, aseguran que, de continuar en esa línea, "el colegio perdería toda la etapa de Secundaria en dos o tres años". Además, el centro educativo considera "inviable" la posibilidad de mantener las aulas con financiación exclusivamente privada debido al elevado coste que supondría para las familias.

A pesar de que el plazo de presentación de alegaciones concluyó el martes pasado, la AMPA continúa movilizándose para hacer llegar su reivindicación a la Consejería de Educación y a toda la sociedad. Un mensaje que parece que ya ha tenido cierto impacto. "Después de presentar las firmas junto con las alegaciones, y de reunirnos con el alcalde de Ribadesella, pedimos cita con la Consejería. Aún no hemos podido reunirnos, pero la Direccción General de Planificación e Infraestructuras se puso en contacto con nosotros, así que algo de lo que estamos haciendo ha calado", asegura Bárbara Álvarez, portavoz de las familias.

Pendientes ahora de la resolución final de la mesa de negociación, las familias no descartan seguir organizando iniciativas en defensa del centro. Aseguran que "harán lo que puedan" hasta conseguir una respuesta.