El joven cangués fallecido en un vuelco perdió a su abuela en verano y salía de cenar con su familia para recordarla en Nochebuena: "Era todo cariño"

Luis Miguel Monje, camarero de 23 años, falleció trágicamente tras una velada con su familia: "Era todo cariño"

El exterior del tanatorio de Cangas de Onís, ayer. En el círculo, el joven Luis Miguel Monje

El exterior del tanatorio de Cangas de Onís, ayer. En el círculo, el joven Luis Miguel Monje / J. M. C.

No habrían cabido en el tanatorio de Cangas de Onís todos los amigos que deja Luis Miguel Monje Fernández. Y los que acudieron ayer a despedirle no podían contener el llanto por la terrible muerte de este joven de 23 años tras volcar el vehículo en el que viajaba en Nochebuena en la carretera de Intriago junto a dos acompañantes, que salieron ilesos. "Era un chaval cariñoso, amable y prudente a más no poder". Así lo describía su tío Javier Fernández Soto, destrozado por una pérdida que le ha roto el corazón. "Es una desgracia tremenda. Lo adorábamos porque se desvivía por nosotros y por todo el mundo. Siempre estaba pendiente de su familia y le faltaba tiempo para ayudar en todo lo que pudiese sin tener siquiera que pedírselo, era especialmente servicial", explicaba entre lágrimas. "Estamos en la más absoluta tristeza. Nos ha dejado vacíos, machacados, abatidos", repetía.

Luis Miguel Monje, "Mimi" para sus amigos, había pasado la Nochebuena en casa de su tío Javier junto al resto de la familia. Este verano le dejó su abuela Clara Soto, una mujer con enorme peso en sus vidas, y no fue fácil organizar la fiesta. Pero supieron recomponerse y la cena había salido perfecta. "Hubo algún momento de nostalgia, pero lo pasamos muy bien y también nos reímos muchísimo. Vinieron cuatro de mis hermanos y él estuvo muy cerca de su primo. Hacía tiempo que no le veía pasárselo tan bien. Ese recuerdo me quedará siempre porque todavía estoy viendo su cara de felicidad", explica Fernández Soto.

Al terminar la cena se despidieron con besos y abrazos. "Se marchó con su primo Daniel. Creo que iban a buscar a un amigo a Mestas. Al volante iba otro amigo", relata el tío del joven fallecido. "Yo ya estaba a punto de acostarme cuando llegó mi hermana y me dio la terrible noticia. Se me hundió el mundo. No me lo creo", añade.

Coche nuevo

Mimi también destacaba por ser un trabajador incansable. "Ahora estaba en un restaurante de Covadonga y sus jefes estaban encantados con él. Estaba muy ilusionado porque quería comprarse un coche nuevo", señala su tío entre sollozos. "Era muy maduro a pesar de su edad. Parecía un paisanín aunque tuviese solo 23 años. No era para nada alocado, era una persona muy cabal", recuerda de un joven al que le encantaba el fútbol –había jugado en las categorías inferiores del Cánicas– y que disfrutaba con la pesca en el río. "Esto ha sido desgarrador. El golpe es tremendo y no se como vamos a salir de esto", señala Javier Fernández Soto.

El siniestro tuvo lugar pasada la medianoche. El Centro de Coordinación de Emergencias recibió el aviso a las 00.29 horas. En la llamada se indicó que había un vehículo volcado y en su interior había una persona que no podía salir. De inmediato se movilizó al Jefe de Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) de la Zona Oriental y a cuatro efectivos del parque de Cangas de Onís, que se trasladaron con el furgón multisocorro y el vehículo primera salida. Una vez en la zona, sacaron del interior del coche a Mimi y colaboraron, con los servicios sanitarios desplazados al lugar, en las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP). Nada se pudo hacer. El funeral tendrá lugar hoy a las cuatro de la tarde en la iglesia parroquial Santa María de la Asunción de Cangas de Onís. Todo el concejo sigue consternado.

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