Relatos sobre vitela

Pin Rafer, figura egregia de la montaña

Semblanza de un inquieto comerciante piloñés amante de las cumbres

Andrés Martínez Vega

Andrés Martínez Vega

Como no podría ser de otra manera, el paisaje de la montaña piloñesa condicionó, en cierto modo, la vocación montañera de la mayoría de los que hemos tenido la suerte de nacer entre las riberas del río Piloña y las altas cumbres que coronan el municipio por su parte meridional. El conocido Grupo de Montaña Vízcares, asociación de las de más antigua tradición en la región, y figuras consagradas del montañismo asturiano como pudo ser José Ramón Lueje (Infiesto, 1903-Gijón, 1981), avalan, precisamente, esta afirmación, que continúa teniendo vigencia en la figura de José Ramón Fernández (Infiesto, 1932), más conocido como Pin Rafer.

Son muchas las actividades que caracterizan el perfil biográfico de este piloñés, nacido en Infiesto en el seno de una familia dedicada al comercio. Su padre, Ramón Fernández, inició su actividad comercial a principios del pasado siglo como vendedor ambulante de telas; actividad muy frecuente y practicada en el concejo por vendedores castellanos que, con el paso del tiempo, llegaron a asentarse en la villa, capital municipal, en la que por aquellos tiempos había un gran dinamismo económico y comercial.

Pin dedicó sus primeros años de juventud a acompañar a su padre en la actividad comercial, que hacía compatible con sus estudios de Comercio, no sólo por el municipio de Piloña, sino también por los inmediatos, hasta que su padre logra abrir en el centro de la villa unos grandes almacenes de tela y confección, los almacenes Rafer, que aún perduran hoy como un gran comercio adaptado a las modas y actualidad de nuestros tiempos.

A la prosperidad de este negocio dedicó Pin 75 años de su vida, si bien como hombre de grandes inquietudes hacía compatible su trabajo con la participación en el tejido asociativo del municipio: fue futbolista, actor de un grupo de teatro local, reconocido montañero…

Esta, en realidad, fue la actividad que caracteriza su biografía deportiva, enmarcada, como no podría ser de otra manera, en el grupo de Montaña Vízcares, del que formó parte durante más de 50 años. Con las vivencias y aprendizaje de su reiteradas caminatas apunta en su itinerario vital el recorrido de las travesías y picos más importantes de Asturias. Subió al Vízcares más de 80 veces e hizo la ruta del Cares casi otras tantas.

Su participación en la Asociación de Montañeros Veteranos del Principado le favorece la presencia en marchas e itinerarios fuera de la región; donde asiste en compañía de su esposa Rosa, montañera también de reconocido prestigio. Ambos tienen en agenda la asistencia a la marcha nacional de montañeros a celebrar en Tenerife. Pin fue reconocido a nivel nacional con el primer premio de montañero veterano, otorgado en la marcha de Granada, e igualmente Rosa en la celebración de Alicante.

No pasan inadvertidos en la villa de Infiesto, en donde ambos mantienen una intensa vida social con presencia en cualquier acontecimiento local, y en donde los puedes ver de ida o de vuelta de esa caminata diaria que a primeras horas de la mañana dan por las diversas rutas del municipio. El encuentro con ellos resulta muy reconfortante, su alegría, su paz interior, su simpatía, la disciplina para mantener sus hábitos sanos es algo que te transmiten sólo con el brillo de sus ojos.

En su filosofía de la vida no cabe el concepto de viejo. Ellos consideran que la actividad forma parte del bienestar y de la salud; y así se convierten en los grandes maestros de la vida con la función de dar ejemplo y transmitir una serie de valores que ellos adquirieron en su largo recorrido por la vida y en tiempos muy difíciles. Compartir experiencias con ellos es, en definitiva, disfrutar del sosiego de la vida, transmitida por su enriquecedora veteranía.