Isabel BALLINA

«¿Dónde hay que firmar para llegar a esta edad y estar así de bien?». Esto se pregunta María Jesús Álvarez, vecina de la Tenderina, que ayer por la tarde participó en el homenaje que los vecinos del barrio rindieron a Milagros Vázquez y Casimiro Menéndez, «abuelos mayores» de las fiestas del Carmen.

Familiares y amigos se reunieron en la plaza Alcalde Álvarez-Buylla para acompañar a sus mayores. Casimiro y Milagros, emocionados, agradecieron a la asociación de vecinos y a todos los presentes el homenaje. «Estoy muy ilusionada» afirmaba Milagros Vázquez, que cumplirá 100 años en septiembre, y que, ataviada con sus mejores galas para la ocasión, disfrutó la tarde con sus más allegados. «Quería estar muy guapa» afirmaba su hija Mari Arias. Casimiro Menéndez, de 93 años, también muy elegante, estaba muy agradecido a la asociación, aunque, bromeando, señalaba que «el año que viene se lo dejo a otro».

Los abuelos, que se pusieron al cuello el pañuelo azul que regala la asociación con motivo de las fiestas, eran foco de todas las miradas. Todos querían fotos con los más mayores del barrio. Ellos, sonrientes, no paraban de bromear. Casimiro contestó: «Una vez fuimos novios», entre risas, cuando se les preguntó si se conocían.

La asociación obsequió a los abuelos con un ramo de flores y un joyero grabado a Milagros, y un libro y una placa grabada a Casimiro. Ellos estaban entusiasmados con los regalos porque no se esperaban «nada» señaló Casimiro.

Tras el homenaje se repartieron los tradicionales bollos y botellas de vino entre los socios de entidad organizadora, para degustarlos en la plaza, amenizada por dos gaiteros. Casimiro y Milagros no dudaron en comer el bollo y comentaban que quizá se quedarían a la verbena, con la que concluirán las fiestas. «Igual a tomarme un vinín» aseguró el hombre.

Al homenaje no faltó el párroco del barrio, Alberto Reigada, que ayudó a la asociación en la búsqueda de las personas de más edad de la Tenderina. «Este año queríamos hacer algo con los mayores, y para ello contamos con el apoyo de la parroquia; juntos conseguimos más», afirmó la secretaria de la asociación, Amelia Santiago. La parroquia ha sido durante estas fiestas también protagonista. Y es que, teniendo en cuenta la crisis, ha pensado en los menos favorecidos y ha tenido un pequeño detalle con ellos. «Las familias con todos sus miembros en paro recibirán el bollo y el vino gratis», indicó el párroco Reigada.

La asociación, que por primera vez organizó el homenaje a los mayores, pretende repetir en las fiestas del año que viene. Milagros, que para las próximas fiestas aumentará en un dígito su edad, comenta que estaría muy complacida si repitiera como abuela mayor. « Si llego, me encantaría» . Otros esperan ser ellos los homenajeados.