El arquitecto encargado del diseño del Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, Rafael Beca, denunció ayer que el informe encargado por el tripartito al asesor del Colegio Oficial de Arquitectos, José Luis Pérez-Lozao, sobre la seguridad del edificio está "cargado de errores". El técnico advierte de fallos que, a su juicio, alimentan "la polémica artificial e interesada" sobre el equipamiento municipal. Concretamente, sostiene que la certificación de que las puertas no son resistentes al fuego "se hizo a ojo" y apunta que en el documento se infla la ocupación en 2.000 personas y la superficie construida en 3.000 metros cuadrados. Motivos todos ellos que ayer mismo le llevaron a denunciar al autor ante la comisión deontológica del colegio profesional.

El diseñador del recinto inaugurado en el año 1999 defiende que el informe elaborado por su colega se basa en premisas "artificiales y sin demostrar". Apunta directamente que el informe sólo señala que las puertas actuales no son resistentes al fuego "en apariencia", dejando en evidencia que no fueron testadas correctamente. Por otro lado, tilda de "totalmente desmesurado y fuera de toda realidad" que se establezca en 4.300 personas la ocupación del Auditorio. "Simultáneamente puede haber un máximo de 2.300 ocupantes y el error está en que suman los usos alternativos", aclara poniendo ejemplos como que los músicos no ocupan a la vez el escenario y los camerinos.

Beca incide en la importancia de hacer una definición rigurosa de la ocupación, puesto que recuerda que esa cifra sirve para determinar las necesidades de seguridad. Del mismo modo, avisa de que el informe cuenta con errores de bulto en cuanto a la superficie construida. A este respecto señala que en los planos iniciales se contemplaban 16.002,5 metros cuadrados, mientras que el informe refleja un total de 18.673, a pesar de que la suma del desglose que se hace en el documento da curiosamente los 16.002 metros.

De todos modos, señala Beca que estos son sólo algunos ejemplos de los múltiples errores, que achaca a "la falta de comprobación". Entre otros fallos apunta a que se reflejan la mitad de las escaleras que en verdad existen y entre los "criterios inauditos" asumidos por Pérez-Lozao apunta al hecho de que incluya como suelo construido el falso techo de la sala principal. "Es algo que jamás había visto en arquitectura", asegura.

A todo ello, añade que los informes realizados por la jefa de bomberos y otra arquitecta municipal "copian los errores de Pérez-Lozao" y opina que para la puesta al día del edificio en algunas materias como la ventilación de las escaleras protegidas "podría hacerse con una quinta parte del presupuesto manejado".