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El complejo hotelero de la cumbre, la propuesta más polémica del "plan Rañada"

El urbanista plantea un hotel, dos restaurantes y bares en la cima del Naranco, construidos de tal forma que no sean visibles desde la ciudad

El tratamiento de la cumbre del monte es uno de los aspectos más controvertidos de cualquier debate sobre el futuro del Naranco. El documento inicial de prioridades que han presentado los arquitectos encargados de la revisión del PGO, y que se basa en el denominado "plan Rañada" de hace un cuarto de siglo, plantea la "posible creación" de un nuevo centro hostelero en el pico del antiguo campamento, aunque soterrado para reducir el impacto visual tanto desde la cima como desde la ciudad.

Aprovechamientos

La solución aportada por Ramón Fernández-Rañada para compatibilizar el aprovechamiento hotelero con el entorno pasa por modificar la forma inicial de la cima para que las edificaciones apenas se vean y generen un impacto visual inapreciable.

En concreto, el plan de Fernández-Rañada para el Naranco, que lleva 26 años en los cajones de la Administración, incluía un aparcamiento con capacidad para 260 vehículos, un hotel, una guardería infantil para la temporada alta, dos restaurantes, un área de bares, varios miradores sobre Oviedo y zonas de paseos y servicios.

Aunque el urbanista sostiene que este complejo apenas generaría impacto ambiental, ya que se adaptaría a la forma alomada de la cima, la propuesta no fue demasiado bien acogida en el Ayuntamiento durante al anterior mandato, con el tripartito de Somos, PSOE e IU al frente del gobierno. El entonces edil de Urbanismo, Ignacio Fernández del Páramo, de Somos, advirtió de que, por encima de aprovechamientos hoteleros, "a la hora de intervenir en el Naranco, la prioridad es proteger lo que queda de patrimonio natural".

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