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Oviedo, capital de la marcha nórdica

El Ayuntamiento amplía la actividad durante el mes de octubre: "Su buena acogida nos hace pensar en abrir más grupos para el invierno"

Marcha nórdica: Los bastones conquistan Oviedo

Marcha nórdica: Los bastones conquistan Oviedo

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Marcha nórdica: Los bastones conquistan Oviedo

El grupo de Whatsapp que probablemente haya estado más activo en el verano de Pilar Menéndez se llama "Las Nórdicas". Su nombre hace referencia al ejercicio que llevan realizando desde "que se pudo salir de casa" y al que Pilar "se enganchó" hace un año aproximadamente: la marcha nórdica. La deportista, de 59 años, estaba ayer en la plaza de la Catedral, de donde salían cuatro grupos de veinte personas. Bastones y chandal era la indumentaria básica para concluir el verano, con un "gran encuentro" de practicantes de esta actividad, que se ampliará durante el mes de octubre. Y con Pilar, muchas de las treinta "Nórdicas", que inscritas en ella desde febrero, ya han creado vínculos de amistad.

La "gran quedada" traía una buena noticia: la marcha nórdica, organizada por el Ayuntamiento, se amplía a octubre. "Su buena acogida nos hace pensar en abrir más grupos y ampliarla también para el invierno", indicó la concejala de Deportes, Conchita Méndez, que también iba ayer enfundada en su chandal y armada de bastones para subir al Alto del Toral. Su grupo estaba lleno: 20 personas. En los otros tres, que se dirigían a la iglesia de Santo Medero, a la ermita de San Isidro, o hacían "la Constante", la afluencia era similar. En total, ochenta inscritos, datos muy parecidos a los acumulados durante el verano. "Un éxito absoluto".

"Es bueno para el noventa y nueve por ciento del cuerpo y muy recomendable para mujeres que acaban de superar un cáncer de mama", explicaba en la plaza Eva María Ortega, instructora de esta actividad. Con los bastones se trabaja el tren superior, a la vez que el inferior mientras se camina. "¡Mirada al frente, barriga hacia dentro y brazos hacia atrás!", indicaba con voz firme al iniciar la marcha.

Según contó la "nórdica" Pilar, una buena monitora es imprescindible para "generar ese enganche" porque, por un lado, "enseña bien el deporte," y por el otro "motiva a continuar". Y eso fue lo que la animó desde el primer día, en marzo, aunque la pandemia le obligó a detenerse. Pero cuando pudo salir, fue de las primeras cosas que hizo. "Es para todas las edades. No valen excusas. Yo había practicado antes otros deportes, pero la marcha nórdica me apasiona", relató. También le encanta la natación, pero le aportan "cosas diferentes".

La misma afición que Pilar la tiene Víctor José Alonso, un profesor de educación física ya jubilado. La descubrió en Suecia en uno de sus viajes y le llamó la atención. Entonces, al primer curso que se pudo apuntar, en el Ayuntamiento de Siero, lo hizo. Desde entonces sale casi todos los días "a marchar". La zona de Meres la conoce como la palma de su mano, al igual que el Naranco o el parque del Oeste. Y aunque muchos días lo hace solo, prefiere ir acompañado, como en la salida de ayer de la Catedral.

"Ropa ligera, buenos bastones, calzado flexible y mucha concentración", indicaba, señalando hacia su indumentaria. Fue uno de los pocos hombres participantes, pero, según contaba, suele haber más. De hecho, en la federación de montaña próximamente se abrirá una vocalía de "Marcha Nórdica". "Que se reconozca como un deporte ya es un mérito", explicó. Y para él, al igual que para Pilar la "Nórdica", que haya un buen ambiente es esencial para practicarlo. Y ambos coincidieron en que en la Catedral lo había.

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