Seis empresas optan a diseñar la reforma del Palacio de los Deportes

Hay diez millones de euros en juego y un puñado de proyectos que llevar a cabo para no perderlos. Planes que hay que pagar y ejecutar antes de que den las campanadas de 2023. El Palacio de los Deportes, la glorieta de la Cruz Roja –la nueva rotonda-plaza– y el parque lineal de Santullano son los primeros. El Ayuntamiento ya ha sacado los tres a licitación a través de un proceso de contratación en el que se reservan el derecho de cribar en una primera vuelta a aquellas empresas que no cumplen unos requisitos mínimos. La Mesa de Contratación ha visto las ofertas y se ha quedado con seis posibles firmas para llevar a cabo la rehabilitación del Palacio de los Deportes y otras dos para reformar la glorieta. Los fondos europeos Edusi están algo más lejos de perderse.

Los proyectos tienen su complejidad. El Palacio de los Deportes es un edificio protegido, en el que el Ayuntamiento quiere meter hasta 5.000 espectadores y que está situado sobre un terreno altamente inestable. Para lograr aumentar el aforo del inmueble, los técnicos insisten en que hay que excavar, porque la cubierta no se puede mover lo más mínimo. Bajo el edificio transcurre un colector que dificulta aún más los trabajos. Hay seis empresas que se consideran capaces de llevar a cabo la obra: Arquitectura y Urbanismo Estudio Boix; Mecanismo, Diseño y Cálculo de Estructuras; Tomás Llavador Arquitectos e Ingenieros, Balia Ingenieros, Viavetus Ingenieros y Villanueva Antuña Arquitectos. Estos últimos son, casualmente, quienes dibujaron por primera vez ese híbrido entre plaza y rotonda en la que el Consistorio quiere convertir la glorieta de la Cruz Roja.

El Ayuntamiento pagará cerca de 160.000 euros a quien se encargue de realizar la asistencia técnica del proyecto de rehabilitación del edificio de Ildefonso Sánchez del Río. Ahora, esas seis empresas deberán presentarán sus ofertas y la institución municipal tendrá que decidir a cuál de ellas confía el futuro del proyecto en base a una serie de criterios técnicos pensados para identificar la opción más solvente. Y los fondos europeos dependen de ello. Para redactar un proyecto complejo, la empresa que se haga con la adjudicación tendrá medio año. Teniendo en cuenta que los plazos van “muy justos”, como ya han reconocido representantes municipales, la primera fase de la redacción de los proyectos no admite retrasos ni errores que, después, puedan comprometer la fase de construcción.

Un representante de unas de las empresas consultado por este diario asegura que el Ayuntamiento desestimó la propuesta de otra de las empresas. La misma fuente explica que la obra tiene una “gran complejidad” y un “margen de beneficio escaso”, pero que poder intervenir en un edificio con la carga histórica y artística del Palacio es “un aliciente”.

Otras fuentes del sector habían subrayado la dificultad de este proyecto al vaticinar que el servicio de municipal de Infraestructuras no tendría “mucho donde elegir”. Pero la carga simbólica del Palacio parece haber compensado. La asistencia técnica para la redacción del proyecto de reordenación del tráfico en la glorieta de la Cruz Roja tiene un plazo de redacción de cuatro meses, trabajo por el que se ofrecen hasta 62.920 euros. Solo dos empresas de ingeniería han pasado el primer corte impuesto por el Ayuntamiento: Iceacsa Consultores y la Sociedad Asturiana de Ingeniería Civil y Energética (Incenersa). El Consistorio deberá elegir entre una de las dos para realizar el proyecto que ya había avanzado la sociedad Villanueva Antuña Arquitectos. La firma gallega Iceacsa, con sedes en varios países, es la que se está encargando del plan de movilidad de Gijón. Incenersa, por su parte, tiene en su cartera de proyectos la urbanización de la calle Armando Collar en la ciudad de Oviedo, donde está su domicilio social.

El proyecto de reordenación de la Cruz Roja tiene una dificultad añadida: la solución al tráfico tiene que responder tanto al presente como al futuro. La entrada de la autopista que da a la nueva plaza-rotonda cambiará, previsiblemente, cuando se ejecute la última obra de las que se desgajaron del proyecto Bulevar del anterior gobierno municipal. Conlleva desplazar la entrada de la autopista por la Fábrica de Armas de La Vega, alejándola de la iglesia de Santullano. Ese concepto “dinámico” de la solución al tráfico complica la ejecución de la nueva glorieta.

Los pliegos delimitan lo que Infraestructuras espera del entronque del Vasco con General Elorza y los requisitos que deberán cumplir los diseños que opten al concurso. Y lo que pide el área dirigida por Nacho Cuesta es que se diseñe un gran espacio verde en vez de una glorieta, que permita distribuir el tráfico, pero también calmarlo, pensada para los peatones, las bicicletas y los patinetes.

Los pliegos definen el ámbito sobre el que se pretende actuar como el de la propia glorieta existente, sus accesos desde las calles Amparo Pedregal, Fernando Vela, General Elorza y Víctor Chávarri, inciden en el aparcamiento del Vasco e incluyen el tramo de la antigua A-66 en dirección a Santullano. No se precisa qué tamaño deberá tener la pieza resultante, pero ya da una idea de que se busca algo mucho mayor que la rotonda actual cuando sugiere que “deberá obviamente extenderse en las citadas calles según las necesidades de trazado para que la geometría viaria resulte funcional”. Con esas directrices, la empresa que se termine haciendo con el contrato deberá bajar al detalle de cómo hacer realidad el plan de la Concejalía.