El “viaje” del guitarrista Pablo Sáinz-Villegas enamora al Auditorio

El público, que llenó la sala de cámara, tributó una gran ovación al músico al final de un gran concierto

Pablo Sáinz-Villegas, durante su concierto de ayer en el Auditorio. | Pablo Solares

Pablo Sáinz-Villegas, durante su concierto de ayer en el Auditorio. | Pablo Solares / A. Pajón / F. Torre

A. Pajón / F. Torre

Había expectación en Oviedo para ver y escuchar a Pablo Sáinz-Villegas, destacadísimo guitarrista. Lograr una entrada para su concierto de ayer en la sala de cámara del Auditorio era poco menos que misión imposible. El guitarrista – que acudía a la ciudad dentro del Ciclo Interdisciplinar de Música de Cámara de Oviedo (CIMCO) que organiza la Fundación Municipal de Cultura (FMC– no defraudó: su programa “Alma de la guitarra española” enamoró a un auditorio que, al final del concierto, tributó una impresionante ovación al músico. El propio Sáinz-Villegas presentó el concierto, una propuesta muy conceptual diseñada como un viaje, y pidió al público que no aplaudiera entre las piezas para no interrumpir ese trayecto ni estorbar a la actriz Carmen Bécares, narradora de excepción procedente de la compañía de teatro clásico La Abadía. El guitarrista atrapó al público desde el primer acorde, un hechizo apenas roto un instante por unas inoportunas toses que casi desencadenan una discusión, algo que no obstante no afectó al intérprete, imperturbable en su hoja de ruta y brillante en la ejecución.

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