Entrevista | Alfonso Vegara Gómez Arquitecto y Urbanista

"Un buen diálogo con el País Vasco podría inspirar a Asturias con el área central"

"Un territorio que no tiene proyecto es muy difícil que entre en una línea adecuada de transformación y de progreso"

Alfonso Vegara, ayer, en el centro social La Caballería.

Alfonso Vegara, ayer, en el centro social La Caballería. / LNE

El urbanista y arquitecto Alfonso Vegara pronunció, ayer, en Soto de Ribera, en el marco de las jornadas de debate organizadas por el Colegio Oficial de Arquitectos de Asturias en colaboración con el Ayuntamiento, una charla centrada en los "territorios inteligentes". El conferenciante es el presidente de la Fundación Metrópoli, un centro internacional dedicado a la investigación y el diseño de ciudades.

–Habla de territorios inteligentes.

–Son aquellos que tienen proyecto, que tienen un liderazgo coherente y son capaces de establecer procesos de participación para que la sociedad civil, el sector privado y el sector público puedan caminar en la misma dirección. Y utilizan la tecnología digital de última generación para ayudar a que la ciudad sea más eficiente en temas de energía y movilidad. Hay ejemplos como Singapur, Bilbao, Cartagena de Indias y Madrid. En este último caso hemos presentado el proyecto Madrid Innovation Lab, donde la Comunidad y el clúster español de soluciones urbanas y la Fundación Metrópoli están colaborando para impulsar la innovación de Madrid y su región metropolitana.

–¿Qué se puede hacer en Asturias?

–En las jornadas hemos analizado qué conceptos que se utilizan para el diseño de las ciudades del futuro pueden inspirar proyectos de transformación en Asturias. En el debate, con arquitectos y responsables políticos, se ha planteado la posibilidad de tener un proyecto de futuro, sobre todo para el área central, con Oviedo, Gijón y Avilés. Será muy importante que se pueda definir de manera participativa, sobre este territorio y que se puedan identificar la vocación económica, los sectores productivos del futuro e invertir la tendencia de pérdida de población y desarrollar nuevas actividades productivas. Hay muchos territorios en el mundo que a través de la creatividad y capacidad para atraer y retener talento están encontrando un futuro mucho más esperanzador.

–Esa es una dificultad a la que se enfrenta Asturias.

–Habría que invertir la tendencia y retener el talento, además de atraerlo en ciertas áreas donde Asturias pueda tener ventaja competitiva. No se puede ser competitivo en todo pero sí se puede buscar la excelencia en ciertas áreas y atraer iniciativas, personas e inversiones. Pero para eso tiene que haber un amplísimo consenso respecto al proyecto de futuro del territorio en Asturias y el área central, donde se concentra la mayor parte de la población.

"En el País Vasco se buscó la complementariedad en la que se puedan integrar núcleos más pequeños y que pueden encontrar posibilidades de desarrollo; en Asturias sería más fácil porque los núcleos están más cerca"

–¿Existe una experiencia en la que mirarse?

–El caso vasco podría inspirar en gran medida lo que se podría hacer en el triángulo central de Asturias. Allí trabajamos con el Gobierno en el diseño de una visión territorial completa del País Vasco. Es otro triángulo, formado por Bilbao, San Sebastián y Vitoria. Allí se planteó un tren de alta velocidad hace muchos años, que ya está terminado y faltan solamente las conexiones en las estaciones de las tres ciudades. Esto va a permitir una interacción entre los tres núcleos, complementándose cada uno de ellos. Bilbao es una capital portuaria, financiera y universitaria; Vitoria es la capital verde y más administrativa; y San Sebastián apuesta por el turismo de calidad y las nuevas tecnologías. Y se buscó la complementariedad en la que se puedan integrar núcleos más pequeños y que pueden encontrar posibilidades de desarrollo estando cerca de donde se concentran los servicios en estos núcleos más importantes, donde se ejecutaron grandes proyectos transformadores. En Asturias sería más fácil porque los núcleos están más cerca.

–¿Qué pasos se pueden dar?

–Hay que tratar de buscar alianzas, quizá no formales o administrativas. Estos territorios que desde el punto de vista funcional están cada vez más integrados tienen un soporte ecológico común aunque como tienen estas divisiones administrativas es difícil llegar a acuerdos. Pero si hubiese la oportunidad de definir una visión de futuro se pueden identificar cuáles son los proyectos que son estratégicos para la transformación en el área central y se pueden trabajar con la administración correspondiente. Un territorio que no tiene proyecto es muy difícil que entre en una línea de transformación y de progreso adecuada. Una buena alianza y un buen diálogo con el País Vasco podrían inspirar y ayudar a Asturias.

–¿A qué retos se enfrentan ahora las ciudades?

–Están en un entorno muy abierto, muy competitivo, de incertidumbre y de mucha movilidad. Cuando una ciudad tiene proyecto atrae iniciativas, proyectos y personas. Un ejemplo es Málaga, que ha sido tradicionalmente destino turístico. Hace 15 años tuve una conversación con el Alcalde, Paco de la Torre, que me comentaba que su sueño era que la provincia no fuese solo un destino turístico y que pudiese atraer talento y empresas tecnológicas. Planteamos entonces un proyecto que se llamaba "Málaga Valley" y se citó al sector tecnológico y a la universidad a trabajar en esa dirección y ahora se empiezan a ver los resultados. Hace pocos meses Google anunció que abre el centro de ciberseguridad de Europa allí, Vodafone se está instalando y desde la pandemia más de 40.000 personas se han asentado en Málaga desde el norte de Europa, al poder teletrabajar.

–Ante los problemas de alquiler, los minipisos… ¿hay alguna solución?

–No hay soluciones genéricas ya que cada ciudad tiene que encontrar su equilibrio. Pero el tema de la vivienda es fundamental y está asociado con otros como la atracción de talento porque mucha gente no puede pagar el coste de las viviendas y tiene que irse a otros lugares. Los temas de movilidad y de vivienda en las ciudades de cierto tamaño empiezan a ser muy relevantes.

"Las nuevas tecnologías permiten poder vivir en el medio rural y tener parte de las ventajas que representa sin desconectarse del otro mundo: una concentración excesiva de la población solo en algunas ciudades no es sostenible y no es deseable"

–¿Qué peso pueden tener las energías renovables en su transformación?

–Con la crisis que estamos viviendo ahora la energía ha vuelto a analizarse como un tema fundamental. Así como el siglo XX fue el siglo del petróleo, el XXI será el del agua, de la energía, y de la producción de alimentos. Europa es la región del mundo que está haciendo mayor esfuerzo en pasar de las energías fósiles a las energías limpias. Nuestras ciudades necesitan hacer un avance significativo hacia la neutralidad en carbono, aislando térmicamente los edificios y optimizando la movilidad. Los esfuerzos que hagan los territorios para trabajar con coherencia en el ámbito de la energía pueden generar oportunidades de desarrollo.

–En las jornadas se analizan las relaciones entre lo rural y lo urbano.

–Durante muchas décadas el mundo ha ido creciendo, sobre todo, en grandes ciudades y megaciudades, pero las de carácter medio están adquiriendo protagonismo. Van a pasar de representar el 11% del PIB mundial a representar el 37%. Asturias, dada la distribución de la población, es un modelo, por esa estructura policéntrica y triangular del área central, que podría ser un gran referente de la conexión del mundo rural y urbano y utilizar las ventajas de uno y otro mundos al servicio de un territorio más equilibrado y que sea competitivo.

–El mundo rural queda cada vez más relegado.

–A nivel global se produce un desplazamiento desde el mundo rural al urbano pero ya en los territorios muy avanzados, sobre todo en Europa, se está apostando mucho por la recuperación del medio rural y empiezan a tener buenos resultados. Las nuevas tecnologías permiten poder vivir en el medio rural y tener parte de las ventajas que representa sin desconectarse del otro mundo. Una concentración excesiva de la población solo en algunas ciudades no es sostenible y no es deseable.

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