La rehabilitación de Fruela, 1 recuperará el portal y la fachada del edificio de De la Guardia

El proyecto para rehabilitar el edificio de Fruela que hace esquina con la calle Rosal, con un uso turístico que incluirá 26 apartamentos, dispone ya de licencia municipal. Así lo confirmaron ayer fuentes de la propietaria del edificio, Invesbra, que lleva dos años ultimando los detalles de la recuperación del inmueble, obra del arquitecto Juan Miguel de la Guardia, proyectada en 1887 y construida en 1889. Con esta intervención, la casa de Fruela, 1 recuperará precisamente el aspecto con el que se inauguró, con entrada por esta calle y sin los añadidos de las reformas a las que fue sometida hace ochenta años.

El interior del edificio, tal y como consta en la memoria técnica del proyecto, estaba muy dañado, pero, además, Patrimonio reclamaba una restitución de elementos originales que en algunos casos habían desaparecido totalmente. Es el caso de la puerta de entrada. El acceso, durante los últimos años, se realizaba de hecho por la calle del Rosal, justo frente al edificio que hoy ocupa la Escuela Municipal de Música. Sin embargo, el análisis de la documentación que se guarda en el archivo municipal y el cotejo de diversas fotografías de principios del siglo XX muestra una puerta con unas pilastras totalmente desaparecidas a mediados del pasado siglo.

Para recuperar de la mejor forma posible este elemento en la fachada, el proyecto que ahora se pondrá en marcha se fijó en otros edificios de la misma época y del mismo autor que presentan, igualmente, una solución similar a la que se ve en las fotos del edificio sin reformar. Se trata de las viviendas de Santa Susana, 8 y Santa Susana, 5, donde también hay un remate de rejas en la parte superior y un vidrio por detrás.

Pero no solo se recupera el portal y las pilastras desaparecidas. También desaparece la galería lateral de madera que ocupa las tres plantas del edificio en su extremo noroeste. Se trata de un elemento añadido como los técnicos apreciaron en el análisis de la edificación y como confirmaron las fotografías de las primeras décadas del siglo XX. Al suprimir estas galerías también se reproducirán los balcones de fundición que, en el resto del inmueble, se someterán a un tratamiento para su recuperación.

Se requiere también recuperar "el contraste cromático y textural de la composición de la fachada original". En este caso, los técnicos se ciñen al informe del arquitecto municipal, que señala cómo "el barrio de Uría y en particular la arquitectura de Juan Miguel de la Guardia mantenían una uniformidad formal, estilística y cromática que ha sido alterada". Para recuperarla se recomienda "la utilización de los colores blancos grisáceos y blanco sucio (nunca blanco puro), teniendo como referencia la Casa de García Conde en la plaza de la Escandalera. La carpintería recuperará igualmente los colores originales que solían presentar un color gris plomo".

Con la licencia municipal ya en la mano, los promotores están cerrando flecos con los contratistas y quieren "empezar cuanto antes". El plazo de ejecución es de entre 16 y 18 meses y el resultado final serán 26 apartamentos turísticos de distinto tamaño, además de los bajos comerciales recuperados en todo el perímetro del inmueble.

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