La Fundación Vinjoy logró la inserción de 300 personas con discapacidad en 2022

El organismo pone en marcha una iniciativa para facilitar la incorporación de personas con problemas físicos o mentales a las empresas asturianas

La presentación del informe, ayer, en el salón de actos de la Fundación. | J. L. S.

La presentación del informe, ayer, en el salón de actos de la Fundación. | J. L. S. / José Luis Salinas

José Luis Salinas

José Luis Salinas

La Fundación Vinjoy logró durante el año pasado la inserción laboral de 300 personas que –por discapacidad o problemas mentales– tenían bastante complicado conseguir un empleo. Tenían las puertas del mercado laboral prácticamente cerradas. La cifra la dio Adolfo Rivas Fernández, director gerente de esta fundación que acaba de recibir la Medalla de Oro del Ayuntamiento de Oviedo y que está celebrando su centenario. Rivas aseguró que se trata de "un número enorme". Lo hizo durante la presentación del proyecto "Iniciativa empresa inclusiva", que ha puesto en marcha este organismo y que tiene como objetivo conseguir que las empresas asturianas sean más inclusivas y no solo contraten a estos empleados por una mera cuestión de cupos. La exposición del proyecto tuvo lugar en el salón de actos de la Fundación ante numeroso público, entre el que había un nutrido grupo de empresarios, representantes sindicales y políticos.

Rivas defendió que la Fundación Vinjoy es hoy en día el motor socioeducativo de Asturias y, apuntando algo más alto, es una de las entidades de referencia a nivel nacional. "Pero necesitamos seguir avanzando en ámbitos como el laboral, porque para construir una sociedad más justa las personas tienen que trabajar y así poder desarrollarse plenamente", aseguró. Ya tienen bastante experiencia en ese campo, con muy buenos resultados, pero consideran que ha llegado el momento de dar un paso más. "Queremos dar un salto cualitativo y pasar de trabajar por la inclusión a trabajar junto a las empresas para convertirlas en empresas inclusivas", dijo. Sería algo así como cambiar la mentalidad empresarial y que la inclusión de personas con dificultades –físicas o mentales– sea algo natural, no forzado. "Pretendemos que la inclusión sea un elemento de valor y que permita que personas distintas puedan convivir y colaborar. Se trata de entender el empleo como una oportunidad, no como una cuestión de competencia en la que a las personas que tienen algún tipo de ‘handicap’ se las deja de lado", argumento.

Durante la presentación quedó patente que el cambio se está encontrando con menor resistencia entre las grandes compañías asturianas, son las que menos problemas tienen para abrazar la inclusión como parte de su cultura laboral. Sin embargo, las que habitan la demografía empresarial son empresas más pequeñas. Por lo general medianas y pequeñas. Y es a esas a las que quieren involucrar ahora. "A las pymes este reto les resulta más difícil", aseguró Rivas. Ahora la Fundación va a hacer tareas de acompañamiento con estas compañías para ir introduciéndolas en ese cambio de cultura. "Tenemos bastante experiencia en ese campo", aseguró. Tanto es así que ya tienen acuerdos de colaboración con más de una cuarentena de compañías para hacer de la inserción laboral su prioridad absoluta.

En el acto, como público, participó Ángela Santianes, presidenta de DuPont para España y Portugal. "Somos conscientes de que hay una parte de la sociedad que tiene dificultades para poder encajar en el sistema de forma sencilla, nosotros nos enfocamos en el talento de las personas y no en las diferencias, eso requiere de un esfuerzo especial a la hora de ver qué tipo de adaptaciones tienes que hacer en tus procesos de selección", señaló la directiva. La cuestión, agregó, es ir derribando las barreras. Una a una. "Lo que quieres, al final, es personas que contribuyan en las funciones que tienes que hacer, pero si esto lo haces involucrando a los empleados lo que consigues es obtener un compromiso adicional por su parte", destacó. "Cuando ves personas que son distintas, que se comportan de forma diferente, eso te ayuda a crecer en lo personal y los casos que hemos tenido han sido de éxito total. Se crean unas dinámicas de equipo diferentes a las habituales. Ganan los propios trabajadores y también la empresa, que logra unos mejores resultados", añadió.

En la presentación de la iniciativa participó el vicepresidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Pablo García, que hizo una apuesta decidida para que la empresa regional se suba al barco de la inclusión porque, enumeró, mejora la vida en sociedad, mejora el sentido de pertenencia, mejora la empatía y es un imperativo social. También reconoció que el "mayor reto" es conseguir que este cambio de cultura acabe calando entre las pequeñas y medianas empresas asentadas en el Principado.

También la directora general del Servicio Público de Empleo (Sepepa), Pilar Varela, puso el acento en que "a las sociedades se las distingue por el esfuerzo que realizan para que nadie se quede atrás, en como involucramos a los menos protegidos". Defendió a capa y espada que para conseguirlo dos departamentos –a priori algo distantes– como Empleo y la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar están trabajando codo con codo para mejorar la cultura de la inclusión en la región. El guante lo recogió la consejera del ramo, Melania Álvarez, que participó como ponente en la presentación de la iniciativa de la Fundación. El propio Principado forma parte del patronato de la Fundación Vinjoy. Álvarez destacó este hecho y el carácter profundamente innovador de este organismo que ha sido su seña de identidad a lo largo de estos cien años de vida. "Este proyecto de empresa inclusiva se alinea con las prioridades que tenemos en la Consejería, desde donde hemos puesto ya numerosas iniciativas para favorecer la incorporación laboral de personas que están en situación de exclusión y de los perceptores de rentas mínimas, así que tenemos un objetivo común sobre el que debemos trabajar de forma conjunta", aseguró.

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