Oviedo dedica una calle a Avelino Uña, primer muerto por covid en Asturias

La calle de Oviedo por la que transitó en cientos de ocasiones llevará su nombre. Avelino Uña Gutiérrez, religioso salesiano, fue el primer fallecido por covid-19 en Asturias. Tenía 68 años. Su muerte tuvo lugar el 11 de marzo de 2020 (este sábado se cumple el tercer aniversario). Era el jefe de estudios del colegio Fundación Masaveu. Por este motivo, una de las calles que delimita este centro educativo –la que lo separa del Palacio de los Niños– será dedicado al religioso en una ceremonia-homenaje que se celebrará mañana, viernes.

"Es un reconocimiento a una labor bien hecha en favor de los demás. Avelino era un trabajador incansable, un organizador nato, un hombre muy práctico. Hasta que ingresó en el HUCA estuvo trabajando", explicó ayer a este periódico Belarmino Posada, director del colegio y de la comunidad de salesianos. Avelino Uña era ingeniero mecánico y profesor de Mecánica. Un cartelón con una fotografía suya presidirá el aulario de la Fundación Masaveu con el lema: "Hasta su último aliento fue para los jóvenes".

Fueron los propios compañeros de Avelino Uña los que emprendieron una campaña de firmas para solicitar la dedicación de una calle. El Pleno del Ayuntamiento ovetense dio luz verde a la propuesta por unanimidad.

"Avelino tenía una ligera diabetes y procuraba cuidarse. Por eso solía pasear por el Parque de Invierno y los fines de semana por la Senda de Fuso", señaló Belarmino Posada. Y añadió: "No era sacerdote, pero sí un hombre profundamente religioso". Los que le conocieron de cerca coinciden en que detrás de un carácter severo, consecuente con su cargo de jefe de estudios, "se escondía una persona muy cercana y buena, con un sentido del humor extraordinario, bien dotado para las relaciones humanas, muy exigente consigo mismo y con los demás".

La comunidad salesiana de Oviedo resultó muy castigada por la pandemia de coronavirus. En este centro educativo surgió el primer brote de covid de la región. Además de Avelino Uña falleció –diez días más tarde– otro religioso, Tirso Álvarez, de 94 años. También resultó contagiado el sacerdote Joaquín Egozcue, de 76 años, administrador del colegio. Tras estar ingresado, sedado e intubado, logró restablecerse.

Unos días antes de enfermar, Avelino Uña había estado en una reunión de salesianos en León. Le acompañaba Enrique Ortea Varela, otro profesor del colegio Masaveu, seglar, compañero de Uña desde que ambos trabajaban en el colegio Virgen del Buen Suceso, de La Robla (León). Ortea ingresó en el HUCA un día antes que Uña, pero superó el covid. Su gratitud es enorme: "Para mí, Avelino fue un padre en lo profesional y en lo personal, y esto mismo hizo toda la vida con sus alumnos: los trataba como si fueran hijos suyos. Desde luego, dio su vida por los demás. Llevaba a las aulas su coherencia de salesiano. En estos tres años, casi todos los días me he acordado de él".

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