Los últimos contactos de Tatiana Coinac, clave de la investigación del crimen de Teatinos

Los investigadores revisan los distintos perfiles que la mujer asesinada utilizaba en internet y sus últimas actividades

La policía científica, en el portal donde tenía su piso Tatiana Coinac.

La policía científica, en el portal donde tenía su piso Tatiana Coinac. / Irma Collín

Cuando se cumple una semana de la muerte de Tatiana Coinac, la mujer de 44 años asesinada el pasado viernes en su domicilio de Teatinos según las primeras hipótesis de la investigación, la Policía está acabando el análisis minucioso de todos los rastros hallados en la escena del crimen y empieza a tirar del hilo de los últimos contactos de la víctima.

La mujer, de nacionalidad moldava pero vecina de Oviedo desde hacía 15 años, propietaria del piso en la calle Amsterdam donde fue hallada muerta, utilizaba al menos dos perfiles distintos y hasta tres móviles diferentes para anunciarse en la web. Ofrecía masajes, contactos y un servicio de línea telefónica erótica. Los investigadores han logrado acceder al contenido de estos terminales e intentan localizar a las personas que pudieron estar con ella el día en que la asesinaron.

Aunque se han encontrado restos de ADN valioso en su casa y se está a la espera de los resultados del laboratorio, fuentes próximas al caso indican que la justicia todavía no ha dado permiso para que los familiares puedan hacerse cargo del cadáver. Con muchos interrogantes en torno a las circunstancias del crimen, parece que todavía cabe la posibilidad de que se amplíe la investigación forense desarrollada durante los primeros días. La madre de Tatiana Coinac habría solicitado ya que le entregasen el cuerpo de su hija, pero todavía no habría recibido la autorización por parte del juzgado. Ella fue, precisamente, quien dio la voz de alarma al llevar varios días sin poder contactar con su hija. Aunque reside en Benicarló (Alicante) visitaba con cierta frecuencia a su hija en Oviedo. Al menos así se lo contaba Tatiana Coinac a las encargadas de una peluquería cercana que frecuentaba. También les dijo que su madre se preocupaba mucho por ella.

Los investigadores creen que pueden encontrar pistas siguiendo los perfiles en las redes y asociados a los teléfonos móviles de la víctima, dado que ejercía la prostitución. En ese sentido, y siempre según las mismas fuentes, hasta el momento no consta que hubiese otras personas vinculadas a los negocios de Tatiana Coinac. A corroborar esta tesis contribuye el hecho de que no había acudido a ninguna ONG especializada en la reinserción de la prostitución en Asturias. Por el contrario, fuentes policiales sí han confirmado la existencia de dos pisos en esa misma calle donde se explota a mujeres, pero sin relación con este caso.

Violencia machista

De momento los investigadores indican el asesino de Tatiana Coinac es una persona muy violenta, sádica, que se ensañó con la víctima y le rompió el cuello y varios huesos, y consideran que hay margen para sospechar que podría estar fichado por delitos graves relacionados con la violencia machista.

Estas conjeturas también siguen alimentando el debate político sobre la tipología del crimen, que este viernes volvió a colear. Un día después de que el Alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, rechazara la petición de la directora de Igualdad, Nuria Varela, de que en las estadísticas de la violencia de género también computen estos casos en los que no estarían involucradas parejas ni exparejas, la Delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, se distanció del debate y pidió prudencia.  En declaraciones a los periodistas, Losa señaló que en la investigación están participando equipos "altamente cualificados" desplazados desde Madrid para estudiar todo el entorno de la víctima para tratar de identificar y detener al autor. "La investigación continúa en los más altos estándares de calidad y está bajo secreto de sumario", recalcó la Delegada, para concluir que todavía no se sabe si el autor de este crimen "horrendo" es un asesino o una asesina, aunque "parece que pudiera ser un hombre". De este modo, concluyó, aún no se sabe si el crimen se puede calificar como un feminicidio.

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