Club Prensa Asturiana

Pilar Bonet: "Ni Zelenski ni Putin están dispuestos a ceder"

"Ucrania ha cometido muchos errores frente a Rusia, pero ninguno justifica esta guerra", asegura la corresponsal política

Por la izquierda, Javier Gámez, Pilar Bonet y Pedro Sánchez-Lazo. | Irma Collín

Por la izquierda, Javier Gámez, Pilar Bonet y Pedro Sánchez-Lazo. | Irma Collín / M. J. IglesiasFirma Apellido,

María José Iglesias

María José Iglesias

"Zelenski no quiere ceder terreno y Putin no está dispuesto a retroceder. El conflicto entre Rusia y Ucrania está enquistado". Así lo señaló ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA la periodista y escritora Pilar Bonet (Ibiza, 1952), corresponsal en la URSS, Rusia y el espacio postsoviético durante más de tres décadas, una analista imprescindible para tratar de entender lo que sucede en una guerra que comenzó el 24 de febrero de 2022 y cuyo fin parece lejano, al menos a medio plazo.

Pilar Bonet, que habló en un Club abarrotado, en un acto organizado por Tribuna Ciudadana y presentado por su presidente, Pedro Sánchez-Lazo, y el directivo Javier Gámez, abogó por quitar a Putin la custodia de la cultura rusa. "Aunque Rusia es muy grande, es un país de gestos extremos, con un mundo propio que participa también de Asia", indicó.

"La Iglesia ortodoxa apoya la guerra y ha sustituido al Partido Comunista como base ideológica. Un efecto de esas relaciones son las donaciones que ha hecho Putin del icono de la Trinidad de Andréi Rubliov, del siglo XV, el más famoso de todos los iconos rusos, y el sarcófago de plata de San Aleksandr Nevski que el Hermitage ha devuelto a la iglesia", señaló. "Ucrania ha cometido muchos errores frente a Rusia, pero ninguno justifica esta agresión, que es el suceso más sangriento que hemos tenido en Europa desde la II Guerra Mundial", recalcó la analista. Bonet reconoció el "descuadre" de Europa y de la OTAN frente a un conflicto para el que las instituciones occidentales no estaban preparadas.

El ultimátum a la OTAN

"En diciembre de 2021 Rusia presentó un ultimátum a la OTAN para que volviese a las fronteras anteriores a 2017 y acusaba a los ucranianos de atacar a los separatistas en el Donbás. El 24 de febrero de 2022 empezó la gran campaña de Rusia contra Ucrania, y en ello seguimos", relató Bonet, para quien lo que está ocurriendo es "un baño de realidad para darse cuenta de que el mundo va más allá de las fronteras occidentales".

"No siempre las causas justas triunfan y aunque la guerra desatada por Putin contra Ucrania no tiene justificación, ahora es imposible predecir lo que puede ocurrir", advirtió la corresponsal política, receptora, en 2022, del Premio de Periodismo "Francisco Cerecedo" de manos del rey Felipe VI, galardón que dedicó a todos los periodistas que, según dijo, "permiten entender mejor el mundo, a todas las personas que forman la memoria histórica de las corresponsalías en el extranjero".

Bonet destripó el conflicto desde la atalaya que le dan sus más de 30 años de experiencia en el mundo soviético y en la Rusia que vino después de la desintegración del bloque comunista. "La pandemia también ha influido en el carácter de Putin, que, según se dice, se ha aficionado a la lectura de filósofos ultranacionalistas", señaló. En julio de 2021, Putin publicó un artículo en el que describía lo que haría en Ucrania, un país que él considera una creación "artificial".

"Esta guerra es la fase más cruenta de la que ya hubo en 2014, cuando se desmontó lo que había ido construyéndose desde 1991. Estamos en un proceso de involución de un Estado que se resiste a evolucionar y que no encuentra su papel en el mundo", detalló la periodista ibicenca.

"Putin, el personaje que está en el poder, extiende la lógica de los servicios de seguridad a todas las instancias del Estado y ese sentimiento de desconfianza, de sentirse acorralados, es lo que impera en el mundo ruso", remarcó.

Bonet recordó cómo en 1991 todo el mundo estaba muy contento porque la URSS se había desintegrado sin sangre. "Quienes opinaron eso tenían una visión demasiado corta. El tiempo no se divide a golpe de hacha".