Entrevista | Gonzalo Míguez Coordinador de Protección Civil en Oviedo

"La condición para unirse a Protección Civil es dar parte de tu tiempo a los demás"

"Actuaciones como el incendio de Uría, la pandemia, los últimos fuegos del Naranco o las que implican muertes son difíciles de olvidar"

Gonzalo Míguez, ayer, en Oviedo, con su uniforme de coordinador de Protección Civil.

Gonzalo Míguez, ayer, en Oviedo, con su uniforme de coordinador de Protección Civil. / Miki López

Gonzálo Míguez García (Oneta, Villayón, 1957) es funcionario del Ayuntamiento de Oviedo y coordinador del servicio de Protección Civil en el municipio desde 2010. El órgano que dirige recibirá hoy en el Ayuntamiento el Premio al Proyecto de Voluntariado Social 2023 por su labor solidaria y altruista, "todo un orgullo" para un equipo de personas que dedican su tiempo a servir a la comunidad sin esperar nada a cambio.

–¿Cuál es el papel del servicio de Protección Civil en Oviedo?

–Protección Civil es un órgano municipal que depende del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) y presta servicios preventivos, asistenciales o de apoyo a los diferentes cuerpos de seguridad y a los propios ciudadanos en el día a día o en situaciones de riesgo, catástrofe o calamidad pública. Nuestro papel no es suplantar a la policía o a los bomberos, lo que hacemos es realizar funciones de apoyo y preventivas.

–Ponga algunos ejemplos.

–Estamos presentes en la mayoría de eventos que se realizan en la ciudad. Es habitual vernos en las competiciones deportivas, en toda clase de actos con mucha concentración de personas, instalando trampas contra las avispas asiáticas, buscando a una persona desaparecida, prestando servicios sanitarios, realizando traslados hospitalarios o en cualquier emergencia, entre otras muchas cosas. Por poner un ejemplo, hemos firmado un acuerdo con el Real Oviedo para hacer de camilleros en el campo y también para atender a los aficionados que puedan sufrir algún percance o indisposición en las gradas.

–También realizan ustedes otro tipo de labores sociales, ¿no es así?

–Siempre las hicimos, pero la pandemia marco un antes y un después en este sentido. Durante la crisis sanitaria atendimos a personas que no podían salir de sus domicilios, que no podían hacer compras o que ni siquiera disponían de recursos para alimentarse. También firmamos un convenio con el Colegio de Farmacéuticos que funcionó a las mil maravillas y que nos llenó de orgullo por su importancia. Los voluntarios recogían los medicamentos y se los llevaban a casa a las personas que los necesitaban para velar por su salud. Hoy en día todavía seguimos haciendo servicios de ese tipo, pero de manera puntual.

–¿Cuántos voluntarios hay ahora mismo en el servicio de Protección Civil de Oviedo?

–Actualmente hay alrededor de setenta personas colaborando, aunque sólo la mitad hacen servicios habitualmente, el resto son ocasionales.

–¿Qué hay que hacer para ser voluntario?

–La única condición para unirse a nosotros es tener claro que quieres dedicar parte de tu tiempo libre a los demás, a los servicios de la comunidad. A partir de ahí cualquiera puede pasarse por nuestras instalaciones, que están en los bajos del Tartiere, y lo atenderemos con mucho gusto. No exigimos ningún tipo de preparación ni formación porque la impartimos nosotros mismos de forma gratuita.

–¿Qué tipo de formación?

–Lo básico son los primeros auxilios y las técnicas de reanimación cardiopulmonar, que son fundamentales. Después tenemos cursos que se imparten a través del 112-Asturias y que sirven para saber actuar en situaciones de incendios, en accidentes que requieren excarcelaciones o para ofrecer atención psicológica en situaciones de emergencia, entre otras muchas cosas.

–¿Cuál es el perfil del voluntario?

–Pues es de lo más variado. Tenemos desde personas prejubiladas hasta jóvenes que acaban de cumplir la mayoría de edad. Lo mejor es que todos ellos se llevan de maravilla, se respetan y jamás he visto ni un sólo roce entre ellos. Entre los colaboradores ocasionales tenemos dos médicas. También tenemos dos enfermeras, dos auxiliares de enfermería y personas que están preparando oposiciones para diferentes cuerpos de seguridad. No obstante, hay de todo.

–¿Cuántas horas a la semana de media dedica un voluntario de Protección Civil a realizar servicios para la comunidad?

–Eso depende, la mayoría compaginan el voluntariado con su trabajo y cada caso es diferente. Lo que sí tenemos registrado es que a lo largo de 2023 hemos hecho 208 servicios, que supusieron un total de 7.019 horas. Eso sí, de los que hacen servicios habituales no hay ninguno que baje de las diez horas semanales.

–¿Hay suficientes voluntarios o se necesitan más?

–Aunque ahora mismo creo que estamos en el equilibrio justo, voluntarios nunca sobran. Siempre estamos tratando de captar a personas que se sumen porque la lista de colaboradores suele ser muy cambiante. Algunos encuentran trabajo y no pueden seguir, otros se retiran por edad... Muchas veces se nos va gente que es muy buena y que ya tiene muchas tablas, pero se trata de seguir adelante y de formar a otros para que cubran ese vacío.

–¿Cómo es el protocolo que se establece en caso de una emergencia?

–Nosotros siempre esperamos órdenes. A mí me llama el jefe de bomberos y en el momento que yo me entero de la incidencia aviso a los voluntarios a través de un chat que compartimos. Después, todos los que pueden acuden al aviso.

–¿Cuál es la situación que más le ha impactado de todas las que le ha tocado vivir?

–Yo tengo una relación muy mala con la muerte y tristemente he tenido que enfrentarme a ella en varias ocasiones. Recuerdo una que me marcó, que fue el rescate del cuerpo de un niño ahogado en Trubia, por ejemplo. También hay otras muchas actuaciones que no se olvidan, como el incendio de Uría, la propia pandemia o los últimos fuegos del Naranco.

–¿Cómo es el orden jerárquico de Protección Civil?

–Pues es bastante simple, yo soy el coordinador y hay otra persona llevando las labores administrativas. El resto son voluntarios.

–Es decir, solo hay dos personas que tienen un sueldo.

–Eso es, solo cobramos las dos personas que somos funcionarios, la auxiliar administrativa y yo.

–¿De qué medios disponen para desempeñar sus servicios?

–La llegada de José Ramón Prado a la concejalía de Seguridad Ciudadana supuso un impulso sin precedentes. Antes teníamos un material prácticamente residual y a los diez días de acceder al cargo comenzó a solucionar problemas que llevábamos años arrastrando. Ahora tenemos cinco vehículos: un botiquín móvil transformable a puesto de mando avanzado, un todoterreno, un vehículo pickup (de caja abierta), otro de ocho plazas eléctrico y un segundo todoterreno de coordinación. Además tenemos dos carpas de acción rápida, que se montan en segundos, todo tipo de material de formación, uniformes, camillas, sillas de ruedas, desfibriladores... Siempre hace falta más, pero no podemos quejarnos.

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