Expal, con planta en Trubia, construirá el nuevo lanzacohetes del Ejército de Tierra

El consorcio en el que se integra la empresa se adjudica un contrato de más de 700 millones de euros para sustituir al antiguo modelo "Teruel"

El Ejército de Tierra volverá a tener lanzacohetes más de una década después, y Rheinmetall Expal, con planta en Trubia, participará en su fabricación. Tras la retirada del vetusto sistema "Teruel", un consorcio capitaneado por la compañía con sede ovetense y la también española Escribano desarrollará un lanzacohetes de fabricación española basado en la innovadora tecnología PULS, que en España se denomina Silam (Sistema Lanzador de Alta Movilidad). La inversión de Defensa para impulsar de esta manera el arsenal bélico asciende a más de 700 millones de euros, y el sistema está diseñado por la compañía israelí Elbit Systems.

La oferta para adquirir el contrato era la que ocupaba desde el año pasado la primera posición en todas las quinielas. Este ambicioso plan representa un hito trascendental en el ámbito militar. Su calendario de integración se llevará a cabo en diversas etapas. A partir del año 2024, se iniciarán los envíos iniciales de lanzadores y cohetes de entrenamiento. A partir de 2025, se procederá al suministro de munición real. Finalmente, se tiene previsto desplegar el último lote de cohetes para el Ejército en 2028. Además de los doce lanzadores, que conforman un grupo de artillería, esta adquisición incluye una serie de vehículos y sistemas de apoyo que satisfacen diversas necesidades operativas.

Entre ellos, se encuentran vehículos para puestos de mando, de recuperación, de reconocimiento de alta movilidad, de munición con grúas y una plataforma de lanzacohetes específica para pruebas. En cuanto a las cantidades, el Ministerio de Defensa calcula adquirir un lote de 680 cohetes. No todas las unidades tienen el mismo alcance, que varía desde los siete hasta los 300 kilómetros. Además de los lanzacohetes y de la munición, Defensa comprará radares multifunción y drones tácticos de altas prestaciones

Escribano se encargará de la fabricación de los elementos metálicos de las unidades, la hidráulica y la electrónica del lanzador, así como de la integración de sus sistemas blindados, estaciones remotas y kits de munición guiada. Bajo la responsabilidad de Expal quedará el desarrollo de los cohetes. Otras empresas españolas como GMV o Iveco España también participarán en el proceso de construcción. Desde Defensa consideran que el consorcio que integra a Expal era el único capacitado técnicamente para desarrollar el proyecto, y afirman que han negociado mejoras para los intereses de la Administración pública.