Los bomberos asombran durante los espectaculares simulacros de emergencia en la plaza de la Catedral

"Tenemos unos bomberos de Primera División", dice Canteli tras presenciar las exhibiciones

El pequeño Liam Martín tiene 4 años y ninguna duda de lo que quiere ser de mayor. Sabedores de su pasión, sus padres, los avilesinos Silvia Fernández y Richard Martínez, le dieron la mayor sorpresa de su corta vida al asomar a la plaza de la Catedral de Oviedo. «Ni se lo creía», comentan los progenitores sobre la reacción del menor al ver en la explanada de Alfonso II el Casto una veintena de vehículos y a 35 efectivos del cuerpo ovetense, deleitando a cientos de personas con espectaculares exhibiciones y demostraciones.

Oviedo no escatimó en medios para conseguir el doble objetivo de conmemorar la festividad de San Juan de Dios, patrón de los bomberos, y acercar a la ciudadanía el trabajo diario de los 68 integrantes del servicio de extinción de incendios. En menos de un par de horas el público pudo presenciar la excarcelación de la víctima de un grave accidente de tráfico, a varios bomberos descolgarse de lo alto de la Catedral para rescatar a un maniquí atrapado en altura y cómo los efectivos extinguían un fuego real en una habitación habilitada en medio de la plaza para la ocasión. «La respuesta está siendo excelente y nos anima a realizar más actividades como esta», celebró el jefe del servicio de bomberos, Luis Díaz Montes.

Entre los numerosos espectadores es coló el alcalde, Alfredo Canteli, quien tras aplaudir efusivamente el exitoso rescate de la torre de la Catedral, se deshizo en elogios hacia la plantilla dependiente del área de Seguridad Ciudadana. «Tenemos un grupo de bomberos excepcional, de Primera División», comentó el regidor, encantado por la gran acogida del evento. «Queremos que los niños conozcan y se sensibilicen con el trabajo que hacen», añadió.

La actividad no es nueva en Oviedo, aunque llevaba sin celebrarse desde 2016, año del fatídico incendio de Uría, donde perdió la vida Eloy Palacio. La misma fue aprovechada por los bomberos para reivindicar la necesidad de reforzar el servicio, ante el inminente aluvión de jubilaciones. «Si se cubren las 16 jubilaciones estaremos satisfechos», indicó el efectivo Emilio Martínez durante un pequeño respiro entre tanta actividad.

Además de los simulacros, los niños como Liam Martín, que acudió ataviado con casco e indumentaria de bombero, pudieron utilizar las mangueras, lanzarse por una tirolina instalada junto a la estatua de «La Regenta», y participar en distintos talleres de atención de heridos y prevención de incendios. «Es una pasada, por mí venía todas las semanas», comentó con una amplia sonrisa Iris Vázquez, una ovetense de 6 años a la que no le importó madrugar para ver en acción a los rescatadores carbayones.

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