Así subió a "La Jirafa" en minuto y medio "el Rayo de Alles": a cuatro escalones por segundo "y comiendo los pisos"

"Llegué fundido, pero recuperé con las vistas", asegura el aspirante a bombero de 24 años, de Peñamellera Alta, que subió a la azotea del edificio de 21 pisos

349 escaleras en 87 segundos: así preparó el ganador de primera la carrera vertical de "La Jirafa"

VÍDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Irma Collín

"Empecé muy fuerte, me comía los pisos, pero a partir de la planta 15 las piernas ya fallaban". Así relata Álvaro Escandón, "el Rayo de Alles", los 87 segundos que empleó para subir a pie los 345 escalones de las 21 alturas del emblemático edificio de "La Jirafa" para ganar la carrera vertical organizada el domingo en recuerdo del bombero Eloy Palacio. Con un promedio de cuatro peldaños por segundo y un pico de pulsaciones en torno a las 190 por minuto, el vecino de Peñamellera Alta de 24 años, que sueña con ser bombero de Oviedo, se alzó con el triunfo en la que era su primera competición de este estilo. "Ya me estoy planeando probar en otras carreras de Madrid o Benidorm", confiesa.

Escandón es un deportista nato. Jugó en las categorías inferiores del Llanes hasta que comenzó a estudiar el Bachillerato en el instituto de Cangas de Onís y con solo 14 años comenzó a correr carreras de montaña. "Estuve varios años en la selección asturiana", comenta el joven, que afirma tener en la sierra del Cuera su particular gimnasio al aire libre.

Hace dos años terminó sus estudios del Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte en León y aparcó las carreras para perseguir su gran aspiración: ser bombero. Hasta ahora ha probado suerte en Gijón y Cantabria, quedándose cerca de su objetivo. Su próxima meta: convertirse en un miembro del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) del Ayuntamiento de Oviedo.

Álvaro Escandón, el hombre que subió los 21 pisos del edificio en 87 segundos.

Álvaro Escandón, el hombre que subió los 21 pisos del edificio en 87 segundos. / Irma Collín

Fue precisamente esa aspiración la que le llevó a asumir el reto de "La Jirafa". "Hay una prueba de las oposiciones que es subir a un cuarto piso con 12,5 kilos de peso en cada brazo. La estoy preparando subiendo las escaleras del Tartiere que dan a Olivares y cuando estoy en el pueblo, subiendo los 70 escalones que llevan al campanario de la iglesia. Creo que eso ayudó a que ganara", reflexiona.

Álvaro salió en el nonagésimo lugar de los 96 participantes que iban disparándose escaleras arriba cada 60 segundos desde las once de la mañana. Sus sensaciones eran buenísimas. "Decidí subir los escalones de dos en dos hasta que me avisaron de que iba por la planta 15 y todo se puso más cuesta arriba", relata. A partir de ahí, tiró de más recursos para culminar el ascenso con el mejor tiempo. "Las piernas empezaban a fallar. Alterné algunas subidas de tres en tres peldaños y al final ya me agarraba a las vallas o lo que fuera para dar el último tirón", continúa recordando.

Al llegar arriba, vio la luz, pero le faltaba el aire. "La chica que estaba allí me dijo que no bajara aún, que aprovechara las vistas para recuperar y eso hice", comenta en relación con un debut soñado, que le llevó a dar la campanada e imponerse a casi un centenar de duros rivales.

Escandón recuerda, no obstante, que quizás no hubiera hecho el mejor tiempo si los bomberos participantes hubiesen corrido en igualdad de condiciones. "El tercero solo hizo tres segundos más a pesar de que llevaba parte del equipo encima", reconoce, puntualizando que él intentó sin éxito que le facilitasen algún equipo similar para correr de igual a igual.

Álvaro Escandón, el hombre que subió los 21 pisos del edificio en 87 segundos.

Álvaro Escandón, el hombre que subió los 21 pisos del edificio en 87 segundos. / Irma Collín

Detalles aparte, este triunfo recompensado con una réplica de la Catedral supone una gran inyección anímica para continuar con el reto de convertirse en bombero. Escandón prosigue su preparación en su Alles natal. Allí, además de subir a la carrera al campanario al menos una vez por semana, suele hacer ejercicios de cuerda en una nave de herramientas de un amigo. También le dejan un espacio en el polideportivo para practicar los movimientos de tierras con pala y para los ejercicios en piscina se desplaza a Llanes.

Sin embargo, no todo es ejercicio en la vida de Escandón. Dos noches por semana trabaja en un hotel de La Franca (Ribadedeva) "para subsistir" y compagina todo ello con el cuidado de Alejandra, su única sobrina, a la que reconoce querer con locura.

"El Rayo de Alles" da por hecho que volverá a subir a toda velocidad por las escaleras de "La Jirafa". Admirador reconocido de Eloy Palacio, promete volver a participar el próximo año en su memorial, aunque eso sí, espera que sea siendo ya un bombero de Oviedo.