El Oviedo regresó de nuevo a la senda de las victorias cambiando así la inercia de los últimos partidos. Los azules, que llevaban tres encuentros sin ganar, se impusieron por 2-0 al Nàstic en un encuentro que se decidió en la primera mitad. Los azules estuvieron acertados en la definición y aprovecharon las dos ocasiones claras que tuvieron para encarrilar el encuentro ante un rival al que condenó su falta de acierto en los últimos metros, ya que dispuso de tres oportunidades que pudieron cambiar el desarrollo del partido.

En la segunda mitad, el Oviedo estuvo mucho mejor. Controló con claridad el juego y aunque apenas creó situaciones de peligro anuló al Nàstic que fue incapaz de acercarse a los dominios de Esteban.

Las principales novedades en el once inicial de los azules fueron el regreso deBorja Valle y la presencia como pareja atacante de Koné y Linares.

El tramo inicial del partido fue espeso. Al Oviedo le costó encontrar el ritmo adecuado ante un Nàstic que tenía más control de balón y además se mostraba peligroso cada vez que se acercaba a la zona de definición. Emana fue el primero que lo intentó con un disparo flojo que atrapó sin problemas Esteban, mientras que la réplica de los azules llegó en una jugada de Koné, tras un pase de Erice, que disparó fuera.

Con el juego bastante espeso, ninguno de los dos equipos lograba imponer su dominio. Los azules insistían demasiado en el juego interior, pero los errores en el pase final les impedía llegar con claridad al área rival.Sin embargo, la primera vez que lo consiguieron se adelantaron en el marcador. Susaeta centró desde la banda izquierda y Koné se adelantó a su marcador para enviar el balón a la red.

La respuesta del equipo catalán no tardó en llegar. Lo hicieron con dos buenas oportunidades en sendos lanzamientos de esquina en los que la defensa azul dio demasiadas facilidades. En la primera Xavi Molina remató de cabeza fuera cuando lo tenía todo a favor, en el minuto 23. Sólo tres después, en otro córner, Marcos estrelló el balón en el larguero, tras prolongar de cabeza Emana en el primer palo.

La falta de acierto penalizó a un Nàstic que en el tramo final de la primera mitad encajó el segundo gol a balón parado. Susaeta, con un lanzamiento directo desde el borde del área batió a Reina poniendo en clara ventaja a un Oviedo que sin hacer excesivo gasto tenía el partido a su favor. Antes del descanso los catalanes iban a tener de nuevo una clara ocasión, pero Esteban, con su salida desbarató el mano a mano con Palanca y evitó el gol.

La segunda mitad se inició con un Oviedo más intenso. Los azules presionaban bien y anulaban los intentos ofensivos de un Nàstic al que le costaba progresar con sentido. Los azules tenían el partido controlado y solo les faltaba tener más acierto en el último pase para generar claras situaciones de peligro ante la portería de Reina.

Con el Oviedo controlando el ritmo del encuentro se llegó al tramo final sin que ninguno de los dos equipos dispusiera de oportunidades de gol en la segunda mitad. Los azules con su ventaja en el marcador estuvieron muy sólidos y no concedieron nada ante un rival que poco a poco se fue diluyendo por el buen trabajo defensivo de los azules.

En toda la segunda mitad, los oviedistas sólo dispusieron de una oportunidad, en un remate de Aguirre, en el minuto 85, pero no les hizo falta. Gestionaron bien la ventaja que tenían en el marcador y además exhibieron el equilibrio que tanto se echó en falta en determinados encuentros para llevarse tres puntos que le permiten regresar de nuevo a la senda de las victorias.