Néstor Susaeta se va del Oviedo y con su salida se da por concluida una época. El extremo derecho ha sido un referente, casi un icono, de la plantilla que logró el ascenso a Segunda División, del equipo que sacó a los azules del pozo de la Segunda B y que tuvo su momento de mayor esplendor en la eliminatoria en la que superaron al Cádiz y con la que el conjunto azul lograba el ansiado regreso al fútbol profesional.

El cabezazo de David Fernández en la victoria (0-1) del Oviedo en el Ramón de Carranza no hubiera sido posible si Susaeta no le hubiera servido un centro casi perfecto en un saque de esquina. Y es que una de las grandes virtudes como futbolista de Susaeta es precisamente su buen toque de balón y su habilidad para centrar con precisión. El de Éibar ha sido casi siempre el encargado de poner en juego los balones parados. Jugador también con gran técnica individual, Susaeta ha sido en sus cuatro temporadas en el Oviedo uno de los titulares. En total ha disputado 146 encuentros de Liga con los azules, 68 en Segunda B y 78 en Segunda. A esos partidos hay que sumar cinco en la Copa del Rey y dos en la promoción de ascenso.

Pero la trayectoria de Susaeta dentro del campo, donde consiguió 27 goles defendiendo la camiseta del Oviedo, no explica todo lo que ha supuesto este jugador para la entidad. Hombre humilde y cercano, el vasco ha sido siempre uno de los favoritos de una afición que ha valorado de Susaeta su cercanía y su disponibilidad.

La situación personal por la que ha atravesado, con un hijo que nació en Oviedo con una enfermedad grave, y la entereza con la que ha sobrellevado esta situación también han llevado a que la afición valorase todavía más su profesionalidad. También ha sido uno de los que ha salido a dar la cara cuando las cosas no han ido bien. Lo hizo la pasada temporada en el momento en el que el Oviedo perdió fuelle en la recta final de la liga. Finalmente, el equipo se quedó fuera del play-off de ascenso, algo de lo que Susaeta reconoce sentirse en parte responsable en la carta de despedida que ayer publicó el Oviedo en su web y que se puede leer en la parte inferior de esta página.

A Susaeta le hubiera gustado decir adiós a la afición públicamente, algo que no ha sido posible. Aún así, el futbolista se marcha agradecido al club en el que, dice, ha vivido lo mejor de su etapa deportiva. En la historia del Oviedo, Susaeta siempre tendrá un sitio privilegiado.