Ya han pasado 14 años desde el fatídico día en que Armando Barbón, uno de los futbolistas más prometedores de la cantera azul, sufriera un trágico accidente que acabó con su vida. Desde entonces, cada año, nunca falta el recuerdo a su figura en el partido que se juega en el Carlos Tartiere justo después del aniversario de su fallecimiento. Ayer no fue una excepción, y la afición azul y la plantilla le pudieron brindar un triunfo para recordarle. "Armando, te quiere, la gente del Tartiere", cantó la grada después de cada gol del Oviedo.

Antes del inicio del partido, como manda la tradición, el capitán del Oviedo, que ayer fue Linares, depositó un ramo de flores junto al busto que se encuentra en un fondo del estadio, junto a la zona donde se encuentra los "Symmachiarii", que ayer además celebraron la fiesta de su aniversario tras el partido con una victoria.

Ante el Numancia se vivió un choque más tranquilo que hace tres semanas ante el Lugo. En aquella ocasión llegaba al líder, hubo remontada incluida, y la grada se enchufó al partido los 90 minutos. Aquella ocasión se jugó por la mañana. Ayer, quizás por el frío, o porque el Oviedo controló mejor el partido, no hizo falta que la afición tuviese que tirar tanto del carro, pero sí que estuvo animada y disfrutó con la tercera victoria seguida de los suyos en casa. Presenciaron el partido 12.268 espectadores, en la media habitual de este curso, y ya con el frío presente en el Tartiere. Un registro ligeramente inferior a los 12.507 que hubo en el último partido en casa. La mejor entrada del año sigue siendo la de la quinta jornada de Liga, con 15.684 espectadores ante el Cádiz.