Alberto Garzón, 26 años, es de Ávila, reside en Madrid pero el del Córdoba es el quinto partido esta temporada que ve del Oviedo en directo. Ha ampliado su radio de acción de Madrid a otras plazas. Estuvo en Zaragoza y no se lo piensa cuando su primo David González, ovetense y seguidor azul que no ha tenido últimamente mucha suerte en sus desplazamientos, le propone el plan. A Alberto el gusanillo del Oviedo le llega por la familia y eso que se empezó a enganchar en la peor etapa posible. "Mi primer partido fue ya en el nuevo Tartiere, el año del descenso", cuenta. Como Alberto Garzón, cerca de un centenar de aficionados carbayones estuvieron ayer presentes en un Nuevo Arcángel que rozó el lleno después de la exitosa campaña de precios populares impulsada por el Córdoba durante la semana: los abonados podían adquirir entradas entre 1 y 5 euros.

Alberto acude al partido con su camiseta y bufanda, dando colorido, mientras recuerda su cómo se enganchó a esta pasión. "Mi estreno fue ante Las Palmas, en la temporada del estreno del nuevo Carlos Tartiere", rememora. El Oviedo igualó a dos ese choque ante los canarios. Losada y Danjou marcaron los goles locales en un nuevo escenario que traería consigo los momentos más duros de la historia azul. Ahí empieza el trayecto de Alberto con el que sería su nuevo equipo. "Me ha tocado toda la etapa del barro, es cierto. Recuerdo que un día el Oviedo jugaba en estadio universitario ante el Uni. Despejaron un balón y cayó en el patio de la casa de mis tíos", indica. Aquella anécdota ilustra perfectamente cómo se vivía en Tercera y Segunda B. Ahora, la cosa ha mejorado. Entre sus mejores recuerdos, el choque de los azules en Ávila, su casa. Aquel 1-5 del Oviedo en la promoción fue una fiesta sin que hubiera que esperar al partido de vuelta.

En Córdoba también hay oviedistas emigrados. Está Jorge Sánchez, asturiano que lleva 10 años viviendo en Sevilla. Viaja a Córdoba, menos de una hora de trayecto, acompañado de sus dos hijos Miguel y Julia. Los partidos en Andalucía son su contacto anual con el oviedismo. "Para el año que viene perdemos al Sevilla Atlético. Eso pensando en que no subamos a Primera, que nunca se sabe?", señala. Sus hijos son optimistas. Cuando se les pregunta si el Oviedo va a ganar asientes de forma tímida.

Tampoco falta a la cita Borja Arbesú, ilustre oviedista fundador de la peña Azul Amsterdam, ciudad en la que trabaja. Se cruza Europa para no fallar a una cita, la del Arcángel, que no suele perderse. En la previa, visita a la expedición azul en su hotel de concentración para contagiar su optimismo natural.

La masa azul desplazada es algo menor que en los dos últimos años, pero se deja notar por las calles de Córdoba. Hay algunos que han viajado desde Madrid. Allí, en una esquina del nuevo Arcángel se reúnen todos.

Entre los aficionados, un especial: el periodista Sid Lowe, que ha cuadrado su agenda para estar en el choque. Lo hace acompañado de su hijo Charlie Mateo, que sonríe cuando se le pregunta por un resultado: "1-2. Con goles de Toché y Berjón".