Se llama Luis Fernández Teijeiro, tiene 24 años (25 en septiembre) y el año pasado jugó en Segunda B con el Deportivo B (12 partidos, 5 goles en un año que le sirvió para recuperarse bien de una grave lesión). El Oviedo ha hablado con su representante y le ha mostrado su interés. Lo ha hecho porque lo conoce bien Juan Antonio Anquela, técnico azul, que le tuvo en el Huesca hace dos temporadas, en la 2015-2016 (28 partidos jugados, 4 goles). Luis Fernández, apuesta personal del jienense, interesa al Oviedo como complemento de Toché y de ese delantero de mayor caché que el Oviedo prevé contratar. Aquí Marc Cardona, del Barça B, sigue siendo uno de los preferidos.

"En el Oviedo está Anquela, que me conoce bien. Me haría ilusión estar a sus órdenes. Tengo muy buenos recuerdos suyos y conectamos bien", señaló ayer el futbolista en conversación con LA NUEVA ESPAÑA. Luis Fernández admite que aún no habló con Anquela, pero reconoce el interés del Oviedo. "Mi agente me dijo que había una posibilidad real y a ver si se da. Sigo al Oviedo, es un club grande y sería una gran oportunidad", abundó el futbolista, nacido en Burela (Lugo).

De primeras, por aquello de que el año pasado jugó en Segunda B, quizá el cartel de Luis Fernández no impresione demasiado. Pero tiene una importante experiencia en Segunda para su corta edad: cuatro temporadas. Debutó en la categoría de plata en el Deportivo, en la temporada 2013-2014, de la mano de Fernando Vázquez. Ese curso, con 20 años, jugó 28 partidos y marcó 5 goles. La temporada siguiente, la 2014-2015, jugó en el Lugo (25 partidos, 5 goles) y la siguiente lo hizo en el Huesca con Anquela. En la 2016-2017 jugó en el Alcorcón y en el UCAM Murcia antes de recalar en el Deportivo B.

Luis Fernández también encierra una historia de superación. Se rompió dos veces el ligamento cruzado, una con 19 años, un año antes de debutar con el Dépor en Segunda (al recuperarse anotó 27 tantos) y otra cinco años después, en febrero de 2017, en el UCAM. El curso pasado jugó en el Dépor B y acabó de recuperarse después de un año con entrenador, dietista y mucho entrenamiento. "Fue difícil, pero ya está todo olvidado", concluye el futbolista, pendiente de saber si cristalizan las negociaciones y vuelve a estar a las órdenes de Anquela.