Cuando Jesús Gil abroncó a Carlos después de irse del Oviedo: "Me dijo que quién me creía yo"

"Vamos a dar pelea", dice el ídolo azul y exjugador colchonero, que se las tuvo tiesas con Jesús Gil

Carlos Muñoz, exjugador del Oviedo y del Atlético de Madrid

Carlos Muñoz, exjugador del Oviedo y del Atlético de Madrid / IRMA COLLIN

Xuan Fernández

Xuan Fernández

Fecha: Ocho de abril de 1989. Lugar: Mestalla, estadio del Valencia. El Atlético de Madrid juega ante el conjunto che en Liga en un ambiente hostil para Jesús Gil, mandamás colchonero y un personaje singular, odiado por aquel entonces por la afición del Valencia. Es un partido duro, de mucho choque y disputa. Carlos era el delantero del Atlético de Madrid. Había llegado en verano procedente del Oviedo tras ascender a Primera. Metió 26 goles de azul, pero de rojiblanco le estaba costando.

Por eso quiso tirar el penalti que señaló el árbitro en aquel partido ante el Valencia. En ese momento el encuentro iba 0-0. "Cogí el balón para tirarlo y el entrenador decía a voces que no, que no lo lanzase yo. No estaba en un buen momento, pero me sobraba confianza. Me hice el loco y tiré el penalti: dio en el palo y no metimos gol". A los diez minutos de esa jugada, el Valencia se adelantó. Y en la última jugada del partido, Carlos se plantó solo delante del portero, le regateó y a puerta vacía le volvió a dar al palo.

Resultado: 1-0 y Mestalla botando. Entonces se desató la tormenta Gil. El presidente del Atlético bajó al vestuario, enrabietado tras el partido. Fue directo a por Carlos. "Me dijo: ‘Pero, ¿tú quién coño te crees que eres?’ Me giré y le dije de todo. Recuerdo que le espeté: ‘Si no me quieres, traspásame, pero déjame tranquilo’. Así era Gil. Buen tipo y acabé bien con él, incluso estuve en su yate, pero si no se hacía lo que él quería"... Carlos (Úbeda, 61 años), ídolo azul de los buenos tiempos, –119 goles en Liga de carbayón–, actual embajador del club, recuerda sus andanzas de colchonero antes de un partido muy especial para él justo en el mismo sitio donde metía goles de carbayón. El viejo Tartiere es hoy el Calatrava, pero los tantos de Carlos siguen en la retina del oviedismo. El Oviedo, su Oviedo, recibe esta tarde al Atlético de Madrid en Copa del Rey y la memoria de Carlos brota.

Siendo colchonero no le fue especialmente bien. Jugó de rojiblanco el curso 88-89, cedido por el Barcelona. Metió cuatro goles. Pocos para él: Carlos metió más tantos al Atlético de Madrid (ocho, siete de ellos con el Oviedo) que con el Atlético de Madrid. "No hubo negociación para ir al Atlético. Me fui obligado por el Barcelona, pero con mucha ilusión. El Atlético tenía a Eusebio y Salinas y el Barcelona los quería, pero pedía dinero y también mi fichaje. Así se hizo". Para Carlos, la aventura de rojiblanco no pudo empezar peor. "La noche antes de mi presentación tuve una gastroenteritis tremenda. Comí jamón en mal estado y estuve vomitando toda la noche. Llegué pálido a la sala de prensa, como un fantasma". Aquella campaña fue para olvidar: cinco entrenadores, sinónimo de inestabilidad. Carlos tenía claro que quería regresar a Oviedo. Eugenio Prieto le llamaba cada semana. "El Atlético no me dejaba marchar, decían que querían que estuviese, pero yo lo tenía claro. Forcé todo lo que pude y además el Oviedo pagó traspaso y me fui en propiedad". Carlos explica así su gatillazo de rojiblanco. "En el Oviedo yo era el jefe. Los jugadores tenían confianza en mí y me salía todo. De aquella se decía: ‘Dádsela a Carlos, que él la mete’. En el Atlético tenía dudas. Saltaba al campo y pensaba: ‘¿Y si la fallo?’ Y eso que me sentía querido y valorado. La afición siempre me agradecía el esfuerzo".

Lo que sucedió es que Carlos volvió a Asturias y firmó los mejores años de su carrera antes de acabar su carrera en México. Como azul, recuerda los partidos ante el Atlético como intensos y disputados. Aunque también había goleadas: 3-0 para el Oviedo en mayo del 91 con un doblete de Carlos. "Ni me acuerdo ya...". Hoy y ahora, las cosas han cambiado. El Oviedo está en Segunda y el Atlético juega en otro escalón desde la llegada del Cholo. Esta tarde se miden los dos equipos y Carlos, veterano, confía en los suyos. "En la Copa nunca se sabe y es a partido único. Será un partido bonito y especial para los jóvenes que nunca vieron al Oviedo en Primera. No descartamos nada, estamos confiados y en una buena racha. Yo tengo mucha fe en este equipo. Vamos a dar pelea, seguro". Hoy no estará Carlos, pero probablemente sí Bastón. ¿Su sucesor como nueve azul? "Ojalá, ojalá, eso significará que nos va muy bien. Bastón está haciendo un trabajo fenomenal. Ojalá marque hoy". Si lo dice Carlos....

Cuando Carlos le dijo "no" a Pachuca

El destino ha querido que Carlos Muñoz regrese al Oviedo de la mano de Jesús Martínez, dueño del club azul y presidente del Grupo Pachuca. Carlos y Martínez son viejos conocidos. De hecho, el oviedista rechazó jugar en Pachuca en 1999 cuando todo estaba listo para su debut. "Me fui de Puebla y Jesús Martínez me llamó. Quería ficharme y firmamos un contrato de un año. Estuve entrenando, pero cuando iba a empezar la Liga le dije que me iba", recuerda Carlos, que tenía 38 años. "No me veía capaz de cumplir con ellos, estaba bien físicamente, pero no estaba a gusto. Jesús me llamó. Me dijo: ‘Estoy en Estados Unidos, hablamos mañana". Al día siguiente vino a verme y le dije que yo no quería fallarle y no me veía capaz. Él respondió: ‘¿No te fías de mí? Te doy dos años". Carlos, pues, firmó un nuevo contrato con Pachuca y volvió a los entrenamientos. Ya tenía casa decorada en la ciudad mexicana, pero volvió a cambiar de idea. "Le volví a decir que me iba, que no me veía capaz. Jesús sospechaba que iba a irme a otro equipo y yo le dije que no era así. Me acuerdo de que pidió que se lo firmase en una servilleta". Finalmente, no hizo falta. El contrato se canceló, Carlos devolvió el dinero y regresó a España. A los dos meses sí se fue a otro equipo de México, el Lobos, pero de Segunda División. Y 22 años después Carlos dijo sí a Jesús Martínez, pero para ser embajador del Oviedo. "Jesús es un tipazo y Pachuca está muy involucrado", recalca el exoviedista.

Suscríbete para seguir leyendo