Estos son los canteranos azules que llaman a la puerta del primer equipo: "Soñamos con los mayores"

Los pilares del filial del Oviedo, que está firmando una gran temporada, analizan la evolución de la cantera azul: "Antes no teníamos ni dónde entrenar, a veces no había agua caliente"

Por la izquierda, Yayo, Osky, Javi Moreno y Álex Cardero, ayer en El Requexón. | Fernando Rodríguez

Por la izquierda, Yayo, Osky, Javi Moreno y Álex Cardero, ayer en El Requexón. | Fernando Rodríguez / X. FernándezX. Fernández

Xuan Fernández

Xuan Fernández

Los cuatro pasean por El Requexón. Tres de ellos –Álex Cardero, Osky y Javi Moreno– van en chanclas. El cuarto, Yayo, se prepara para ejercitarse con el primer equipo. Es esa meta, la de jugar con los mayores, la que persiguen los talentos del Vetusta, el filial azul que está firmando una notable temporada que no pasa desapercibida para el oviedismo: el equipo entrenado por Jaime Álvarez es uno de los candidatos al premio "Herrerita", que otorgan las peñas del Oviedo. Cuatro pilares "vetustianos", todos ellos oviedistas de cuna y en la entidad desde pequeños, atienden en El Requexón a LA NUEVA ESPAÑA. Coinciden en algo: "Ser candidatos al ‘Herrerita’ es un reconocimiento, nuestro sueño es llegar al primer equipo". También en otro asunto: mandar fuerza a Lucas Laso, que sufre una rotura del ligamento cruzado. La savia azul, antes del duelo de esta tarde ante el filial del Valladolid, al descubierto.

Por la izquierda, Yayo, Osky, Javi Moreno y Álex Cardero, ayer en El Requexón. | Fernando Rodríguez

Por la izquierda, Yayo, Osky, Javi Moreno y Álex Cardero, ayer en El Requexón. | Fernando Rodríguez / X. FernándezX. Fernández

Álex Cardero, talento recién renovado. El mediapunta azul fue el hombre de la semana en la ciudad deportiva tras cerrar su renovación. Cardero, que debutó con el primer equipo, tiene 19 años y era un mico cuando empezó en el Oviedo. "Llegué en prebenjamines y de aquella entrenábamos en La Corredoria. En lo que ahora es el parking entrené alguna vez", asegura Cardero, que dio sus primeros pasos en el Juventud Estadio. Poco a poco, escaló en el Oviedo hasta estar muy cerca del Tartiere. "Esto (por el club y su estructura de cantera) cambió muchísimo. Ahora tenemos ropa propia, sesiones de vídeo... La evolución es total. El Vetusta es un equipo de gente muy joven y estamos dando la talla. Ojalá podamos acabar arriba, en el primer equipo", dice Cardero, que pese a su juventud ya hace pinitos como entrenador y se está sacando el título en Avilés.

Yayo, el termómetro del filial. Melena rubia y pie ágil, el mediocentro Pelayo González, "Yayo", es una de las sensaciones del Vetusta de Jaime Álvarez. Fue convocado en Leganés, pero se quedó en el banquillo. En El Requexón es "vox populi" su evolución. Él hace memoria. "Recuerdo cuando entré en el Oviedo y entrenábamos en La Pixarra. No me creo estar aquí, tan cerca del sueño. Pasan los años, te mantienes en la casa y si aprovechas las oportunidades, todo llega", explica el ovetense, oviedista sin solución. Su familia es azul, aunque hay algún caso aislado. "Tengo algún tío atravesado por ahí, pero son excepción", bromea el medio, que hoy regresará con el filial para jugar ante el filial del Valladolid.

Javi Moreno, férreo en defensa. Es el más alto de los cuatro. Un defensa férreo. Debutó con el primer equipo el curso pasado y ahora espera su turno. Es el que mejor recuerda los detalles. "Llevo en el Oviedo desde benjamines –salvo un intervalo en el Llanes– y de aquella no teníamos ni sitio para entrenar. A veces tampoco había agua caliente, pero siempre fue un orgullo jugar en el equipo de mi ciudad", dice Javi Moreno, 22 años. "Soy del Oviedo de toda la vida. Mi padrino me metió el gusanillo: recuerdo que me llevó al Tartiere a ver la eliminatoria de ascenso ante el filial del Mallorca. El Oviedo se lleva en la sangre", finaliza.

Osky, otra esperanza para el lateral izquierdo. Si Bretones se está destapando como el lateral zurdo de Moda, Osky, 19 años, espera su turno en el filial. Es un carrilero clásico. "Y eso que empecé de cierre en fútbol sala", rememora el futbolista, vecino de Lugones, donde empezó a jugar antes de recalar en el Oviedo, en benjamines. "Soñaba con estar donde estoy ahora, aunque nunca me lo imaginaba", finaliza.

Los cuatro pasean por El Requexón. Tres de ellos –Álex Cardero, Osky y Javi Moreno– van en chanclas. El cuarto, Yayo, se prepara para ejercitarse con el primer equipo. Es esa meta, la de jugar con los mayores, la que persiguen los talentos del Vetusta, el filial azul que está firmando una notable temporada que no pasa desapercibida para el oviedismo: el equipo entrenado por Jaime Álvarez es uno de los candidatos al premio "Herrerita" que otorgan las peñas del Oviedo. Cuatro pilares "vetustianos", todos ellos oviedistas de cuna y en la entidad desde pequeños, atienden en El Requexón a LA NUEVA ESPAÑA. Coinciden en algo: "Ser candidatos al ‘Herrerita’ es un reconocimiento, nuestro sueño es llegar al primer equipo". También en otro asunto: mandar fuerza a Lucas Laso, que sufre una rotura del ligamento cruzado. La sabia azul, antes del duelo de esta tarde ante el filial del Valladolid, al descubierto.

Álex Cardero, talento recién renovado. El mediapunta azul fue el hombre de la semana en la ciudad deportiva tras cerrar su renovación. Cardero, que debutó con el primer equipo, tiene 19 años y era un mico cuando empezó en el Oviedo. "Llegué en prebenjamines y de aquella entrenábamos en La Corredoria. En lo que ahora es el parking luego entrené alguna vez", asegura Cardero, que dio sus primeros pasos en el Juventud Estadio. Poco a poco, escaló en el Oviedo hasta estar muy cerca del Tartiere. "Esto (por el club y su estructura de cantera) cambió muchísimo. Ahora tenemos ropa propia, sesiones de vídeo... La evolución es total. El Vetusta es un equipo de gente muy joven y estamos dando la talla. Ojalá podamos acabar arriba, en el primer equipo", dice Cardero, que pese a su juventud ya hace pinitos como entrenador y se está sacando el título en Avilés.

Yayo, el termómetro del filial. Melena rubia y pie ágil, el mediocentro Pelayo González, "Yayo", es una de las sensaciones del Vetusta de Jaime Álvarez. Fue convocado en Leganés, pero se quedó en el banquillo. En El Requexón es vox pópuli su evolución. Él hace memoria. "Recuerdo cuando entré en el Oviedo y entrenábamos en La Pixarra. No me creo estar aquí, tan cerca del sueño. Pasan los años, te mantienes en la casa y si aprovechas las oportunidades, todo llega", explica el ovetense, oviedista sin solución. Su familia es azul, aunque hay algún caso aislado. "Tengo algún tío atravesado por ahí, pero son excepción", bromea el medio, que hoy regresará con el filial para jugar ante el filial del Valladolid.

Javi Moreno, férreo en defensa. Es el más alto de los cuatro. Un defensa férreo. Debutó con el primer equipo el curso pasado y ahora espera su turno. Es el que mejor recuerda los detalles. "Llevo en el Oviedo desde benjamines –salvo un intervalo en el Llanes– y de aquella no teníamos ni sitio pa entrenar. A veces tampoco había agua caliente, pero siempre fue un orgullo jugar en el equipo de mi ciudad", dice Javi Moreno, 22 años. "Soy del Oviedo de toda la vida. Mi padrino me metió el gusanillo: recuerdo que me llevó al Tartiere a ver la eliminatoria de ascenso ante el filial del Mallorca. El Oviedo se lleva en la sangre", finaliza.

Osky, otra esperanza para el lateral izquierdo. Si Bretones se está destapando como el lateral zurdo de Moda, Osky, 19 años, espera su turno en el filial. Es un carrilero clásico. "Y eso que empecé de cierre en fútbol sala", rememora el futbolista, vecino de Lugones, donde empezó a jugar antes de recalar en el Oviedo, en benjamines. "Soñaba con estar donde estoy ahora, aunque nunca me lo imaginaba", finaliza.

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