Carrión promete más pólvora

Con solo dos goles a favor tras siete partidos de Liga, el técnico azul persigue una versión más ofensiva del Oviedo en busca de la reacción en la tabla

Masca, en El Requexón. | Miki López

Masca, en El Requexón. | Miki López / Nacho Azparren

Nacho Azparren

Nacho Azparren

Ya fue la temporada pasada la sequía anotadora uno de los males que afectó al Oviedo de Cervera. Solo que entonces, las cosas parecían sostenerse en un perfecto ejercicio defensivo, que mantenía a los rivales a raya y permitía a los azules avanzar en los resultados más cortos. Daba la impresión de que en algún momento el Oviedo podría ganar a sus rivales por medio gol a cero. Pero ya en el nuevo curso se mantuvieron las escasas soluciones a la hora de atacar y el equipo sí tembló atrás más de la cuenta. De esa combinación de los dos elementos nace la destitución de Cervera. Y con Carrión llega un nuevo estilo que promete más escenas de acción.

"El otro día creo que ya fuimos un equipo muy abierto", explicó el viernes el nuevo entrenador cuando en la sala de prensa le mencionaron ese trabado andar por la competición con resultados tan cortos. A Carrión se le nota que no quiere lanzar juicios acerca de la etapa de Cervera, respeta el trabajo del entrenador que le precedió en el cargo, pero también trata de dejar claro que su Oviedo tendrá las ideas claras y que estas no se parecen en nada a los mandamientos del cántabro.

En Elda, habrá una oportunidad interesante de comprobar si esas promesas acerca de un futuro más ofensivo tienen una traducción práctica.

De momento, el Oviedo transita por la tabla como el equipo con peor bagaje ofensivo de todo el fútbol profesional español, igualado con Las Palmas. Solo ha anotado dos goles en lo que va de curso. El primero, un certero golpeo de Camarasa con el interior del pie derecho que puso las tablas en el marcador en el duelo ante el Racing de Ferrol, segunda jornada. El segundo, un remate en el área pequeña de Bastón tras prolongar Calvo un buen servicio de Colombatto en largo. Desde entonces, 313 minutos sin festejar un gol.

Los números ofensivos son tan pobres que el siguiente conjunto en Segunda con menos celebraciones ya se sitúa en cinco dianas. Son las logradas hasta el inicio de la jornada por el Valladolid, el Elche y el Alcorcón. En Primera, sí se da el caso ya comentado de Las Palmas, dos tantos, pero a partir de ahí los siguientes en peor bagaje ofensivo son Alavés y Cádiz, ya con seis goles a favor.

Bastón y la segunda línea. Será el delantero madrileño el que encabezará esta tarde las operaciones ofensivas de los azules en el Nuevo Pepico Amat. Bastón quiere esta campaña recuperar las cifras de su primer curso como delantero carbayón cuando, con 22 dianas, compartió el título de Pichichi con Stuani, del Girona. El año pasado las cosas no le salieron tan bien en el aspecto personal y se quedó en ocho celebraciones. Todas ellas, logradas en la primera vuelta.

Con Alemão todavía recuperándose de su esguince de rodilla y Masca como alternativa desde el banquillo, Bastón es el principal referente en el área rival. Pero no la única. Porque Carrión ha insistido a lo largo de la semana en la necesidad de que los futbolistas de segunda línea también se incorporen a las posiciones de ataque. Ahí, los Viti, Moyano o Paulino, desde las bandas, o los Seoane y Colombatto, en posiciones más centrales, están llamados a echar una mano.

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