Paulino, al descubierto: "Mi carrera en el fútbol es un caso único: en 10 días pasé de jugar con los amigos a firmar con Nike y el Inter"

"Creo que esta temporada en el Oviedo puede ser la mejor de mi carrera" | "Con 18 años me equivoqué, me creí más de lo que era, pero esos errores me hicieron ser quien soy"

Paulino, jugador del Oviedo

Paulino, jugador del Oviedo / Luisma Murias

Nacho Azparren

Nacho Azparren

Paulino de la Fuente (Santander, 1997) es profesional por uno de los caminos más inverosímiles que se conocen en el fútbol. Por no hacer un spoiler y que sea él el que cuente su historia, digamos que estuvo en el lugar adecuado y en el momento oportuno. Es futbolista por aquel golpe de suerte, pero también, y ahí radica un mérito enorme, por ser consciente de los errores y saber reinventarse. Ahora, a sus 26 años, disfruta de un buen momento deportivo como referencia del ataque del Oviedo. Acaba de superar una lesión y quiere volver a brillar en un sistema, el de Luis Carrión, que parece hecho a su medida.

–Lo primero, ¿cómo está?

–Bien, poco a poco recuperando la forma. En Zaragoza entré bien, intenté ayudar y creo que lo logré. Físicamente estoy bien, para jugar. Luego habría que ver si estoy para los 90 minutos, 75 o 50.

–Se le nota con ganas.

–Es que se está creando un gran ambiente, con resultados positivos es todo más sencillo. Jugar siempre de diez es imposible, pero ahora somos un equipo fiable, que pelea todos los partidos. Me da la sensación de que siempre, en todos los encuentros, vamos a tener opciones de ganar.

–Este Oviedo tiene personalidad.

–Aquí hay jugadores con experiencia y personalidad: Cazorla, Bastón, Dani Calvo, Costas… Eso a los más jóvenes les da un empuje. Y la idea del entrenador beneficia a muchos jugadores, así brillamos un poco más.

–¿Está disfrutando?

–Trato de hacerlo siempre. Ahora más, claro. Si antes tocaba 10 balones, ahora toco treinta, y lo agradezco. Pero es que yo soy un enfermo del fútbol. Conozco gente que juega porque se la da bien pero no tiene pasión. Yo sí la tengo. El día que me falte esa pasión, lo dejo. Tenga 27 o 45 años.

–¿Ve mucho fútbol?

–Sí, sí. Todo. Primera, Segunda, Bundesliga, Premier, Serie A…

–Dígame alguna apuesta personal.

–(Se lo piensa). A ver, no voy a ser muy original, ¿eh? Veo mucho al Madrid y la temporada de Bellingham es increíble. Y me gusta mucho el Leverkusen, y en particular Wirtz, que es impresionante.

Paulino, jugador del Oviedo

Paulino, jugador del Oviedo / Luisma Murias

–A muchos jugadores les ha venido bien el cambio de estilo, pero seguramente el suyo sea el caso más llamativo.

–Antes jugábamos muy atrás. Yo no soy un futbolista muy rápido y hacer 70 metros de campo se me hacía difícil. Me estaba costando. Recibir a 30 o 40 metros es mucho más fácil para todos.

–Hasta ahora, ¿dónde se había visto al mejor Paulino?

–No sabría decirle. Mi primer año en el Logroñés es bueno, con un equipo más justo, con un presupuesto bajo, tocaba amarrar. Se vio un Paulino más regateador. En el Málaga José Alberto me ayudó y se vio una versión más vertical. En Pachuca participé en algunos partidos importantes en los que fui decisivo. Pero no sabría elegir el mejor. El Paulino que se está viendo en el Oviedo me gusta.

–¿Es la actual su mejor versión?

–Ojalá. Creo que la actual puede ser la mejor temporada de mi carrera futbolística porque aún puedo crecer, me queda mucho margen de mejora y el entrenador me puede ayudar mucho.

–¿Qué faltó con Cervera?

–Creo que el problema es que teníamos demasiados jugadores muy diferentes a su estilo. Todos pusimos de nuestra parte, pero no funcionó. No es culpa solo de uno. Yo podía intentar hacer lo que me pedía, pero si no soy capaz de hacer 70 metros a 35 por hora, por mucho que lo intente...

"Todos pusimos de nuestra parte con Cervera, pero no funcionó. No es culpa solo de uno. Yo podía intentar hacer lo que me pedía, pero si no soy capaz de hacer 70 metros a 35 por hora, por mucho que lo intente..."

–¿Le sorprendió Carrión?

–Tenía buenas referencias. Al margen de los futbolístico, ¿sabe que es lo mejor que tiene? Que trata bien a todos los futbolistas. Sobre todo, a los que no juegan. Son los que se comen la parte mala del fútbol y tenerlos enchufados es básico, porque aprietan a los titulares y nunca sabes cuando les tocará sumar. Eso lo gestiona muy bien.

–Hablemos de su carrera. Un tanto sorprendente. Empezó como lateral izquierdo...

–Primero era extremo, pero cuando fui al Racing, con 11 o 12 años, me bajaron a lateral. Era alto, pero ahí me puse algo más gordito. Después no jugaba y decidí salir del Racing para volver al Bansander y empecé de lateral, pero poco a poco fui adelantándome. Pegué el estirón, me puse fino… Me probaron arriba y ahí me quedé.

–¿Se atrevería hoy en día a jugar de lateral?

–(Risas) A ver… Podría jugar, yo creo... Aunque en realidad yo era más extremo que lateral, porque estaba siempre en el campo del rival. Creo que soy ordenado tácticamente, he jugado de 9, de segundo punta, en las dos bandas… El míster me vacila porque no me gusta jugar en la izquierda… No sé, ahí veo menos ángulos. Pero también puedo cumplir en la izquierda. Menos de central he tocado todo.

–¿Hizo más deportes que el fútbol?

–Siempre digo lo mismo: en los estudios no era el mejor, pero los deportes siempre se me dieron bien. Casi todos. Mire, ahora vengo de ganar un par de partidos de pingpong en el gimnasio, luego me echó Álex (Cardero)… (risas). Al pádel juego mucho cuando puedo, en verano. El tenis también se me da bien.

–¿Tenía ídolo de pequeño?

–Cristiano Ronaldo.

–¿Cómo pasa del Bansander al Inter?

–Pues fue una locura. Fue todo en un día, literalmente.

–¿En un día?

–Yo estaba en el Bansander, entrenábamos dos días a la semana y me convocó la selección cántabra. Jugábamos en Valencia ante la selección valenciana y la madrileña, dos de las favoritas, y aquello estaba lleno de agentes para verlos a ellos. En el primer partido, contra Madrid, el míster da la alineación y me pone de media punta con el "10". Yo ni me había puesto las botas penando que sería suplente. Estaban los buenos, que eran los del Racing, y yo pensaba que iba para rellenar. Aquel día mlnee salí, ni yo me creía el partido que hice. Metí un golazo de falta y me salió todo.

"Al acabar el partido, no veas el revuelo en la grada. "¿Quién es el padre del ‘10’ de Cantabria?", preguntaban. Estaban todos los representantes esperando ver a los de Madrid y Valencia y de pronto fliparon conmigo".

–¿Y ahí entra el Inter?

–Al acabar el partido, no vea el revuelo en la grada. "¿Quién es el padre del ‘10’ de Cantabria?", preguntaban. Estaban todos los representantes esperando ver a los de Madrid y Valencia y de pronto fliparon conmigo. Evidentemente yo no tenía repre, solo tenía a mi padre que, como siempre le digo de vacile, no sabe ni lo que es un balón. Se le acercaron todos. Y uno de esos agentes le dice: "Mira, me acaba de llamar el Inter, que estaban viendo el partido, y que si quieres mañana hacemos un precontrato y el día que el chico tenga 16 años se va al Inter con contrato por tres temporadas". Pero todo eso el mismo día del partido, ¿eh? Ya le dije que pasó todo en un día.

–Y firmó.

–Claro. No me lo creía. Al día siguiente, que era cuando quedamos para firmar el contrato, jugábamos contra Valencia y viene el presidente de la Federación cántabra y nos dice que mejor que me quede en el banquillo, que no vaya a ser que la cague y ya no me quiera fichar el Inter (risas). Imagínese cómo sería la cosa.

–Hay muchas trayectorias sorprendentes en el fútbol, pero la suya tiene tela…

–Mi caso es único, en diez días pasé de entrenar un par de días a la semana con los amigos a estar representado por Nike. Empecé con la selección, con representante, camino de Italia...

Paulino, jugador del Oviedo

Paulino, jugador del Oviedo / Luisma Murias

–¿Se le fue la cabeza?

–Ahí no. Lo afronté con ilusión. Yo tenía la idea de ser futbolista, pero cuando salgo del Racing como que te alejas un poco de esa ilusión. Pero yo sabía que era bueno, que podía lograrlo. Y en el Inter ya centro todo en ser futbolista.

–Le va bien en Italia.

–Sí, sí, fue una buena época. Llegué que era nada, 30 kilos, no había pisado un gimnasio en mi vida. Entrenaba como entrenaba... Y allí era muy profesional todo. Estábamos en una villa, donde vivíamos 40 chavales, con unos padres adoptivos que estaban pendientes de nosotros, hasta nos administraban el dinero. De aquel equipo en el Inter hay como 11 jugadores que llegaron al fútbol profesional, ¡una pasada!: Federico Dimarco (actualmente en el Inter), Bonazzoli (Hellas Verona), Pinamonti (Sassuolo)... ¡Llegaron hasta los dos porteros: Radu (Bournemouth) y Di Gregorio (Monza)!

–¿Y por qué se va?

–Era titular, con el "10", en el primavera (filial)... Pues aquello fue culpa mía, que con 18 años me creí más de lo que era. Me equivoqué. En un partido me cambiaron al descanso y me reboté y reaccioné mal, y me sancionaron un mes por tema disciplinario. Iba a renovar dos años, ¿eh? Pero dije "pues me voy". Fui un poco niñato, le metí en un embarque al representante, que me encontró el Atlético.

–Llega a Madrid y no funciona.

–En la primera semana me lesiono el tobillo. No supe gestionar aquello, Madrid, con 18 años… Un día sales con los suplentes de fiesta, no te cuidas como lo hacías antes… En aquellos 6 meses me descentré. Pensé que ya era algo en el fútbol y me equivoqué totalmente. Me rescindieron, no me querían pagar nada, estaban muy enfadados conmigo y con toda la razón del mundo. Yo si fuera el presidente del Atleti hubiera hecho lo mismo.

–¿Y qué hace?

–Pasé al filial del Alavés, con un piso pagado, en Tercera. A empezar de cero. Era eso o dejarlo. Mi madre siempre me lo dice: "Pensábamos que era el fin de tu historia con el fútbol y en realidad fue el mejor inicio de otra historia". Pesaba más lo que me gustaba el fútbol que el resto. Empecé a cuidarme otra vez, a ser profesional, a estar centrado. Pasito a pasito, fue despacio, me costó mucho, 4 años, debutar en Primera. Al final lo conseguí y luego me ceden al Logroñés y ya despego.

–Vaya historia de contrastes.

–Pues sí. Mi historia empezó muy bien, se puso cruda y al final sigue por el buen camino. No me importa hablar de esa fase tan mala. De los errores se aprende y así me ha pasado: estoy encantado de haberme equivocado porque me hizo ser quien soy.

"Mi historia empezó muy bien, se puso cruda y al final sigue por el buen camino. No me importa hablar de esa fase tan mala. De los errores se aprende y así me ha pasado: estoy encantado de haberme equivocado porque me hizo ser quien soy"

–La oferta de Pachuca le sorprendería...

–Venía de hacer una vuelta y media muy buena con el Málaga. Tenía opciones buenas en Segunda y de fuera. La de Pachuca era la mejor oferta económica, por eso decidí. Pero también fue la mejor en lo personal. La gente allí es impresionante, cómo se vuelcan contigo, educados, siempre disponibles. Pregúntele a mi padre cómo le trataron. Al poco yo ya le decía a Jesús (Martínez) "yo me quedo aquí". Por eso renovamos. Y encima fui campeón, el primer título de mi carrera. Yo tengo contrato con ellos, si algún momento tengo que volver allí lo haría sin problemas.

–El Oviedo.

–Se había deshecho un poco el equipo y no empezamos bien la temporada. Estaba siendo titular, pero llamé a Jesús para hablar de la situación y él me habla de la opción del Oviedo. Y le digo que yo al Oviedo me voy encantado. Se hizo en nada. Estar cerca de mi casa es una ventaja increíble.

–¿Se esperaba así el club?

–Es mejor de lo que pensaba. Me habían hablado bien, pero hasta que no lo ves… La ciudad es tipo Santander, estoy muy contento, se vive muy bien. Estoy aquí con mi perro, "Khai", un shiba inu, y mi gata "Mia", que la adopté en México, porque vivía en la calle.

–Dígame alguien que le haya sorprendido.

–Buf, varios… David Costas, mi compañero de habitación, además de amigo es un pedazo de futbolista. Me ha sorprendido. Y a Colombatto no lo conocía y también me parece muy bueno.

–Santi Cazorla.

–Es increíble. Yo le tenía como un ídolo, como alguien que hizo mucho por la selección. Pero tenía la duda de cómo sería personalmente, porque no tienes referencias y piensas "a ver si va a ser un figurita"… Todo lo contrario. La gente no se imagina como es Santi en el vestuario, siempre atento de todo, ayuda a todo el mundo. Yo siempre le digo: "Santi, es que parece que te debo algo". Y él, siempre ayudando.

–Lo último es un juego. Le digo unas frases y usted las completa.

–De acuerdo.

–Mi sueño por cumplir es...

–Ascender a Primera.

–El 1 de agosto de 2024 estaré...

–Con el Oviedo en Primera.

–Si el Oviedo asciende yo...

–Prometo quedarme. Bueno, si el presidente me quiere, claro....

–Pau Paulino, Pau Paulino (nota del redactor: buscar en Youtube esas palabras para entender la respuesta).

–¡Balón de oro, balón de platino! (carcajada).

Suscríbete para seguir leyendo