Un palacete con historia: así es la baza sentimental de la candidatura de Siero a la ciudad deportiva del Oviedo

La familia Tartiere muestra a LA NUEVA ESPAÑA los terrenos que entran en la oferta de ampliación de El Requexón

El palacete de los Tartiere. | Luisma Murias

El palacete de los Tartiere. | Luisma Murias / Nacho Azparren

Nacho Azparren

Nacho Azparren

José Manuel Fuentes abre la verja que da acceso a la gran finca, de algo más de 40.000 metros cuadrados, que toca con la autopista por un frente y con el parque La Cebera, y que es coronado por un elegante palacete levantado en 1928. No muy lejos, más allá del río, está El Requexón. Nadie reside hoy en día en el palacete de los Tartiere, que en realidad lleva así los últimos 50 años, cree recordar José Manuel. Él es el encargado del mantenimiento y cuidado de una finca con un significado especial: allí vivió Carlos Tartiere, fundador y primer presidente del Real Oviedo. Y ahora estos terrenos forman parte de la oferta que Ángel García "Cepi", alcalde de Siero, ha puesto sobre la mesa del club azul en su intento de mantener al club en sus lindes: propone una ampliación de El Requexón que incluiría, a través de una venta, la finca de la emblemática familia.

Uno de los terrenos donde se construiría un campo de fútbol. | Luisma Murias

Uno de los terrenos donde se construiría un campo de fútbol. | Luisma Murias / Nacho Azparren

José Manuel hace de guía al encuentro con LA NUEVA ESPAÑA. Junto él, en la finca hay dos burros, "Pelayo" y "Doña Letizia"; una yegua, "Asia"; y una cabra, "Pantoja". El palacete domina el terreno, pero la finca ofrece muchas más posibilidades.

José Manuel Fuentes, con «Pelayo», «Asia» y «Doña Letizia». | Luisma Murias

José Manuel Fuentes, con «Pelayo», «Asia» y «Doña Letizia». | Luisma Murias / Nacho Azparren

El diseño del Ayuntamiento de Siero, el que Cepi mostró en la mañana del lunes a Martín Peláez y Agustín Lleida, incluía la construcción de dos terrenos de juego en la parcela, además de más edificios con otras funciones. A ellos se añadiría, por supuesto, la opción de rehabilitar el palacete para usarlo, por ejemplo, como residencia para los futbolistas jóvenes de fuera.

El palacete (de dos alturas más un torreón) fue construido por José Tartiere de las Alas-Pumariño (padre del primer presidente azul) en 1928, un par de años después del nacimiento del Real Oviedo, y el arquitecto fue Julio Galán. Tiene una extensión de 930 metros cuadrados y la familia no lo empleó como primera vivienda. Hoy en día pertenece a los seis herederos de Camino Tartiere Barthe, tercera condesa de Santa Bárbara de Lugones, y está en venta desde hace años. Según fuentes conocedoras de la operación, el precio es de unos 1,4 millones de euros.

Para que el Oviedo pudiera transformarlo en parte de la nueva ciudad deportiva, habría que superar un trámite administrativo por las características del suelo, algo que se lograría con un plan parcial

Para que el Oviedo pudiera transformarlo en parte de la nueva ciudad deportiva, habría que superar un trámite administrativo por las características del suelo, algo que se lograría con un plan parcial. El Ayuntamiento de Siero le explicó al Oviedo que el cambio urbanístico tardaría como mucho un año. Además, el club contaría en ese espacio con 5.300 metros cuadrados de edificabilidad para inmuebles, donde entrarían, por ejemplo, más de 50 viviendas de 100 metros cuadrados, lo que compensaría la inversión en la finca.

El palacete y sus amplios terrenos son el complemento a la oferta sierense para que el Oviedo se quede en El Requexón. Se añadiría a los otros dos terrenos de 30.787 y 7.570 metros cuadrados que Cepi pone a disposición del Oviedo. No es la alternativa con más opciones, pero Siero sigue apurando sus bazas, en este caso de naturaleza sentimental.

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