El origen salense de la familia Moratín (de la que procede el autor de "El sí de las niñas")

El bisabuelo del dramaturgo, Domingo Fernández de Moratín, salió del concejo de Salas hacia Madrid en 1650

Leandro Fernández de Moratín, retratado en 1799 por Goya.

Leandro Fernández de Moratín, retratado en 1799 por Goya. / R. F. G.

Javier F. Granda

Javier F. Granda

Seguramente es conocido por todos que una rama de la familia del dramaturgo y poeta Leandro Fernández de Moratín (Madrid, 10 de marzo de 1760 - París, 21 de junio de 1828, enterrado en el cementerio de Père-Lachaise, luego sus restos serían llevados a Madrid), autor, entre muchas otras, de la obra teatral "El sí de las niñas" (1806), procede del concejo de Salas, en concreto de la aldea de Moratín, que se encuentra en la parroquia de Santa Eulalia de Doriga. Menos conocido es un documento, transcrito en un libro de 1897, en el que, bajo el título “Información de limpieza de sangre é hidalguía”, se recoge con todo detalle el origen salense de la saga.

Vista actual del pueblo de Moratín.

Vista actual del pueblo de Moratín. / Javier F. Granda

Fue Leandro Fernández de Moratín amigo de Goya y protegido de Godoy, lo que hizo que fuese tachado de afrancesado, teniendo que huir finalmente a Francia después de un ajetreado periplo por diversas ciudades españolas. Su padre Nicolás Fernández de Moratín nace en Madrid el 20 de julio de 1737 donde fallece el 11 de mayo de 1780. Fue abogado, poeta y dramaturgo, y entre sus obras se encuentran varias piezas teatrales, el poema "Arte de las putas o Arte de putear", publicado en 1898, cien años después de su muerte, etc. Leandro editó en 1821 parte de su obra.

Una de las calles del pueblo de Moratín, en la actualidad.

Una de las calles del pueblo de Moratín, en la actualidad. / Javier F. Granda

Nicolás era hijo de Diego Fernández de Moratín, y éste de Domingo Fernández de Moratín. Siguiendo fuentes secundarias, nos topamos en la Biblioteca Nacional con el libro "Iriarte y su época", de Emilio Cotarelo y Mori (Madrid, 1897), donde se recoge la transcripción de lo que se denomina “Documentos referentes á D. Nicolás y D. Leandro Fernández de Moratín”, comenzando por la “Información de limpieza de sangre é hidalguía” en la que todas las referencias apuntan al lugar de Moratín, en Salas, de donde procede el núcleo familiar que se instala en Madrid en el siglo XVII.

Así queda expresado, en el referido documento transcrito a continuación y que, por su riqueza de información, no se acorta y, que de lo cual, el 4 de enero de 1803 sacó el propio Leandro Fernández de Moratín testimonio de las diligencias bajo la fe del escribano Antonio de Pineda. Es, por tanto, documentación que él conocía y manejaba, quedando patente, siguiendo la documentación de partidas de nacimiento y matrimonios, que fuera su bisabuelo Domingo Fernández de Moratín, quién sale del concejo de Salas hacia Madrid en 1650. Los documentos refieren lo siguiente:

"Pedro Fernández, vecino del lugar de Moratín, del concejo de Salas, Principado de Asturias de Oviedo, en nombre de Diego Fernández Moratín, vecino de la villa de Madrid, y natural del lugar de Moratín, feligresía de Dóriga, de este concejo, y mi primo, y como su poder-habiente, ante V. parezco,y digo: Que al derecho del susodicho conviene hacer información sumaria de su hidalguía y no­bleza y de cómo es hijo legitimo de Domingo Fernández Moratín, su padre, natural y originario del dicho lugar de Moratín, de dicha feligresía de Dóriga, y de María López de Leiguarda, su mujer, difuntos, residentes que fueron de dicha villa de Madrid. Y el dicho Domingo Fernández fué hijo legítimo de Tomás Fernández Moratín y María Suárez, su mujer; y el dicho Tomás fué hijo legítimo de Domingo Fernández Tolín y Sancha López, su mujer, todos naturales origina­rios de dicho lugar de Moratín; y por tales padres, hijos, nietos y biz­nietos, son y fueron habidos y tenidos comúnmente reputados, y todos ellos ansí el dicho mi primo, mi parte, como sus padres y abuelos y bisabuelos paternos son y han sido buenos cristianos viejos, limpios y de limpia sangre, no descendientes de moros ni judíos, ni de los nuevamente convertidos á nuestra Santa Fe Católica, ni han sido penitenciados por el Santo Oficio de la Inquisición ni otro ningún Tribunal, pública ni secretamente, antes bien todos ellos son y han sido hijosdalgo notorios, de sangre y de casa solar conocidos, y en esta posesión han estado y están quieta y pacífica, sin que jamás hayan pagado ninguna paga ni derrama que pagan los buenos hom­bres del estado llano, sin embargo de que los dichos sus abuelos y bisabuelos han tenido y gozado muchos bienes en dicha feligresía y los gozó el dicho Domingo Fernández, su padre, hasta el año pasado de 1650 que se ausentó de dicha feligresía y se fué á dicha villa de Madrid, adonde se casó con la dicha María López, con la cual, entre otros hijos é hijas, tuvo al dicho Diego Fernández, mi parte. Y por ser de las calidades referidas eran y son libres y exentos de todos pe­chos y derechos y han usado oficios honoríficos en la república, de vecindad y de gobierno, guardándoles todos las preeminencias y fran­quicias que se guardan á los demás hijosdalgos de dicho Principado; de todo lo cual en su nombre ofrezco dicha información.

Á Vm. pido y suplico me la reciba, y de ella me mande dar un traslado signado y en forma, con su auto de aprobación, y que el es­cribano de ayuntamiento me de fe del estado en que están en los pa­drones los abuelos y bisabuelos del susodicho, y todo debajo de un signo que protesto y de pagar derechos debidos que es justicia que pido, protesto, costas, juro en forma lo necesario, etc.

Decreto

—De la información que ofrece hacer, en su vista se pro­veerá justicia. Lo proveyó y mandó y firmó Su mrd. el Sr. D. Diego Fernández de Llamas Arango, Juez noble de la villa y concejo de Salas, por S. M. en las casas de Ayuntamiento de dicha villa y Abril 27 de 1719 años.—Diego Fernández de Llamas Arango.— Ante mí: Juan Francisco Rodríguez de Rubín.»

Información

—Hízose en Salas á 27 del mismo mes, compare­ciendo Pedro Fernández de Moratín, vecino de la feligresía de Dóriga, en aquel concejo, y presentó por testigo á Antonio Fernández, vecino del lugar de Moratín; juró y dijo ser de edad de setenta y cinco años; que bien conoce al dicho Diego Fernández de Moratín, resi­dente en Madrid, y conoció á su padre Domingo, el cual, como su mujer María Suárez, fueron vecinos de la feligresía de Dóriga, y que oyó decir que aquél fué hijo de Tomás Fernández y éste de Domingo Fernández Tolín y Sancha López, vecinos del lugar de Moratín. Tam­bién absuelve las demás preguntas sobre limpieza de sangre, etc.— Pedro Álvarez de la Rebollada, vecino de la feligresía de San Antolín de las Dórigas, de noventa y tres años, dijo: que bien conoce al dicho Diego Fernández de Moratín, por haberlo visto en la villa de Madrid, y sabe que es hijo de dicho Domingo Fernández, difunto; y el testigo fué en su compañía el año pasado de 1650 á la dicha villa de Madrid, en donde se casó con María López de Leiguarda, y durante su matri­monio tuvieron, entre otros hijos, al dicho Diego Fernández, preten­diente, y como tal el testigo le vió criarle, y sabe que el dicho Do­mingo Fernández, padre del susodicho, fué hijo legítimo de Tomás Fernández y María Suárez, su mujer, difuntos, vecinos que fueron del dicho lugar de Moratín, á los cuales conoció el testigo, y sabe que el dicho Tomás Fernández fué hijo legítimo de Domingo Fernández Tolín y Sancha López, su mujer. Afirmó también la limpieza de san­gre y que «ni descienden de los Pizarros, ni de los Colonos, ni de otra familia sospechosa», siendo, al contrario, «de muy ilustres fami­lias, como constará de los padrones», y que «siempre han tenido y gozado mucha cantidad de bienes y hacienda» y «han usado y ejercido oficios honoríficos en la república, de vecindad y de gobierno, como jueces ordinarios por el estado noble y alcaldes de la Santa Hermandad y procuradores generales; todo por el estado noble de hijosdalgo, sin que haya habido cosa en contrario».— Nicolás García de Losada, vecino de la feligresía de Dóriga, de ochenta y nueve años, dijo: «que bien conoce al dicho Diego Fernández, vecino de la villa de Madrid, y natural y original del lugar de Moratín, feligresía de Dóriga, de este concejo»; que vió en Madrid á los padres, y afirma los demás extremos, y que no desciende de los Pizarros ni Colonos, etc. Siguen las declaraciones de otros testigos de setenta y nueve y ochen­ta años, que han conocido á D. Diego y á su padre: uno de ellos dice que María López Leiguarda era natural del concejo de Miranda."

Una vivienda en el pueblo de Moratín.

Una vivienda en el pueblo de Moratín. / Javier F. Granda

En el mismo día solicitó Pedro Fernández que se certificase sobre el estado de su parte y ascendientes en los padrones. Se practicó la diligencia, y en los padrones de 1611 a 1644 aparecen como hijos­dalgo Domingo Fernández Tolín y Tomás Fernández de Moratín, su hijo. Desde 1644 a 1670, consta Domingo Fernández hijo de Tomás (30 de Abril de 1719). Siguen las legalizaciones y el 4 de enero de 1803 sacó Don Leandro Fernández de Moratín testimonio de estas diligen­cias bajo la fe del escribano Antonio de Pineda. En este mismo códice de la Biblioteca Nacional (T-447), hay diversa documentación entre la que se encuentra la partida de bautismo de D. Leandro Fernández de Moratín, en la iglesia parroquial de San Sebastián de Madrid, el 12 de Marzo de 1760.

Una casa deshabitada en el pueblo de Moratín.

Una casa deshabitada en el pueblo de Moratín. / Javier F. Granda