La guerra contra el coronavirus tiene varias trincheras desde todas ellas se disparan diariamente datos positivos y negativos. Las cifras de contagiados, muertos y curados por el virus comienzan a parecerse a una montaña rusa, mientras que los Gobiernos luchan otra batalla, la económica, para tratar de cerrar la herida que la parálisis económica pueda tener y que han vuelto a dejar a la luz las enormes diferencias que hay en el seno de la Unión Europea entre el bando de los países del norte y los del sur. Así fue el día doce de confinamiento, donde quizá la noticia más conmovedora es la necesidad que ha tenido una funeraria de Madrid de recurrir a la red de funerarias colaboradoras, entre ellas alguna de Asturias, para derivar fallecidos por coronavirus.

Comenzando en casa, los datos de Asturias tienden de nuevo a una cierta estabilización. El Principado superó hoy los mil casos (1.004), son 104 más que un día antes. Con lo que hay un leve repunte respecto a las jornadas anteriores. Y han fallecido 33 personas, cuatro más en las últimas 24 horas.

Sin embargo, en los de España pueden sacarse tanto versiones positivas como negativas. Depende del prisma que se quiera tomar. El día se cerró con 64.059 contagios. Son 7.871 más que un día antes. Y aunque pueda parecer sorprendente esta es la cifra positiva. El número de infectados tiende a la estabilización. Lo que no es tan positivo es el número de fallecidos 769 en solo 24 horas. Un número nunca visto hasta ahora en un solo día, un nuevo récord negro a sumar a las espaldas del virus. Así, el coronavirus se ha cobrado ya 4.858 muertes en el país. Tampoco llegan buenas noticias desde Italia que, al igual que España, registró ayer un récord de muertes en un solo día por el coronavirus: 969.

Pero volvamos durante unas líneas en Asturias, porque detrás de las cifras oficiales pueden esconderse miles de casos latentes. Tantos como que los servicios de Atención Primaria tienen controlados a 4.500 asturianos que están confinados en sus domicilios porque presentan síntomas leves de la enfermedadO, al menos, no lo suficientemente graves como para acudir al hospital. Si que se les está haciendo un seguimiento de su evolución para comprobar que no vayan a peor y no pasen a engrosar las estadísticas oficiales.

La situación en los geriátricos continúa siendo preocupante en los geriátricos. Hay 177 residentes y profesionales que han dado positivo en las más de 200 residencias de mayores que hay en la región. Y peor aún los fallecidos ya se elevan a 14. Esto ha llevado a que Grado sea un "bunker" del epicentro de esta epidemia. En esa localidad asturiana está una de las residencias de mayores más afectadas por los contagios.

En la región, además, el virus va acabando con la vida de conocidos personajes. Por ejemplo, ayer se confirmó que el coronavirus había sido el causante del fallecimiento de José Luis González Novalín, exrector de la Iglesia Nacional Española de Santiago y Montserrat (tenía 91 años) y también había sesgado la de Javier Faes, director de programas deportivos del Patronato de deportes de Gijón (de 60 años y sin patologías previas).

Ya en España, el consejo de ministros prohibió que los despidos laborales por causas económicas, organizativas, técnicas y productivas que las empresas puedan promover echándole la culpa a la crisis del coronavirus quedarán prohibidas durante el tiempo que dure el estado de alarma. Una reclamación de los sindicatos que, sin embargo, ha enervado a los empresarios y que va en la línea con lo que días atrás ya se aprobó en Italia.

Pero la gran polémica del día tuvo lugar en el Consejo Europeo en el que se negociaban las ayudas millonarias para vacunar a las economías más afectadas por el coronavirus como España e Italia. No hubo acuerdo por las reticencias de los Gobiernos de Alemania y Holanda. Es decir, del bloque de los países del norte contra los del sur. Tal fue el cabreo de los sureños que el primer ministro portugués, Antonio Costa, llegó a calificar de mezquina, repugnante y contraria a la UE la actitud de los holandeses. Cabe recordar, que el Gobierno de Holanda no ha tomado medidas drásticas, como los confinamientos, para parar el virus.

Otro de los que se había resistido a tomar medidas, hasta que no le quedó remedio, el primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, y firme defensor del "Brexit", anunció ayer en un breve mensaje en "Twitter" que había contraído el coronavirus y que iba a recluirse en su casa, justamente lo que él mismo había rechazado días atrás que hiciera la población del país. Paradójico cuanto menos.