Televisión

“Saber y ganar” y el símil de la “vaca lechera”: así ve el programa uno de sus históricos concursantes

Cumple hoy 25 años en pantalla: “No es un programa cualquiera”, dice el ovetense que sumó 77 participaciones

Julio Álvarez con Jordi Hurtado.

Julio Álvarez con Jordi Hurtado.

Julio Álvarez Suárez

Hoy es el día D. Ha llegado el día en que “Saber y Ganar”, concurso icónico de la televisión en España, cumple 25 años ininterrumpidos en pantalla, acompañándonos en cada sobremesa en ese tiempo de unos 45 minutos, en torno a las 4 de la tarde, que supone un respiro en los quehaceres diarios y durante el cual los seguidores más fieles no atendemos a nada que nos distraiga.

Cuando me preguntan qué es para mí “Saber y Ganar”, siempre uso el símil de la “vaca lechera” de la famosa canción: no es un programa cualquiera. Y en una doble vertiente: como espectador y como concursante.

Como espectador se disfruta de un programa cultural ameno de calidad contrastada, realizado con rigor, sobriedad y seriedad, en el que prima el conocimiento sobre el espectáculo, donde el concursante, en general de nivel medio-alto, es el protagonista, aun cuando el presentador también es una pieza clave del éxito del producto, y en el que se puede interactuar desde el sofá respondiendo a las preguntas. Un concurso símbolo de una televisión de calidad con el que es fácil pasar de la afición a la devoción, y de ésta a una adicción que se plasma hoy en día en la variedad de foros en redes sociales donde una legión de seguidores comenta cada detalle del mismo.

Jordi Hurtado: Los memes son signo de la buena salud de “Saber y ganar”

Jordi Hurtado, en el plató de "Saber y ganar" / Alejandro García

Como concursante, la relación con el programa se acrecienta enormemente. Participar en él constituye una experiencia inolvidable. Ver tu programa favorito desde dentro, conocer al equipo, forjar amistades duraderas... Recuerdo mi primer día en plató, tras haber superado el casting telefónico, cuando miraba embelesado ese lugar que tanto había visto en pantalla y en el que por fin me encontraba, con una sensación indescriptible (focos, cámaras, decorados, dimensiones). Y, cómo no, tener delante al mítico Jordi Hurtado, un verdadero “animal” televisivo, cercano, afectuoso, bromista con todos los concursantes, con el que tuve ocasión de entablar una buena relación debido a lo duradero de mis sucesivas presencias en el programa en las que llegué a grabar 77 ediciones. Por supuesto, también todo un equipo detrás que contribuye a que la estancia del concursante en Sant Cugat sea muy placentera. Capitaneados por otro mito de la televisión como Sergi Schaaff, genio creador de espacios como “Si lo sé no vengo”, “El tiempo es oro” o “3x4”, están desde los conocidos Pilar Vázquez y Juanjo Cardenal (ahora sustituido por Elisenda Roca), muy cariñosos con nosotros, hasta el resto del numeroso plantel de profesionales necesarios para que el programa salga adelante y que nos tratan como si estuviéramos en casa. Todo “un señor equipo” que reúne méritos más que suficientes para que a “Saber y Ganar” le sea concedido algún día el “Premio Ondas” o el “Premio Nacional de Televisión”, deudas aún pendientes a día de hoy.

Aunque las grabaciones son maratonianas, el cansancio que se acumula se da por bueno al estar uno divirtiéndose y confraternizando con los compañeros, aunque sea con premios en metálico un tanto exiguos. Hasta seis programas en un solo día, desde primera hora de la mañana hasta última hora de la tarde, con breves paradas para cambios de ropa y algún tentempié, así como para la comida, en tandas de grabaciones de dos días consecutivos, normalmente martes y miércoles. Todo ello en las instalaciones de TVE en Cataluña, a donde los concursantes acudimos con todos los gastos de desplazamiento y estancia por cuenta del programa.

Julio Álvarez con otros concursantes y con Elisenda Roca y Jordi Hurtado.

Julio Álvarez con otros concursantes y con Elisenda Roca y Jordi Hurtado.

Un aspecto destacable tras el paso por el concurso es el reconocimiento de los espectadores, tanto en redes sociales como en la calle, con elogios incluso exagerados, procedentes en su mayoría de personas ya de cierta edad, aunque reconforta especialmente el saludo a veces de algunos jóvenes. Esperemos que haya cantera.

No menos relevante es el de las amistades que se forjan con otros participantes, máxime cuando nos reunimos dos veces al año en encuentros para confraternizar, divertirnos y disfrutar de la gastronomía y cultura locales. El último fue en Tarragona en octubre, tras el parón de la pandemia, y quizá alguno de los próximos se celebre en Oviedo.

Recuerdo a otros concursantes asturianos: los gijoneses Mar y Sergio Buelga, Nuria Vega, Pachi Poncela, a Javier Granda de Avilés, a la tinetense Lidia Fernández, al poleso Nicolás Álvarez y a mis paisanos carbayones Manu García-Mendoza o Pachi Fumanal

Quiero tener una mención especial para todos los asturianos que formamos parte de la historia de “Saber y Ganar”. No puedo enumerarlos a todos, pero a modo de ejemplo recuerdo a los hermanos gijoneses Mar y Sergio Buelga, a Nuria Vega y al periodista Pachi Poncela también de Gijón, a Javier Granda de Avilés, a la tinetense Lidia Fernández, al poleso Nicolás Álvarez y a mis paisanos carbayones Manu García-Mendoza o Pachi Fumanal, que dejaron el pabellón asturiano muy alto.

En definitiva, hoy toca celebrar el cumpleaños de un espacio mítico, nuestro “Saber y Ganar”, un programa tan atemporal como su presentador y que sigue en la brecha tras 25 años, casi 6.700 programas emitidos, unas 450.000 preguntas formuladas y unos 2.800 concursantes, entre los que orgullosamente me encuentro. Esta noche disfrutaremos de la gala especial en el “prime time” de La 2 y de tantos gratos recuerdos, y desde mañana en las sucesivas ediciones diarias que ojalá continúen para siempre ¡Larga vida a “Saber y Ganar”!

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