Entrevista | Iván García Ilustrador ovetense, autor de la adaptación al cómic de la novela histórica «Africanus», de Santiago Posteguillo

"Posteguillo tardó seis años en documentarse para ‘Africanus’, y yo tuve que leer a Tito Livio"

«He trabajado para revistas, agencias, marcas... El cómic, como género, puede ser novela gráfica, pero también es un reclamo publicitario»

El ilustrador Iván García. | Álex Álvarez

El ilustrador Iván García. | Álex Álvarez / Pablo Luis Álvarez

Pablo Luis Álvarez

Pablo Luis Álvarez

El ilustrador Iván García (Oviedo, 44 años) pasa de las dos décadas en el oficio. Con estilo de dibujante de cómic y autor de universos de ficción como «Capitán Eclipse», ha ido de la ilustración a la novela gráfica sin recelos. Se ha buscado la vida para dejarse ver, hasta en tiempos difíciles, y ha logrado colaboraciones tan buenas como la que le llevó a dibujar con los Javis el libro de «Paquita Salas». Ahora presenta otro bocado grande, como es la adaptación al cómic de «Africanus», el libro que descubrió para los lectores al superventas de la novela histórica, Santiago Posteguillo. En clave más local, acaba de presentar el cómic que celebra los 10 años del Duatlón de Avilés, en el que aparece incluso la alcaldesa, Mariví Monteserín. El 6 de mayo estará en Libroviedo, en la feria del libro de la capital asturiana, hablando y firmando ejemplares de su «Africanus».

–«Africanus» llega como adaptación al cómic de «Africanus: el hijo del cónsul» (Editorial Planeta, 2006), la primera novela de Santiago Posteguillo. ¿Cómo surge esta colaboración?

–La idea se plantea a raíz de estar ya colaborando con la editorial Penguin, cuando estaba trabajando con los Javis en el libro de «Paquita Salas». Clara, la encargada del proyecto, me dijo entonces que estaban buscando un dibujante para una adaptación de la novela de Posteguillo. La propuesta me interesó: me gustaban sus novelas, yo mismo había estudiado historia y me parecía una idea muy chula. El libro de Paquita finalmente salió y al cabo de un tiempo me ofrecieron realizar una prueba, una página de cómic, que Posteguillo revisó. Más adelante, David Menéndez me entregó el guión adaptado y ya empezamos a trabajar sobre ello.

–Este trabajo le llega después de una larga trayectoria como dibujante, una carrera que comenzó antes de la crisis de 2008; consigue capearla y se renueva, con una amplia presencia en plataformas digitales y redes sociales.

–Sí, claro, a mí internet me ha dado muchas cosas (se ríe). Cuando yo empiezo a trabajar como ilustrador es unos cinco o seis años antes de que empezase la recesión. Uno de mis primeros trabajos fue en un estudio, haciendo ilustración médica para los cursos MIR en Asturias, pero al poco ya me establecí por mi cuenta y no mucho más tarde empezó la crisis. Ahí todo ese trabajo que venía a través de editoriales se acabó, muchas de hecho cerraron y las que permanecieron abiertas tiraban mucho menos de ilustrador. Entonces empecé a sacar otros trabajos, por cuenta propia, cosas que me apetecía hacer y que no dependían de una editorial, y las empecé a situar en las plataformas que había de aquella, en Fotolog o MySpace y, más tarde, en Facebook o Instagram. Creo que me fui adaptando a cada una de manera bastante natural. Al final, se convirtió en un escaparate de gran visibilidad. Fue así como me contactó Penguin.

–Con ellos dibujó un cómic que ilustra dos décadas de «Superviviente», que es el título de la «biografía autorizada» de Paquita Salas.

–Eso fue durante la pandemia, en pleno covid, cuando yo dije: «¡Hala! se acerca otra recesión, ¿otra vez?». Pero al final tuve la suerte de que resultó ser un año de trabajo buenísimo para mí. Fue además un proyecto muy divertido donde pude dibujar a Ana Obregón o Alaska. ¡Un lujo! También aquel año Fangoria utilizó una de mis ilustraciones para su camiseta de la gira, así que salieron bastantes cosas.

–Su trabajo como artista de cómic viene de largo.

–Claro, cómic he hecho muchísimo, para dos revistas de La Cúpula, para publicidad, para agencias, para marcas... Como género, el cómic puede ser una novela gráfica pero también puede servir como reclamo publicitario a la hora de anunciar un producto. También creé mi propio universo de ciencia-ficción, «Capitán Eclipse», del que autoedité un álbum y varias historias cortas. Pero, en general, como recordaba Jorge Iván Argiz durante la presentación de «Africanus» en Oviedo, he hecho un poco el camino inverso: normalmente, los dibujantes de cómic acaban pasando a la ilustración porque su estilo gusta, y no al revés. Aunque mi base inicial y estilo es de dibujante de cómic, he desarrollado principalmente una carrera como ilustrador antes de adaptar a cómic «Africanus».

«Posteguillo tardó seis años en documentarse para ‘Africanus’, y yo tuve que leer a Tito Livio»

La portada de «Africanus». / Pablo Luis Álvarez

–«Africanus» es un proyecto que no le es ajeno, al haber estudiado historia; tener familiaridad con esta disciplina le habrá sido de ayuda.

–Sí, no partía de cero. Tenía una base y una capacidad de distinguir fuentes fiables de aquellas que no lo eran tanto. Creo que Posteguillo tardó seis años en documentarse para escribir la novela. Yo tuve que hacerlo durante los meses en que estuve dibujando. Son, por supuesto, tipos muy diferentes de trabajo documental. Quizás el mío fue menos historiográfico y más relacionado con aspectos arqueológicos, objetos y demás. Pero a veces no te queda más remedio que leer a Tito Livio, porque necesitas una descripción concreta de un edificio o de un lugar y ves que las fuentes secundarias no se ponen de acuerdo. En este sentido, me ayudó mucho para la parte militar la obra del dibujante Angus McBride, que publicó con la editorial Osprey una colección de historia militar ilustrada muy exhaustiva.

–¿Y otras referencias visuales a las que haya acudido, como por ejemplo el cine?

–El problema es que este periodo no sale habitualmente en el cine. Las películas de romanos normalmente reflejan un período posterior, o bien preimperial o bien ya imperial. «Africanus» está ambientada en la época republicana y tenemos pocas referencias visuales contemporáneas. Por ejemplo, a la hora de dibujar el foro de Roma antes de sus sucesivas reformas, tuve que llevar a cabo algo de investigación y especular relativamente sobre cómo podría haber sido su arquitectura. Pero sí que hay buenas referencias por ejemplo para poder dibujar las armaduras del ejército cartaginés, que a fin de cuentas iba a la griega, como en la película «Alexander» de Oliver Stone. Las imágenes de la batalla de Gaugamela nos acercan bastante a cómo podrían haber sido más tarde los ejércitos de Cartago.

–Tendemos a imaginar Roma de una manera que no es la que muestra la novela de Posteguillo, ni la que vemos en su adaptación visual. ¿Qué le sorprenderá al lector al leer su cómic?

–Es que por un lado tenemos esa idea de una Roma blanca, sin colores, una Roma que es más bien una concepción renacentista. Sí que es verdad que Roma acabo llenándose de mármol, pero eso sería mucho más tarde. La Roma de «Africanus» está sin peatonalizar, son casas de adobe y madera. Los edificios más importantes sí, eran más robustos. Para el foro, de nuevo, me fui mucho más a lo etrusco que a los elementos que normalmente atribuimos a la Roma imperial.

–¿Se ha tomado, en este sentido, alguna licencia poética?

–Seguro que hay más de las que yo creo, porque aunque yo piense que algo está bien reflejado o que se acerca a cómo eran las cosas, seguro que un experto tendría mucho que decir. En las propias referencias que he utilizado yo mismo he localizado errores, como una Cartago con cubiertas de teja cuando probablemente lo que había eran azoteas de terraza, más mediterráneas. Sí que tuve que especular un poco más, por ejemplo, a la hora de dibujar la decoración de un interior. Para eso me serví de lo que nos queda de Pompeya. A menudo hay que estirar mucho una referencia o un fragmento arqueológico y conjeturar.

–Va a estar firmando libros en Oviedo dentro de unos días.

–Sí, estaré el día 6 de mayo en LibrOviedo, en Trascorrales, donde participaré en una mesa redonda con la fotógrafa Consuelo Cabiedes y la ilustradora Pilar Gutiérrez a la una menos cuarto de la tarde, y a la una y media habrá sesión de firmas de «Africanus».

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